OCHO

Un vacío, que llenar

16:30PM CENTRO COMERCIAL, SUPERMERCADO DE COMESTIBLES

Toda la mañana estuvimos con mamá en el sótano limpiando, y vaciando cajas de las que se quería deshacer, yo a cambio obtuve el álbum de fotos de la familia para prestarse lo a John.

Son las 4:30 y estoy esperando que Julián y Jo vengan con el carro para que podamos subir todas las compras que hicimos para la cena de mañana por la noche pues será la última que tendremos según nuestros padres con las tres familias completas de amigos.

No le he dicho a mamá que tengo una foto de mi padre y mis abuelos, tampoco saben que tengo ayuda para averiguar información de él y que se los nombres completos de ellos, hay tres vehículos de igual color y estilo frente a mí con los vidrios oscuros que llaman mi atención, en los últimos minutos he visto salir a dos jóvenes de uno a simple vista diría que son gemelos, que se dirigen a la entrada del centro comercial, pasan cerca de mí, son altos y muy guapos. Veo el auto del papá de Julián acercarse me preparo con algunas bolsas en las manos para subirlas al auto.

Julián baja y abre la paquetera Jo toma otras bolsas, una a la par de la otra nos acercamos al auto, donde se encuentra acomodando todo con cuidado cada cosa, todos platicamos una y otra cosas haciendo comentarios, bromas de todo y nada a la vez, han preguntado de mi noviazgo con John, por cada pregunta lanzada mi rostro se llena de sangre al punto de que siento que mi cabeza esta muy caliente por como me ven ellos y la forma que me siento por sus preguntas. Hablan de la comida que prepare para el dia de mañana alabando mi destreza al preparar comida.

Por milésimas de segundos tengo la ligera sensación de ser observados lo cual al inspeccionar el área no encuentro nada, elimino la idea de mi cabeza –necesitar ayuda – y le doy un codazo a Jo para que sepa de que me refiero a ella específicamente, niega con la cabeza por mi gran propuesta y ríe, no se le da bien cocinar, pero con instrucciones precisa es de gran ayuda, eso le he aprendido a la mala cada vez que encargo algo para que supervise su cocción, ella es mas de las que prepara lo ya preparado.

-Te arriesgas querida amiga – y me da un abrazo rodeando mi cintura, yo rio fuerte caminamos rodeando el auto para entrar llegar a casa porque hoy es la cena con John y su hermana, debe estar todo listo y preparado para cuando ellos lleguen

– Yo lo soluciono, tu solo haces lo que yo digo

– Si señor – y hace una seña de saludo del ejército y todos reímos

Me giro y veo que estamos rodeados por varios hombres que visten de negro completamente, no me gusta lo que veo, intento ignorarlos por completo para que bajo ninguna circunstancia ellos note mis nervios e incluso mis sospechas de que algo no se encuentra bien, pero a pesar de todo no soy buena ocultando algo al terminar de ver si estamos rodeados por instinto doy un paso al frente mostrando que no estoy intimidada – Se les ofrece algo – hablo con el fin de ganar su atención, lo hacen pues tenemos practica dándonos órdenes para que no nos vean

– Solo que nos acompañen – dice uno de los jóvenes que paso a mi par tan solo unos momentos antes, no lo observe con atención y me reprendo por ello, en todo momento.

– No lo creo – dice Jo abriendo el auto, ambas estamos del mismo lado del vehículo, no puedo observar en que posición se encuentra Julian, si se encuentra bien o no.

116. chico que hablo sobre que lo teníamos que acompañar parece que es el jefe o que está a cargo, estas situaciones no son comunes ni normales en nuestro mundo, no es aceptada la violencia, el dispositivo que tenemos al detectar un nivel alto de hostilidad o leer riesgos que propicien o afecten a la estabilidad de la sociedad son inyectados por una toxina que los inmoviliza. Sea lo que sea que están buscado estas personas debe ser muy bueno hasta el punto de arriesgar la vida. Es inaudito, mi cabeza genera mil teorías de porque nos enfrentamos en esta situación, pero la única razón es que viene a mi mente es “ellos son los que secuestran a los que se actualizan en la segunda fase”.

– Tiene que hacerlo, es mejor por su propio bien

– Talvez, si supiéramos cuales son las razones por las que hay que acompañarlos – doy un paso hacia el frente, son solo cuatro he entrenado mucho tiempo, con seis contendientes al mismo tiempo no será fácil con ellos, pero seguro que puedo

– Todo a su debido tiempo señorita – dice el otro joven y sé que tenía razón son gemelos – no queremos hacerles ningún daño, no son nuestra ordenes

–¿Cuáles órdenes y quien se los ordeno? – escupo las palabras

– Todas esas respuestas las tendrá a su tiempo