Heredera

DOCE

LAGRIMAS / SANGRE

23:18PM JARDÍN FRONTAL DE RESIDENCIA 22-458

– ¡Ally, Ally, Ally! – escuché a Julián muy preocupado y solo asentí con la cabeza

– Nos podemos ir – y sentí a Lilian tras de mi

– Te llamare mañana para fijar la hora

– Si con gusto – pero ya no sentía nada, incluida mis piernas estuve a punto de caer y sentí unos brazos en mi cintura que evitaron que callera no escuche a nadie despedirse solo camine lo más rápido que mis piernas me lo permitía, todo daba vueltas, mi mamá nunca supo de la posición económica de mi papá, mis dos padres habían sido amigos por Lilian, Lilian ha estado informada de toda mi vida hasta hace algunos años, mis abuelos y mi papa sufrieron dos grandes accidentes en el que uno lo dejo huérfano, mi papa murió en un accidente de auto, él siempre me quiso y estuvo feliz de ser mi padre, mi padre, mi padre, hizo todo para que en ningún momento me quedara sin su apoyo incluso antes de que me viera, una corriente de aire fría me saco de mis pensamientos ya estaba fuera de la casa en la pequeña cera que estaba frente la casa que se veía imponente y hermosa. Respire profundo una, dos, tres y sentí como corría el frio dentro de mis venas y como me hizo estremecerme al enfriar mi sangre caliente y extendí mis brazos para que el frio me inundara completa, abrí las manos que tenía en un doloroso puño al momento de estirar mis dedos sentía como cada uno de mis músculos, tendones, ligamentos se destensaban y sentí algo mojado en mi mano pero no quise ver que era pero no paso mucho cuando los gritos de Jo me hicieron abrir los ojos y ver el motivo de la euforia, mis manos estaban sangrando, mis uñas penetraron mi piel haciendo cortes que sangraban en una línea gruesa de sangre.

– Ally, que has hecho – y me abrazo con fuerza, fue por eso que sentía que mi vista se nublaba la pérdida de sangre hacia que me sentía débil y con náuseas y no sabía en qué momento fue, pero una mano está sangrando más que la otra vi los rostros preocupados de John y Julián, no sabía que decirles para tranquilizarlos – John abre la puerta la tenemos que llevar al hospital ahora – abrí la boca para protestar, pero no me salió ningún sonido – llévate a burbuja y le dio las llaves a Julián.

Veía sin ver, me movía sin saber que estaba haciendo, y cada palabra del abogado daba vuelta en mi cabeza, pero esta vez resonó una que me dio una corriente de frio en la columna vertebral “puedes optar por el apellido de tu padre para mantener a la única heredera bajo protección” mis apellidos, no, no, no, Oscar no se merecía eso, yo no, lo podía siquiera pensar.

00:14 RUMBO AL HOSPITAL GENERAL “CALEIDOSCOPIO”

La sensación de que todo daba vueltas regreso y mi reparación comenzó a fallar no la sentía y me desplomé en los brazos de Jo, estaba luchando por regresar, por ver, quería abrir los ojos, quería sentarme, mover, pero ninguna parte de mi cuerpo respondía a mis órdenes y en lo más lejos pude oír a Jo gritarle a John

– Apresúrate, apresúrate – y sentía sus manos sobre mis hombros para acomodarme en el asiento

– Ally, Ally, niña por el amor a Dios abre los ojos – su tono era firme – John no responde apresúrate

– Solo un par de cuadras más – y sentí mi corazón dar un vuelco un apretón de dolor y nostalgia, lo había visto muy mal cuando entramos a la casa de Lilian y quiero hablar con el

– Ally, Ally, no me hagas esto, niña despierta – intente abrir los ojos, pero mis parpados estaban pesados y lo único que pude hacer fue mover mi mano en la de ella – vamos niña lucha por despertar Ally, - intente nuevamente mover la mano, pero la obscuridad me llevo no supe nada más

6:13AM HOSPITAL GENERAL, SALA COMÚN DE EMERGENCIAS Y LESIONES MENORES “VENDAJE”

 

Desperté sobresaltada en una cama de hospital con vendas en las manos y una cobija sobre de mí, estaba vestida no tenía suero o vías intravenosas, tampoco monitores de ritmo cardiaco, el cuarto era la grande y pude ver dos camas frente a mí y una a cada lado mío, me intente sentar apoyándome en las palmas de mis manos pero el dolor me debilito me recosté y me levante con los codos y solo estaban los pacientes en sus camas, “me tengo que ir”, “mañana tengo que entrenar” “John, Julián, Jo deben de estar asustados, muy preocupados” , me quite la cobija pero el movimiento me molesto no le preste atención, me puse de pie di un par de pasos y una enfermera me detuvo antes de que llegara a la puerta

–¿A dónde cree que va señorita? – más baja que yo, delgada de rostro alargado, cabello castaño, ojos color avellana y una sonrisa muy grande de labios delgados




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.