Cadence había objetado, no quería quedarse todo el día en la enfermería, no quería malgastar el tiempo y atrasarse con los trabajos. Después de media hora, la chica de cabello castaño consiguió (tras un prolongado berrinche) que la dejara ingresar nuevamente a su horario normal. Luego de entregarle una nota que explicaba a detalle el porqué de su desaparición, Cadence se dirigía su próxima clase... cálculo.
Si bien Cadence detestaba (un poco) a su madre, debía de agradecer su falta de interés por su salud, pues de no haber sido por su indiferencia, probablemente ahora tendría que estar soportando a su exaltado padre.
Cadence prosigue a entrar, interrumpiendo la clase del profesor Claudio tan solo al poner un pie dentro del aula.
Sin decir palabra y antes de que el viejo pueda reprochar, la de sudadera gris entrega la nota. Claudio la lee con detenimiento, alzando la ceja de vez en cuando; una mueca forma por completo su cara.
—Puede tomar asiento— Dice con disgusto.
Nerviosa, la joven busca un asiento, encontrando uno en el fondo del salón. Por lo general no tomaría un asiento ahí, su vista no era mala, pero su compresión sí, tenía que estar al frente para poder escuchar bien al profesor. Sin embargo no protesta, lo único que quiere hacer es sentarse y olvidar el inicio de su jornada.
Su mente divaga, por ello no presta atención a la clase. Trata de buscar a Macy, pero no logra ubicarla; no está en las filas de adelante, menos en las de atrás. Sin tener éxito decide rendirse.
Macy estaba en los baños de la escuela, odiaba verse en un espejo luego de tener un ataque... Sus uñas estaban desgastadas, tenía arañazos en los brazos y maracas de sus dientes en sus labios. Lo último que recordaba era a ella corriendo, encerrándose en un cubículo, llorando. Nunca le gustó entrometerse en los problemas de los demás, le causaba náuseas el simple hecho de pensarlo. Era una egoísta prepotente.
Tuvo que contenerse de golpear alguna superficie con su puño cuando vio a Cadence en ese estado. Sabía que todo fue por su culpa, no obstante quería creer que la otra chica también tuvo algo de debilidad. Ella no tenía la culpa de que su corazón fuese una mierda.
Siendo sincera no tenía ganas de ver a Cadence hoy en su casa, estaba enojada con ella por haberla entrometido en una de sus porquerías. Entonces recuerda que es un trabajo de cálculo, que ella apesta en esa materia y que es lo suficiente perezosa para hacerlo por su cuenta.
“Todo requiere un sacrificio supongo...”
Otra dificultad sería buscar la forma en llevarla a su casa. No podía pedir un taxi, pues había adquirido mala fama debido a su madre, era obvio que no podían irse caminando, posponer el trabajo tampoco era factible, considerando el peso del trabajo.
“¡Demonios!”
Piensa mientras continúa trata de acomodar su maquillaje.
Sin nada más que hacer, Cadence recarga su barbilla en el pupitre. Espera que la clase pase pronto y pueda irse.
La clase culminó para su desear. Continuó caminando, en busca de la estúpida de Macy. Buscó por los pasillos, entre los salones, pero aún así no lograba dar con ella.
—Cadence— Una voz aguda a sus espaldas le dice. —No te asustes, soy Macy—
“Mierda, ¿Acaso esta chica no aprende?”
—Uh, hola Macy, te estaba
buscando— Cadence reclamé sus labios, un poco nerviosa ante la cercanía de Macy. —Necesitaba hablarte sobre la manera en la que iré a tu casa— Hace una pequeña pausa luego vuelve a explicar. —Creo que ya te habrás dado cuenta de que mi corazón y mis pulmones son un poco “quisquillosos”, no creo que tu casa este relativamente cerca de la escuela como para caminar hacia ella... Así que le dije a mi abuelita que pasara por nosotras, ya sabes... Para hacerlo todo más fácil— Termina de hablar juntando sus manos.
Cadence puede ver una pequeña sonrisa extenderse en el rostro de la otra chica. —¡Ok!, ¡Eso es fantástico!—
Macy se muerde el labio. —¿Sabes?, De hecho yo estaba un poco preocupada por eso...— Dice mientras cierra sus ojos.
—Oh— Cadence la mira fijamente.
—Bueno... Ya que tenemos la solución, ¿Podemos ir a clases?—
—Vale— Ambas jóvenes comienzan a caminar.