Hellish Desires.

Capitulo 4

Al parecer me quede dormida... O perdí la conciencia... O lo que sea, solamente sé que en este momento me encuentro en una habitación totalmente cubierta de blanco sin ninguna puerta o ventana. No puedo identificar absolutamente nada, ni siquiera cálculo donde podría encontrarse la pared más cercana.

Trate de caminar por el cuarto extraño y no podía llegar a ninguna parte, trate de llegar a una pared y tampoco, no entiendo, ¿Ahora qué hago? A la verga, no debí dejar que Lucifer se fuera, debí decirle que no me dejara sola.

¿Qué va a ser de nosotras?

Cállate idiota.

No me calles, vamos a morir y será otra vez por culpa de tu estupidez.

Ashhh, por segunda vez en el día te diré. ¿Tú lo hubieras echo mejor?

Si...

...

Maldita sea mi vida en estos momentos parece una novela de ciencia ficción y fantasía. Tengo demasiado miedo esto es tan tranquilo que asusta, enserio, todo se ve tan... Ashhh no se solo asusta mucho.

- ¿Porque temer? -Una voz gruesa, casi angelical invadió el enorme vació.

- ¿Pero qué? ¿Quién es? ¿Qué quiere? -Empecé a preguntar a la nada, me altere un poco e instintivamente empecé a retroceder mirando de un lado al otro por todo el lugar para descubrir la fuente de aquella voz tan tranquilizadora.

Preferiría mil veces volver a mi patética vida que seguir en esta mierda tan extraña en la que me han introducido así de la nada. Por Dios que asco con esto ya no puedo más con estas pende....

- ¡¡¡Deja de pensar incoherencias!!! Mujer desagradable. - Volvió a soltar notablemente molesta aquella voz.

- Mira voz misteriosa, yo puedo pensar lo que quiera pinche feto de sandia con retraso -Exprese enojada. Espera... ¿Acabo de decir exprese? Pero que pasa conmigo, no estamos en siglo XXI.

Pendeja estamos en el siglo XXI.

¿Qué es XXI?

Ashhh Maldita ignorante, es 21.

Oh.

Pues yo que voy a saber de equises y palos, ósea no soy Ashtain.

Ni siquiera sabes si se escribe así.

Blablablá Muérete filosófica del pepino.

- Deja de hablar contigo misma, eso es raro -Dijo asqueado, como si estuviera a punto de vomitar.

¿Porque le doy asco? Ósea, si me bañe.

- ¿Sabes qué? Ser invisible tampoco es normal y yo no digo nada - bufe molesta. Desgraciado cara de banano invisible.

- Al grano, en verdad me harte de esto, mira, tienes que alejarte de ese hombre ¿Me oyes? -Ordeno con voz demandante, ¿Quién se cree? ¿Qué tipo?

Querrás decir. ¿Cuál de todos?

¿Mija que le pasa?

- A ver, a ver, a ver Mr. Casper, tu no me ordenas nada -Grite de la nada como una fiereaza- Además ni guanabanosa idea de a quién te refieres - dije cruzando los brazos y mirando a la nada de manera un poquito desafiante.

- ¿A quién más crees que me refiero niña tonta? Te estoy hablando de Lucifer, el ángel oscuro, el rey del infierno el....-

- Si, si ya entendí cálmese ente extraño. ¿Es usted gay? Tiene voz de hombre y está alabando a Lucifer. - Interrumpí riéndome un poco- Además ¿Qué cree? ¿Qué no lo he intentado o qué? Pero todos me dicen que estoy en el infierno y no sé qué demo... -No pude terminar su grito me sobresalto.

- ¡¡¡ ¿En el Infierno?!!! -Parecía sorprendido.

¿Pero qué le pasa? Ni siquiera me dejo terminar.

Empecé a sentir esa molestia nuevamente en mi oído, como un pitido. mi vista se nublo completamente y me desmaye.

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Narra Lucifer

Mi pecho arde, siento la debilidad por cada recóndita célula de mi cuerpo, siento como si mis fuerzas fueran extraídas por una especie de poder de atracción omnipotente.

Jodida mierda, maldito sea ese ángel Gabriel, podría matarlo de tenerlo enfrente.

Pero no está. Podemos buscarlo ¿Qué dices?

Mira anomalía, te comunico que ese deseo se nos es imposible de momento, ya que, creo que no has notado que estamos en un maldito estado completamente deprimente e inútil. Gracias por pensar y razonar.

De nada queridísimo idiota.

Eres un Hijo de....

- Señor –entro Natalia algo preocupada, me lleve la copa que sostenía a la boca y suspire. ¿Qué les cuesta tocar la puerta?- La humana no se encuentra en la habitación...-susurro un tanto temerosa.

Pude sentir los gritos y gruñidos de la anomalía alojada en mi cabeza.

Me siento igual que él, enojado, impotente, maldita sea los demonios incompetentes.

- Te malditamente ordene solo una jodida cosa. Ahora explícame ¿Porque gran puta mierda ella no se encuentra en la jodida habitación endemoniada? –pregunte sombríamente rompiendo entre mis dedos la pequeña copa. – te ordene vigilarla. -

- S-Si, lo se señor –tartamudeo asustada- p-pero... Ella... Se quedó dormida y salí solo un momento y...

- ¿¡¡¡Como que saliste maldita sea!!!? –Rugí interrumpiéndola rompiendo cada ventana de este maldito castillo- Jodida mierda te di solo una maldita instrucción y no fuiste capaz de seguirla – Enojado desaparecí reapareciendo en mi habitación.




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