Heredera

TREINTA Y UNO

NADA MÁS QUE TUS OJOS

28 DE DICIEMBRE 23:55PM OFICINAS DE CONFERENCIA ÁREA CENTRAL, CENTRO DE SEGURIDAD

John me sostuvo en sus brazos y cada pocos segundos repartía besos por mi cabeza y acariciaba mi cabello sus movimientos se había vuelto monótonos, pero nunca perdieron el significado en cada caricia y contacto. Le agradecía que no dijera ninguna palabra, le agradecía que solo se quedara conmigo en silencio para ayudar a eso a procesar todo lo que me enterara, en algún momento pensé que todas las mentira y enredijos de mi vida se habían terminado que lo más duro que tenía que enfrentar era saberél sabe que mi papá no estaba muerto.

El aceptar que soy una persona que tiene dos padres, una madre, que después de todo como dijo Sus tiene la fortuna de dos papás que me dan cosa talvez no objetos, pero si el cariño incondicional de ambos y puedo dar gracias por ello de que Cristopher me apoye en la situación de no querer casarme con un completo desconocido, ¿en qué cabeza cabe un matrimonio arreglado? ¿Cómo alguien puede imaginar compartir su vida con otra solo por el bien de una nación o la paz?

–¿crees que Cristopher sea capaz de encontrar una salida de esto?

–Yo espero que lo haga muñequita

–Debe de encontrar lo o mi vida será un infierno

–Francisco no es malo – pero su voz no tiene emoción – tal vez después de conocerlo te llegues a enamorar y sean felices

–¿Qué estás diciendo? – me separo de éel con el fin de enfrentarlo - ¿Qué rayos estas diciendo?

–Que talvez solo necesitan compartir un tiempo y las cosas se puedan dar

–No, él no me gusta, él no es mi tipo – me pongo de pie – es la peor tontería que has dicho

–Bueno hace unas horas atrás habías dicho que sus ojos son bonitos – yo niego con la cabeza, después de todo se me había olvidado por lo que estábamos afuera del comedor

–Te juro – tomo su rostro en mis manos y me siento sobre sus piernas dejando mis rodillas a cada lado de las suyas – que no estaba prestando atención en la conversación y para evitar que se dieran cuenta respondí lo que Jo esperaba que dijera – le doy un beso en los labios muy corto – ella sabía que estaba distraída y era su momento de vengarse por lo que le hice a Ian – lo vuelvo a besar – no me gusta, no me interesa – lo beso pero esta vez espero que me responda pero no lo hace – solo me interesas tú, por favor John – lo abrazo del cuello recostando mi cabeza sobre su hombro cerca de su cuello – te lo aseguro ¿Cómo quieres que te lo digo? Perdón, si no debí responder impulsivamente

–¿Cómo sabes que no te gusta? – su pregunta no me gusta porque si me pregunta cómo sé que me gusta la la respuesta no la tengo solo sé que necesito estar con él en todo momento, pero soy tan terca que no lo admito

–Porque no tiene tus ojoslos ojos azules, tampoco tiene los labios más lindos que he visto y mucho menos eres tu – lo veo sus ojos conectando con los míos – yo te quiero a ti, Jonathan Cornado, yo te quiero a ti, solo a ti – sus brazos ahora estaban en mi cintura, pero no era suficiente ni para él, ni para mí – tu una vez me dijiste como de mal la pasaste al creer que Julián era mi novio – el niega la cabeza ante ese recuerdo – sé que no te gusta pensar en eso y la situación de ahora no es mejor pero quiero que sepas una cosa – trago fuerte – durante la segunda etapa Jo hacia todo lo posible para presentarme un montón de compañeros, de la escuela y otros que nunca supe como los conoció, salí unas pocas veces – se tensa y yo solo le paso las manos en sus hombros para que se relaje – con uno que otro pero simplemente no pasaba de una charla de veinte minutos y les pedía que me regresaran a casa o lo hacía por mis propios medios necesito que me mires – se lo pido un poco con miedo pero lo hago – después de unas cuantas veces me negué en rotundo en salir con algún conocido de Jo, tú me conoces desde un tiempo atrás yo solo te había visto por una semana seguida todas las semanas y deseaba con todas mis fuerzas que te fijaras en mi lo cual paso – es inevitable que en mis labios se forme una sonrisa – después tú me diste ese beso en el laboratorio, luego la llamada y tú eres mi novio así que segura, absolutamente segura que “te quiero, te quiero” – lo beso tarda uno segundos en ser correspondidaerlo al hacerlo mi corazón se acelera lo suficiente para que mi sangre sea bombeada con mayor velocidad en mi cuerpo provocando que un escalofríos recorra, mi cada musculo, insistente John parece notarlo porque sus manos las pone en mi espalada con las palmas abiertas para protegerme del frio, mis pulmones se quedan sin aire me piden separarme de él pero lo que estoy sintiendo en todo el cuerpo es completamente gratificante para no interrumpir, me niego en rotundo, John también lo hace su brazos se vuelven fierros a mi alrededor haciendo que sientao un poco de dolor pero si eso necesita para esta seguro de que sigo y seguiré a su parlado no lo evitare.




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