Heredera

VEINTE Y CINCO

¡MÁS PROBLEMAS QUE AL DORMIR!

22 DE DICIEMBRE DE 2313; 11:19 AM ÁREA 6-J DEPARTAMENTO AISLADO, OBSERVACIONES ESPECIALES BAJO VIGILANCIA PERMANENTE. “NUDILLOS MORADOS”

 Al despertar me doy cuenta que no es un lugar conocido, de todo lo ocurrido, la noche anterior en me quede dormida, puedo decir que lo único recuerdo es que este no fue el dormitorio donde dormí o cerré los ojos. A mi par hay una mesa auxiliar hay varios medicamentos, vendas, gasas, cosas, una de las gasas esta manchada de rojo al intentar sentarme una especie de dolor atraviesa mi cabeza y me toco con mi mano mi cabeza del lado que la punzada se hace penetrante y palpo un vendaje me recorro la cabeza con la palma de la mano en instantes recuerdo que fui atacada por varias personas, los recuerdos llegan con forme me obligo a despertarme y a moverme de la cama que hace que mis huesos y músculos duelan de entumecimiento, cada palabra, cada cosas que dije a Cristopher, es imposible no sentir la presión den sentimientos que invaden, el no ver papá, a mamá, Sus, mis dos mejores amigos verdaderamente quiero que todo esto acabe, debo hablar con Cristopher, lo que dije la noche anterior, no lo ciento de corazón, el de no ser su hija, no es malo, seguro que es una buena persona, lo que haya hecho y que me arrastre, es lo que me molesta, el no ¿saber? Si estoy dispuesta a ¿querer o no? Lo que conlleva ser la hija de Cristopher. Empujo la mesa para ponerme de pie, sea el lugar que sea donde me encuentro debo de encontrar a los gemelos inmediatamente y sobre todo debo encontrar Cristopher para que me expliquen ¿que fue exactamente lo que me paso? Y ¿Qué está sucediendo? Después de ello podre tomar una decisión, estoy segura.

A los pies de la cama donde me encuentro ahora sentada hay ropa doblada a mis pies, la halo hacia mí para ver de qué se tratar y para mi sorpresa es ropa que me queda ¡maravilloso!, me quito la playera blanca que cubre mi torso y justo me doy cuenta que tengo un vendaje que cubre desde mis pechos hasta debajo de ellos, me lo quito histérica de  ¿que pudo haber ocurrido?, que no recuerde, para que tenga un vendaje tan grande en mí, con forme me lo quito puedo ver que no hay nada, es un gran alivio el saber que no tengo más heridas de las que recuerdo en la cabeza, mi pierna y mi brazo.

Dentro del montón de ropa que tengo no encuentro un corpiño resoplo no puede ser más desastroso, bueno como tampoco se me apetece estar sin nada que proteja a mi busto, decido recolocarme las vendas justo cuando estoy por terminar una voz de tras de mi me sorprende.

–Por lo visto ya estas mejor – es como si su voz fuera una especie de amenaza, es como si mi cabeza la recordara, pero mi memoria no puede asociar del todo a ¿quién pertenece? – eres mucho más fuerte de lo que esperaba – no me giro coloco los últimos dos seguros de la venda me coloca la playera negra de cuello alto y mangas largas para cubrir mi piel desnuda lo cual agradezco pues la voz que está justo a mis espalada es algo aterradora para mi gusto, con las cobijas cubriendo mis piernas asegurándome de que ninguna parte de mi piel quede expuesta me quito la parte baja de la ropa que tenía, busco un pantalón y lo único que consigo es una especie de lengins grueso color negro, esto quedara casi adherido a mi cuerpo, pero es preferible eso a unos short blancos me los coloco y decido hablar

–¿Quién eres?, ¿Qué tan graves fueron mis heridas? ¿Dónde están los gemelos?

–En definitiva, te encuentras bien – escucho sus pasos lo cual provoca alertarme, pronto se hallará cerca de mí, pero mi mente no logra encontrar al propietario de la voz, aun cuando estoy completamente segura de que en otros momentos las he escuchado

–No fue lo que pregunte

–Tranquila niña que ahora estas segura – esa voz ya se dé done proviene, mi cuerpo se tensa de inmediato, en mi mente busco una forma rápida y fácil de salir de este lugar, después de todo no será sencillo al parecer, fue después del golpe de mi cabeza, ¿cuándo todo se volvió negro?, la herida de bala tenía cuatro días estaba curándose, pero aún estaba mal, no estaba cicatrizando como era correcto, esa tarde se rompieron los puntos causando una hemorragia mucho más grave que la primera vez  “no puede salir de aquí” mis pensamientos en este momento no son coherentes espero desesperadamente no enloquecer porque es lo que menos necesito debo de encontrarlos para poder poner en orden la información; a los pies de la cama veo unas botas altas que me llegan a medio muslo, muevo las cobijas ahora ya estoy cubierta lo  cual me permite moverme con fácil libertad, al moverlas veo que hay una falda con dobles paletones color gris al frente con un cinturón rojo mis pies desnudos camina sobre una muy cómoda alfombra que se interpone entre el frio piso y  mi piel, es como si la persona que coloco la ropa en este lugar conociera mis gustos, es como si estuvieran felices de que yo me encuentre en este lugar. Siento que mi memoria esta borrada ha desaparecida. 

–Bueno entonces ¿Por qué estoy aquí? – ahora lo veo, su rubio cabello hace que sus grandes y azules ojos se vean más brillantes de lo que los recordaba y ahora una sonrisa atraviesa sus labios, pero esto que significa no tiene sentido, suelta una carcajada que me hace enojar - ¿Qué es tan gracioso? - me coloco las calcetas que estaban justo a la falda, las botas me las ponga lo más rápido que puedo sin quitar le la vista de encima pero no se deja de reír, al terminar solo dice




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