3.

Después de eso no volvimos a hablar en todo el rato que estuvimos ensayando. Él se limitaba a practicar con la guitarra y yo me aprendía la letra en silencio. Cuando sonó la bocina que indicaba que se había acabado el tiempo no esperé un segundo para salir de la habitación. Definitivamente no me apetecía seguir ahí dentro con Christian.

Por el camino me crucé con Hazelle, que me dijo que se iba a la sala de recreo, ya que esa hora no tenía que ensayar nada, y que nos esperaría allí cuando termináramos el resto. También encontré a Will, que había ensayado solo y ahora le tocaba con el compañero que tenía un estilo muy diferente a él. Me pregunté quién sería. De verdad se le veía abatido.

Cuando entré en la sala que me tocaba ahora, vi que estaba vacía. Ni un solo bailarín ni ningún material para trabajar. No sé si eso era bueno o malo. Esta vez me tocaría idear toda la actuación yo sola.

Activé el reproductor para oír la canción por primera vez. Era una canción de estilo indie-pop, no tan atrayente como la anterior, pero tenía su encanto. Esa era más de mi estilo, a decir verdad. Supuse que como no me daban ninguna pauta tendría que trabajar con las luces en el escenario, ya que no quedaba nada más. Me dediqué a aprenderme la letra y la melodía, ya que en el último estribillo debía cambiar de tono completamente y siempre me olvidaba.

Se me pasó el tiempo muchísimo más lento que las otras veces, había decidido que prefería ensayar con Christian otra vez antes que hacerlo yo sola. Afortunadamente, la bocina sonó al final y salí al pasillo para buscar la sala de recreo donde estaba Hazelle.

No llegué a perderme, ya que vi el cartel de la sala de recreo desde bastante lejos porque era mucho más grande que los de las salas normales. Entré y encontré a Hazelle sentada en una especie de sofá con los pies encima de la tapicería y con Luca al lado. Al parecer él tampoco había tenido ensayo. En la sala había varios sillones y sofás, algunos ocupados por gente que no conocía. Era bastante más grande que las demás habitaciones en las que había estado, quizá tanto como el comedor. A un lado había una mesa de tenis de mesa junto a un futbolín. En las paredes había algunas dianas con dardos clavados. Había cómodas con algunos cajones abiertos, en los que podía ver paquetes de cartas y algún juego de mesa. En el otro lado de la sala, tapando la pared, había estanterías con algunos libros, pero por los que me dio tiempo a observar, eran todos clásicos que poco me importaban. Supongo que no querían que tuviéramos influencias del exterior. No debía olvidarme de que estaba en una cárcel, no en unas vacaciones.

Después de observar la habitación fui directa al sofá donde estaban la francesa y el italiano y me senté en un sillón de enfrente de los dos.

-Bueno, cuéntame. ¿Qué tal tu primer día?- se le hizo la sonrisa más grande al verme y Luca me miró también, ansioso por saber.

-Primero me tocó con Will. Tenemos que hacer una canción con bastante baile y… Digamos que no lo estamos pasando demasiado bien- sonreí- después estuve con Christian para una canción muy poco marchosa con la guitarra.

-Ojalá me hubiera tocado a mí con él. Tiene el segundo puesto en mi escala de “¡madre mía!”- me miró con envidia Luca, lo que me hizo reír.

-Tú tienes demasiados crushes así que cállate- le reprochó Hazelle con una falsa mirada de desaprobación-. Yo también tengo con él esta tarde. Hoy por la mañana solo he tenido un solo y un dúo con Harshaw. Lo hemos pasado bien, si te soy sincera. ¡Y nos dejan escoger coristas! Tenía pensado pedíroslo a Olivia, Laura, Tanya y tú. ¿Te parece?

-Me gustaría mucho- me sorprendí de que me hubiera elegido a mí, pero estaba agradecida.

-Me ofendes al no elegirme, querida- protestó Luca intentando poner cara de perrito buscando hogar.

-Te elegiré como corista el día que Olivia no venga con las trenzas deshechas en el descanso de la mañana- resopló Hazelle señalando la puerta por la que aparecían Laura y Olivia con las trenzas muy despeinadas.

-Te he oído, y no hago nada para que se deshagan. Lo hacen solas- se quejó mientras se sentaba en uno de los brazos de mi sillón y Laura se quedaba de pie.

-¿Qué tal vosotras esta mañana?- pregunté aún sonriendo por la pelea entre Hazelle y Olivia.

-Pues el primer rato hemos estado las dos juntas, así que perfecto. La siguiente hora he estado con Gianluca y menudas risas. Y esta última me ha tocado sola con cuatro bailarines, así que un poco aburrida.

-Te entiendo, yo acabo de tener una hora completamente sola porque esa actuación no tiene nada de baile y no veía la hora de acabar- coincidí con ella-. ¿Y tú qué tal, Laura?- intenté incluirla, ya que no solía iniciar conversaciones ella.

-La segunda hora estuve con un chico canadiense, Léo. Menos mal que todavía me acuerdo de algo de francés de cuando estaba en el colegio porque su acento era muchísimo peor que el de Hazelle…

-Que ya es un decir- corroboró Luca, recibiendo un codazo de parte de Hazelle.

-Después me tocó a mi sola, tampoco tenía bailarines, así que también me aburrí bastante, como tú- me sonrió.

En ese momento vimos entrar en la sala a Will, seguido de Christian. Éste se dirigió hacia el futbolín, donde había unos chicos y chicas que no conocía junto con la chica de la actuación de ayer. Will nos vio y se acercó rápidamente a nosotros.

-La hora más larga de mi vida- se dejó caer pesadamente en uno de los sillones.

-¿También a ti te ha tocado con Christian?- preguntó Luca decepcionado.

-Me ha tenido ensayando una coreografía todo el santo rato. ¡Y encima me ha dicho que tengo que parecer feliz mientras bailo! Una tortura me dolería menos.

-Vaya, así que ese era el compañero con estilo tan diferente al tuyo. Parece entonces que he tenido suerte de que nos tocara una canción sin baile…

-Vamos chicos, no es para tanto- Hazelle parecía de buen humor-. En serio, solo os tenéis que acostumbrar a moveros un poco. Luego os saldrá casi solo.