Capítulo 5

Sus hombres debían pensar que estaba loco, ­pues estaba arrodillado en la cama de un simple niño plebeyo, sin embargo su hermano menor, quien también había servido en palacio pudo reconocer al joven, e inmediatamente cayo de rodillas conmocionado, esos ojos eran únicos, ese escudo poco visto pero bien conocido, no lo podía creer, mas fue su impresión al ver entrar un joven muchacho a la habitación, los tres estaban conmocionados, pero ahora se les unian casi todos los hombres presentes, al ver a Finnian el principe bastardo, aunque sus ropas fueras sucias y gastadas, su rostro ahora mas maduro era inconfundible, era la viva imagen del emperador, todos estaban conmocionados pero a Elias poco le importaba el solo queria encontrarla a ella, se levando y con una voz mas segura prenguntó, ¿Dondé esta ella?, el Duque Finnian Bartolome de Bastiore,  salio de su estupor solo para chillár torpemente: ¡esta en el lago!, con esa información Elías los dejo a todos atrás con su estupor, corriendo atravez de los pasillos y el bosque, en la habitación todos estaban conmocionados Finn, se dejo caer suavemente en el suelo, todos los soldados arrodillados todavía, la posadera junto a tres soldados mas estaban de pie muy confundidos, el que saco a todos de su estupor fue el pequeño Tim, se levanto de la cama, recogio algunas cosas, y ordenó con voz fuerte, segura y clara:   
-Marco Augusto Elistofes El Lavile Conde de Litio, escoltadnos al Palacio de Cristal
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Elias corrio tan rapido que el pecho lo tenia a explotar, llego al lago en un tiempo sorprendente, observo la ropa en la orilla y se detuvo se acercó cuidadosamente y alli la vio tan hermosa como la recodaba incluso mas, Su cabello de negro con el cielo en la noche mas oscura, su piel como la mas fina seda, su hermoso y sonrosado cuerpo, sus hermosos ojos dorados, que lo observaban con incredulidad, el cayo al suelo aliviado, ella estaba viva, ella estaba entera, ella estaba bien, sus ojos se llenaron de lagrimas, pero en ningun momento dejo de ver esa figura que se acercaba corriendo a el, se tiro sobre el con tanta fuerza que callerón a la tierra, a ella poco le importaba su estado de desnudez total, en otro lugar y otro momento el la abria regañado, pero no en este momento, el se encontraba tan feliz, que bien podria estar rodeado de gente desnuda y ni le importaria, solo le importaba ella, esa hermosa criatura que tenia entre sus brazos, que juro nunca soltaria, ambos lloraban abrazados, estubieron asi varios minutos, Artie fue la primera en recuperarse del Shock, de un momento a otro empezo a besar a Elias, a su El, su caballero adorado, el no se quedo atras correspondio los besos con igual amor, entre besos y abrazos estubieron mucho tiempo, tanto que el frio se intesificaba, y solo cuando Artie empezo a tener frio, fue que El la mando a vestir, Artie estaba reticente queria quedarse entre sus brazos, al final fue el quien se quito su capa para  cubrirla, pero sin embargo cuestino con aire reflexivo:
-¿Es que tu nunca me obedeceras cierto?.-Inquirio.
-¿De que hablas?.-preguntó haciendose la tonta.-Siempre te obedesco sin rechistar.-declaró con seriedad.
-Querida, ¡como puedes ser tan descarada!, estas totalmente equivocada tu nunca me has obedecido, pequeña descarada y mentirosa.-declaró sonriente.
-Como puedes decir eso.-declaró ofendida aparentemente.-como sea aun si estubiera equivocada, siempre tengo la razón.-Comento sutilmente, pero muy sonriente, para terminar sus palabras con un suave beso.
-Aunque estes equivocada, siempre tienes la razón.-recitó como un lema muy sonriente.-Tanto tiempo ha pasado que no he recordado tus lecciónes de logica, lo siento como siempre llevas la razón y siempre la tendras.-declaro solennemente, dejando que ella hiciera lo que quisiera muy sonriente, complacido, habia pasado tanto tiempo que olvidaba que ella siempre ganaba, su logica perfecta era infalibre, y el siempre estaria de acuerdo con ella.
-Exacto, Sabes deberia tener Vergüenza, pero aqui contigo y entre tus brazos, siento que estoy segura, no me importar estar desnuda, no me importa nada, ¿tal vez deberiamos empezar a hacer un bebé?.-Inquirió seria.
-Pequeña muñeca maquivelica y descarada.-regaño muerto de risa Elias, Artie era asi tan espontanea, tan engañosa, solo el podia reconorcer cuando hablaba encerio y cuando no, era verdad que estubiera comoda en sus brazos, esa pequeña descara siempre habia tenido cero vergüenza hacia el, siempre tentandolo, siempre exiviendose, siempre probando su resistencia, ella sabia que el no le tocaria un pelo hasta que estubieran casados, pero disfutaba tentarlo hasta que callera en sus redes, consiguiendo poco a poco mas afecto fisico, de besos a caricias, de el que lo maximo que hacia era darle abrazos reconfortantes y llamarla cariñosamente, sin embargo en ese momento la tentación era demasiado grande, si hubiera sido de otra forma en otro momento que ella se arrojara asi sobre el desnuda, talvez no se hubiera podido resistir, ella lo sabia por eso disfrutaba pinchandolo, recien habiendola encontrado, comprovando que estaba bien, lo ultimo que pensaba era llevarsela a la cama, aunque le facinaba la idea de un bebe, le tentaba de sobremanera la forma de hacerlos tambien, sus descaradas palabras le hicierón ver que era hora de marcharse y volver a palacio, la dejaria comoda en su habitación, entre las sabanas creadas entre los dos, en el paraiso creado para y entre los dos, luego marcharia a la posada tenia muchos asuntos que atender, habian aparecido los heredos, pero ahora el camino a la corona sera largo, el tendria que buscar la forma que todo el proceso no afectara a su querida Artie, de paso ya era hora de empezar a preparar la boda, si seria la boda de los sueños de Artie no bastaria ni un año para planear y preparar todo, le informo que era hora de ir a palacio, ella se libero de sus brazos y se vistio, pero por alguna razón estaba colorada, no creia que fuera de vengüenza, se preguntó si tal vez el clima la estaria afectando, la cargo estilo princesa, la llevo todo el camino hasta la posada, gran parte de su sequito no estaba incluyendo a su hermano, seguramente llevarian a sus altezas a palacio, llevo a la princesa hasta su caballo y recordo, que ha ella no le gustaba especialmente montar, menos de noche, un primo cercano murio una tragica noche montando a caballo, no vio un arbol y se esnuco, desde entonces ella no montaba y no le gustaba que otros montaran en la noche, el mismo tubo que quedarse varias noches en palacio por que habia anochecido, aunque su salida fuera corta, no queria hacerla asustarse o sentirse incomoda, la llevo de vuelta a la posada, ya partirian en la mañana, ordeno algunas cosas a Theos y se adentro a la posada con ella en brazos, se sentia avengonzada, desde su desastrosa apariencia, mal vestida, sus manos destrozadas, su cabello enredado, escondio su cara en el pecho de Elias, este camino directamente a una habitación, que ella sabia era la mejor, pero ¿como?, ella recodaba que esa habitación estaba ocupada por el pobre hijo del marquez, Elias la recosto en la cama, y se arrodillo aun lado de ella, tomando su mano deposito un suave beso en el torso de esta, diciendole suavemente:
-Pasaremos la noche aqui, se que no te gusta montar de noche, si quieres algo solo pideló, lo conseguire en seguida.- Ella lo pensó y solo pidió comida, el bajo rapidamente con una leve inclinación de cabeza, ella solo se recosto en la cama, pero estaba muy cansada irremediablemente se quedo dormida. 
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Elias no entendia si Artie habia cocinado y estaba seguro que esa comida era preparada por ella, ¿por que estaba hambrienta?, pensó que le pediria un vestido o algo asi, que Artie le pidiera comida era extraño, tenia un apetito singular, comia por placer, pero nunca por que tubiera apetito, comia cuando tocaba o se le llevaba, nunca tenia hambre, aunque una vez estuvo casi todo el dia sin comer no se quejo, aunque la estupida niñera que olvido sus comidas si que fue castigada, fue una suerte que el propio chef y algunas sirvientas se dierón cuenta, que la comida de la princesa estaba inctata, por despiste de la niñera una joven Artie de 5 años se quedo sin comida, por mas de 14 horas, pues la niña no compartio mesa con sus padres hasta que tubo 7 años, y sus modales fuerón perfectos el protocolo era muy regio en esos menesteres, la tonta niñera olvido decir que estaria revisando los estudios de la princesa, pero sin ella, la joven se quedo en su cuarto todo el dia, pues despues de arreglarla las doncellas se marcharón, era deber de la niñera observar los modales de la princesa asi que ella misma tomaba los alimentos de la entrada donde la dejaban las sirvientas, entregandoselos a la princesa con indicaciones de como consumirlos, pero como la niñera no estaba la princesa se dedico a jugar y observar por la ventana, sin importarle los alimentos, era de noche cuando la niñera fue sacada a rastras de la biblioteca de princesa, pues se le notifico a la emperatriz que la joven princesa no toco sus alimentos en las tres ocaciones que se le sirvio, fue informada por los guardias que la niñera no habia salido ni una vez de la biblioteca, lo cual era terrible pues la niña estaba sola, pues el servicio solo hiba si era llamado, la emperatriz interrogo a la joven Athanasia, la cual inocentemente revelo que habia pasado todo el dia sin compañia, sin alimentos, sin bañarse o estudiar sus lecciones, la emperatriz quedo horrorizada, envio a hechar fuera de palacio a la niñera, y la remplazo con tres niñeras mas, un doctor reviso a la niñas, estaba bien, pero era mejor darle una cena ligera, afortunadamente la niña estaba perfectamente, pero eso lo hacia pensar, ¿por que Artie pedia comida?, llamo a Lotus, le ordeno interrogar al posadero en secreto, en la mañana tomaria varias desiciones, ordeno a la posadera comida, y un buen trozo de pastel, esta se lo dio enseguida, aunque lo observaba confundida, intimidada, admirada, el la ignoro despues veria que hacer con todo lo que habia pasado, llevo la comida hasta Artie, pero ella estaba dormida, se acosto a su lado no la dejaria sola, nunca mas, seguro que cuando se enterara que tenia intenciones de dormir con ella todas las noches le daria la alegria de su vida a esa pequeña desvengonzada, tenia mucho que hacer pero no queria dejarla sola, ademas estaba agotado, mental y fisicamente, se acosto a su lado, la abrazo, se durmio admirando su rostro como hace tanto tiempo no hacia, mañana seria otro dia, tenia mucho que hacer, pero esta noche dormiria como un nunca antes, entre los suaves brasos de su princesa amada, su adorada y amada Artie.
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Marcos estaba inquieto su hermano no habia llegado todavia, no creeria que su honorable, correpto, aticuado y consevador hermano, estubiera con la princesa por ahi, el se sentia sobrepasado por los acontecimientos, nunca espero encontrar a los principes perdidos en Ambrosi, ¡era la ciudad mas segura de Sonmburtria!, al final decidio dar un vuelta, el joven principe fue escoltado hasta su habitación en la torre norte, y el principe bastado hasta la torre sur, o esas fuerón las indicaciones del mayordomo, las habitaciones eran explendidas, ambos se adaptaron rapidamente, poco despues de marcharse dejando a todos sorprendidos, pues no habian dado ninguna explicación, la posadera que habia corrido detras de Elias, habia regresado cuando ya habian estado casi marchando todos listos subidos a los caballos, trato de decir algo, pero ellos marcharon sin escucharla, los balbuseos de una plebeya no los detendria de su marcha hasta el palacio era lejos y los principes estaban deseosos de marcharse, estaban agotados, de hecho ambos estaban ya dormidos, mientras el estaba preocupado, entreno con los escoltas de su hermano, recorrio el castillo varias veces, al final decidio irse a dormir, su hermano tenia la mitad de su guardia era poco probable que le pasara algo malo, mañana volveria a primera hora a buscarlo a la posada.
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