Heredera

UNO

ENTREVISTA OFICIAL DE TRABAJO

5:00 am NACIONES UNIDAS, CAPITAL CENTRAL METROPOLITANA, CONDOMINIO 15 -125 ZONA RESIDENCIAL, NIVEL SOCIAL MEDIO-MEDIO

18 de Octubre del 2313

El sonido estridente del alarma a la misma hora de todos los días la 5:00 am, inunda mis oidos sacándome de mi sueño, estiro mi mano para encender mi lámpara de mesa, el sensor lee mí movimiento activándose instantáneamente, el reloj sigue con ese molesto timbre es anticuado que no detengo hasta que me encuentre completamente despierta, es un reloj bastante anticuado que se encuentra bajo mi posesión desde que tengo memoria, lo apago lo más rápido posible para que el sonido no despierte a nadie más en casa pues es muy temprano para levantarse, ahora que ya me encuentro consciente mi rededor.

Me obligo a salir de mis sabanas aun con el ánimo de seguir durmiendo, para iniciar el día saco mis pies de las cobijas y el contacto que realizan mis pies al suelo provocan un estremecimiento por el frio contacto con la loza, mis dedos se encojen por lo helado del material, busco con la mirada y noto que me encuentro en el área descubierta por la alfombra de mi cuarto, el siguiente moviente es para ponerme sobre mis pies en la afelpada tela que cubre un fragmento del suelo de mi cuarto para poder tender mi cama.

De pie con la cama tendida, guio mis movimientos al baño, enciendo la regadera que demora unos segundos en entibiar el agua justo como me gusta bañarme, al caer el agua tibia sobre mi cabello y rostro, el agua hace su trabajo de refrescar y entregar un poco de energía, cubro mi cuerpo con una bata de baño y una toalla en el cabello, me dirijo a mi closet para elegir mi ropa. Veo el reloj en mi mesita de noche junto con la lámpara encendida, sobre mi cama a forma de adorno colocadas con cuidado cuatro almohadas con su cobertor.

Tengo cuarenta y cinco minutos para vestirme y secarme el cabello, hacer mi desayuno, comer, lavarme los dientes y salir para encontrarme con mi amiga Johana para ir a la Escuela Nacional de La Ciudad, pero como siempre me dice Jo, me adelanto a los acontecimientos y planificó cada uno de mis movimientos como un robot.

Mi ropa no es definitivamente la más femenina,  mi madre dice que es un poco femenina sin olvidar lo chico que puedo llegar a ser con ella, mamá y Jo estarían más que felices que yo cambiaria mi vestimenta por faldas, tacones, medias para lucir femenina completamente y siempre, eso no sucederá en un futuro cercano. Tomo de mi closet una blusa de manga larga que me queda debajo de la cintura, unos jeans negros tallados, unas botas altas a la rodilla con dos centímetros de tacón una bufanda de chalina blanca con cuadros negros una sacola de color negro de lona que es igual de largo que mi blusa.

Inspección mi aspecto frente al espejo que posee el closet y no veo señales de ojeras, que agradezco, últimamente  he estado durmiendo hasta tarde por mi ensayo de los asistentes que tiene como función obtener una plaza de asistente que presentare en la entrevista de empleo, el correo lo envié a las 6:30 pm de ayer según indica el protocolo de postulanta do de plazas,  ¿motivo? Sencillo, según las palabras de la directora “ningún alumno tenga ventajas sobre otro”, después de enviarlo cene junto con toda mi familia, me retire a dormir temprano para poder descansar lo único que logre fue ponerme nerviosa por el ensayo estuve pensando en borrarlo y no mandar nada, pero no lo hice. Este ensayo es mi pase a obtener el puesto de asistente del Jefe de Seguridad en Sistema e Industrial de la Ciudad, ese puesto me ayudara con los gastos para entrar a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Privada de la Ciudad, hoy tengo la entrevista para el puesto, dentro de tres días tendré mi entrevista con el decano de la facultad.

Estaría loca si no sintiera nevios y mucho más al no admitir dicha situacion. El refejo de mi pesona no muestra nada fuer a de no normal de mi habitual color de piel blanca, ojos azules y un cabello café que me hace ver diferente a mis hermanos, no tengo ojeras eso me tranquiliza un poco, me dejo el pelo suelo después de haberlo secado para recogerlo después, me gusta tener la certeza que está completamente seco; mi cabello es largo me llega unos cuantos dedos arriba de la cintura y mi padre dice que “es una de mis muchas etapas”, pues tengo poco de haberlo dejado crecer antes lo tenía corto hasta los hombros, abro el cajón de mi mesa de noche y saco mis dos relojes uno de pulsera que me regalo mi madre cuando inicie mi segunda fase de formación y uno que me regalo mi padre que fue de su padre, este ha sido heredado de generación en generación hasta mi es un viejo reloj de bolsillo de agujas, decido llevar el de mi padre y me lo cuelgo al cuello, lo uso como un collar me paso una liga para cabello en la muñeca de la mano izquierda, me coloco el bolso de cartero al hombro cruzado, salgo de mi cuarto cerrando la puerta y bajo las escaleras cuando al llegar al primer descansillo escucho sonidos del televisor y veo a mi hermanita Sus sentada en el sofá, me acerco a ella, pero antes de que llegue ella habla.

  • ¡Buenos días All! – la suave voz de mi hermana me sobresalta
  • ¡Buenos días Sus! – la veo con atención encontrándome cerca de ella, es muy pequeña solo tiene ocho años de edad, tiene los ojos grandes y claros de papá, como cada vez que la observo a detalle noto todas las diferencias que hay entre ambas, han sido mas notorias desde hace unos meses atrás, suprimo la línea de pensamientos que estoy teniendo nuevamente y hablo – ¿no es algo temprano para que estés despierta? – me recargo sobre el sofá un poco con la intención de ver su rostro, su vista la ha mantenido en la pantalla del televisor, no entiendo que le llama tanto la atención de las imágenes que ve.
  • Había ruidos en el techo y me despertaron – sus ojos me ven, después de unos segundos de silencio forma una sonrisa en su rostro que no me parece autentica en lo más mínimo. Regresa su atención a la pantalla, me quedo en silencio con la intención de encontrar el motivo de un ruido, uno que despierte a una niña pequeña, por más que lo pienso la pregunta sigue sin respueta en mi cabeza ¿Qué ruido puede ser tan fuerte que haya despertado a Sus?
  • Bueno pudo haber sigo el gato – hablo para calmar un poco a mi hermana, por alguna razón siento la necesidad de calmar a Sus. El tono de mi voz no suena convincente para mí, dudo que la convenciera de esa hipótesis.
  • No, dieciséis está en su casa y sigue durmiendo – habla con mucha seguridad, el nombre del gato es dieciséis, nombre decidido por ella, es la pequeña de casa todos la consentimos respecto a sus caprichos, el único número que repetía al cansancio era ese, por lo que su gato resulto teniendo un número por nombre.
  • ¡Bien!, entonces es un pájaro – Sus me mira con grandes y expresivos ojos como si le hubiera contado un cuento de terror o una simple leyenda, la sorpresa ante mis palabras son evidentes en el rostro de la pequeña frente a mi porque en breve rompe en carcajadas y una especie de tranquilidad inunda mi pecho, después de unos segundos se recompone y habla con dificultad por la risa.
  • con ¿cuánta frecuencia has visto pájaros Ally? – deletrea mi nombre con el llamar mi atención, no necesita hacerlo, soy consciente, pero me es grato que quiera ponerme en claro que no hay mucha fauna, sus palabras emitidas para que reaccione evidencian que no fue de su agrado hacer dicho comentario, porque su molestia es palpable con cada palabra,  - eres increíble, los pajaros que viven se encuentran en pequeñas reservas para protegerlos – estoy a punto de reir por la expresión de su rostro, una niña de ocho años frunciendo la nariz para mostrar su indignación es todo menos intimidante.
  • A tu regreso de la escuela lo veremos ¿está bien? – trato de ocultar la diversión dentro de mi garganta para que no se exprese en mi voz, solo asiente con la cabeza en gesto afirmativo – entonces ¡vamos a la cama!, te acompaño debes dormir es muy temprano para que inicies a prepárate, el bus escolar pasa hasta las 7:30 am – hago un ademan para que se ponga de pie y me siga, acción que no llega y de forma interrogativa la veo, niega con la cabeza luego emite sonidos claros.
  • No, no tengo sueño, no quiero regresar a la cama – sus palabras son firmes, hago un gesto no muy agradable con mis labios, por lo que mi hermana pone expresión de miedo, al saber que la puedo reprender por no querer regresar a la cama, doy un suspiro desidiendo que no le hará daño que se quede despierta desde ahora.
  • Bueno ¿quieres desayunar conmigo? – cuestiono, la respuesta es un efusivo asentimiento con la cabeza, me dirijo a la cocina y preparo huevos revueltos, pan tostado con mermelada, un vaso de leche para cada una, una tortilla y frijoles, en casa está prohibido comer en la sala, pero solo estamos Sus y yo, ninguna de las dos contara que commimos frente al televisor y quiero distraerla del ruido que escucho, nos disponemos a comer en el sofa, debo tener la certeza de que ninguna migaja caiga sobre los asientos, coloco un pequeño paño sobre sus piernas garantizando que caigan en un lugar seguro.




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