Heredera

VEINTE Y CUATRO

UN POCO DE CAPRICHOS

4:00AM CLÍNICA INTERNA DEL CENTRO DE SEGURIDAD “LOS GRITOS QUEDAN CORTOS”

 

Forzó a mis ojos a mantenerse abiertos la luz debe de tener que ayudar para que no me venza el cansancio, el sueño las emociones que viví este día fueron aumentando de dolor, presión, preocupación e incluso riesgo de muerte.

Cristopher está furioso conmigo porque después de que me quedara dormida en sus brazos después de hablar, al despertarme me levante, junto con los clones podríamos decir que los chantaje hasta cierto punto para que me acompañara a buscar a la casa de Lilian, la caja, al llegar parecía que no había nadie pero como siempre estaba equivocada tuvimos un enfrentamiento donde salieron varios heridos y una de ellas fui yo al intentar defenderme me golpee la cabeza lo cual provoco que perdiera un poco la conciencia, los gemelos me ayudaron a salir conseguí la caja el rubio uno me ataco con otros tipos, uno de ellos golpeó fuertemente mi cabeza causando que se me nublara la vista perdiera el equilibrio y rodara por las escaleras la herida de bala nuevamente está abierta, tengo dos hematomas en la cabeza lo que hace complicado apoyar la cabeza, creo que tengo un corte en la cabeza porque en un momento sentí algo correr por mi cuero cabelludo espero no sea sangre o definitivamente Cristopher mandara a encerrarme.

Puedo escuchar sus gritos desde aquí no estoy segura si es otra área de una clínica o no pero de lo que estoy segura es que me encuentro a unos cuartos de donde los gritos salen a borbotones me siento culpable por los dos que están sufriendo cuando yo fui la que quería recuperar la caja antes de que la obtuvieran, sea lo que sea que tiene dentro dificulta su trabajo es un solo un pequeño avance para que no logren lo que quieren aun cuando no tengo la menor idea de que es, exactamente lo que quieren.

–Conozco a mi hija lo suficiente para saber que tuvo mucho que ver con que salieran los tres – dice a gritos lo cual me da escalofríos bueno entonces si lo sabe no debería gritarles a ellos creo que el blanco soy yo – pero ustedes saben mejor las cosas que ella ¿Cómo es que no se han podido negar? – un silencio sepulcral invaden mis oídos que justo cuando me he acostumbrado ya me sobresalto al ver entrar a Cristopher con la frente arrugada la mandíbula apretada y si me aventura a decir aun cuando sus manos se encuentra sujetas a su espalada juraría que forman puños

–¿Qué te ha dicho el doctor? – aun cuando su vista simula que me ve, sé que no estoy en su campo de visión tiene sus ojos clavados unos centímetros sobre mi cabeza

–Que no puedo dormir – trato de ser lo más neutra posible, pero yo no puedo evitar hablar de esto – el gemelo no tiene la culpa de nada

–Tienes razón – y esta vez sí me ve, sus ojos demuestran decepción – es tu responsabilidad, pero ellos tienen que cuidar de mi hija pese a los berrinches que ella haga – me está diciendo que soy una berrinchuda o que soy una niña mimada que no se puede proteger

–Me puedo cuidar sola – suelto de golpe, pero él se ríe

–Si eso ya lo he visto

–Bien correcto no debí salir, no debí ponerme en peligro con personas que al parecer tiene más experiencia que la propia al matar, agredir o lo que sea que hagan – trago saliva, pero ese movimiento hace que me duela al momento de tragar y noto que tengo un vendaje me llevo las manos al lugar donde nace el dolor, pero antes de que pueda decir nada Cristopher habla.

–Debes de permanecer despierta las 16 horas restantes – habla mal humorado siento que soy una pequeña que acaba de romper algo tan importante que su papá la tiene que castigar porque de lo contrario no entenderá que es incorrecto lo que hizo, me cruzo de brazos omitiendo el dolor que tiene todo mi cuerpo por no demostrar que tiene razón en estar enfado conmigo.

–Bien – respondo cortante pero aun cuando intento hacerme la fuerte con todos los golpes magulladuras y todo lo que siento no me puedo mentir, añoraría que me suministrara un poco de analgésico o morfina, algo para que pueda soportar este maldito martilleo en la cabeza, así como la punzada constante en mi abdomen, en mi pierna y el ardor insoportable en mi cabeza - ¿Qué te enfada más? - mi vista esta clavada en el techo - ¿Qué haya salido sin tu autorización? ¿Qué los gemelos te desobedecieran?

–Que seas tan inconsciente de poner tu vida en peligro – dice serio caminando hacia mi cama

Me rio sin gracia - ¿yo soy la inconsciente que pone su vida en peligro? – resoplo – pues yo tenía una vida muy feliz y tranquila antes de aceptar que era tu hija y no estaba bajo ningún peligro – arrugo mi frente que lastimosamente estira el cuero cabelludo y hago una mueca de dolor que no deja de percibir

–Tu no entiendes nada

–Mira ya me estoy hartando de tu maldita frase de “tu no entiende nada” – esas palabras casi las grito, me obligo a mantener el tono de voz un tanto decente, porque el que se enoja pierde – ¿Cómo jolines quieres que entienda lo que sucede si a ti se teda por no hablar claro?




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