El, ya habia conseguido todos sus nuevos caprichos, carros llenos de todo tipo de hermosas telas, desde guantes simple ha elaborados con oro, plata, incluso diamantes, joyas en guantes que estravagancia, seria un reto utilizar esos, sin contar los largos y hermosos vestidos, por suerte El, tenia un gusto impecable, todos eran hermosos, perfectos, le encanto que todos fueran adaptados a su nueva medida, aunque con lo que comia, en un mes no le serviria ninguno, las joyas eran explendidas, El, se aseguro de todo al desaparecer, en Ambrosi, estaba todo, sus recuerdos, sus joyas, sus vestidos, pero estos ahora no le servirian de mucho, pasaria un tiempo antes de poder usar sus viejas cosas, por suerte su salón armario, era suficiente grande para guardas todo lo que quisiera, seria una lastima no poder usar galas tan magnificas, muchas de ellas que jamas uso, observo por los ventanales, llegaban mas carros, pero uno de ellos tenia cosas de hombres, sonrió, su adorado futuro esposo recordo a sus hermanos, lo observo descargar el mismo un hermoso cofre de cristal, era explendido, el sabia muy bien cuales eran sus gustos, desde niña tenia afición por el cristal, le encantaba por eso mismo su palacio era su sueño hecho realidad, espero con paciencia de pie observando todo, siempre le parecio increible la forma de ignorar todo lo que no le importaba, es decir todo lo que no tubiera que ver con ella, Finn observaba tambien el despliege de carros llenos, estaba en el suelo descansando todos los demás estaban de pie, firmes, dudaba que en presencia de El, alguno se relajara, observo detenidamente cuando El se detuvo, todos a su alrededor se detubierón, los soldados estaban nerviosos pues sus ojos estaban fijos en ellos, los soldados se abrierón formando un camino, directo a Finn, El lo observo detenidamente, luego simplemente siguio su camino, Finn estaba aturdido, tanto asi que se levanto poco a poco, antes de que estubiera de pie totalmente El lo ignoro, ella esperaba donde estaba no se moveria, El ya sabia que estaba alli, sintió los suaves toques de las rodillas contra el piso, un caballero del jasmin, estaba a sus espaldas, recordaba como El ordeno hacerlo, por que siempre era asustada por los silenciosos caballeros, todos ellos con practicamente la misma función nunca dejarla sola, su querido prometido pasaba casi todo el dia con ella, cuando no un par de caballeros estaban detras de ella, todo el dia nunca tenia un minuto a solas, recordo el dia de su secuestro esa noche, murierón varios guardias y dos caballeros del jasmin, todo palacio era un desastre de sangre, el hombre que debia matarlos los salvo, abandonandolos en Ambrosi, pero con sus vidas intactas, escucho el suave sonido de sus botas, su caminar que entonaba una canción, tan elegante como la primera vez que lo habia conocido, escucho su voz llamandola, giro su cabeza lentamente, estaba de pie a unos pasos de ella, con el cofre en sus manos, asintió, luego levanto una mano, llamandoló, el se hacerco, deteniendo a un lado a la par de ella, los grandes ventales eran tan amplios que cinco personas podian mirar al mismo tiempo, los soldados abajo continuarón con su entrenamiento, su hermano en medio, Finn estaba otra vez de pie, pero ahora los soldados eran mas agrecivos, tres de ellos, contra su hermano, alguna vez fue testigo de como Finn derribaba a cuatro hombres el solo, pero eso hace tiempo, su padre todavia estaba vivo, Finn era entrenado correctamente todo los dias, su hermano cayo, un par de soldados empezarón a patearlo, solo pronunció una palabra, "Solucionalo", pero era suficiente para cambiar toda la situación de su testarudo hermano, nadie lo obligaria a bajar el entrenamiento no era su obligación, asi que el mismo bajo por su propia voluntad, El era muy rapidó, en un momento estaba a su lado, al siguiente estaba colocandole su capa a Finn, interesante forma de arreglarlo, ahora Finn formaria parte de su guardia, de haber sido un principe legitimo habria sido una ofensa, pero por su condición de bastardo era un honor, los bastardos, podrian ser caballeros eruditos, pero nunca llegarian a un gran guardian, su lugar estaba en las bibliotecas, escondidos del mundo, siendo un caballero sin honor, pues en Sonmburtria un caballero que no pelea carece de todo honor, asi como no habia mayor honor que servir a la familia imperial, su hermano perderia su guardia al acender al trono ella o incluso Tim, pues ya no seria nada a los ojos de toda Sonmburtria, aunque era el Duque Finnian Bartolome de Bastiore no gozaba de nada mas que un titulo sin valor, ahora podria gozar de poder y prestigio, bajo ordenes del mismisimo General Imperial, pues Elias Samuel El Lavile, seria el proximo gran general imperial, despues de años sin uno, Sounmburtria tendria al mejor en los ultimos mil años, observo a Stella y Flora, entrenar a los soldados, en seguido supo era un castigo, pues recordaba bien, Flora era hermosa pero mortal, mostraba poco interes en todo, era muy fria, Stella era igual de hermosa pero tenia una vena sadica, le encanta causar dolor Cliff, Ian, Joy supervisados por Hector entrenaban en un aparte a su hermano, los trillizos eran tan energeticos, cada uno con una especialidad los tres eran terribles adversarios, observo que mas que entrenar parecia una clase teorica, pero su hermano estaba comodo, se notaba mas relajado, menos cansado o jadeante, Hector estaba relajado, Hector era el mas observador, siempre se podia contar con que precisara los mas absurdos detalles, relajada camino hasta la cocina, era inmensa preciosa, pero muy bulliciosa, tenia una cocina especial para ella en su ala, exclusiva para su uso, seguramente llena de todo lo que pudiera desear, pero no tenia ganas de cocinar, antes le encantaba, escapaba de otras clases para preparar dulces especiales de Armeria, pero depues de dos años cocinando sin parar, no queria cocinar en los proximos cinco años, camino hasta las grandes puertas de madera tallada, las palabras escritas en las puertas eran provervios Armerios de cocina, entro, todos se detubierón a verla, pensó que no la reconocerian pero se equivoco, escucho a Misha llamarla suavemente con su cara palida, todas las demás tocarón lo que tubierón en mano y se lo arrojarón, llamandola de todo, perra, puta, zorra, Tasia estaba cubierta de huevo, harina, azucar, mermelada, fresas, remolacha, y otras cosas, Vivviane, Theos y Lotus, entrarón de inmediato evitando que gran parte de las municiones dieran en ella, pero eran demasiadas, Vivviane la tomo en brazos sacandola de ese lugar, la unica que podia tocarla era ella, por eso los caballeros del jasmin, tenian tres damas, doce caballeros entre ellos tres Caballis, damas caballero, aunque estas detestaban que no se les tratara como a un caballero hombre, por eso incluso se les contaba y trataba como a cualquier caballero, olvidando su nombre de fundación Caballis, aunque eran mas solicitadas en guardias para damas, tenian incluso mas entrenamiento que los caballeros normales, Sintió el momento en que El aparencio, Vivviane la dejo en el suelo, mientras relataba como una autonoma todo los hechos, el se hacerco ordeno algo a Vivviane, esta se marcho, ella fue tomada en brazos por El, escucho la orden de llevar agua a su habitación, el pobre Theos estaba sonrojado, Drake estaba nervioso mirando a todos lados, y Robin el caballero de barro como ella recordaba, solo mantenia su mirada fija en el piso, El la llevo hasta su habitación, la ayudo a desvestirse, incluso la ayudo a lavarse, ahora era ella la sonrojada, siempre le pedia cosas asi para verlo sonrojado, pero el nunca habia accedido no tenia vergüenza según el, pero la verdad aunque no la dijiera era que estaba bastante sonrojada de Vergüenza, ella termino de lavar su partes intimas sola, rapidamente, si El tambien lo hacia se desmayaria, parecio no tomarle importancia empezando a lavar su cabello a fondo, cuando termino busco un paño, envolviendo su cabello, para despues levantarla envolviendola en un gran paño blanco, las sabanas eran blancas las de su noche de bodas recordo, ¿tal vez El la estaba preparando para hacerla suya esa misma noche?, despues de todo el nunca la habia bañado, menos tomarse tantas libertades, aun con su consentimiento, ahora incluso empezaba ha aplicarle cremas por todo el cuerpo, luego aceite, cada vez que sus manos pasaban por su senos, se estremecia, cuando su mano se adentraba entre sus muslos su corazón se aceleraba, pero el solo aplicaba crema tras crema, loción tras locion, aceite tras aceite, luego la vistió, ella no compendia nada, su primoroso traje de dormir le quedaba estupendo, pero por que la vestia, no deberia estar desnudanse el, ella poco compendia haci que se mantuvo en silencio, despues de estar vestida, empezo a arreglar su cabello, pinandola con delicandeza, la acosto en la cama dejando casi sentada de tantas almohadas, tocarón la puerta, El ordenó que pasaran ella no tenia voz, un espectacular banquete ante ella, Vivviane quien habia traido la comida estaba sonrojada, ella misma se sonrojo mas al observarla, debia parecer una escena de los mas indecente, El acomodo la comida frente a ella, observandola comer, mientras el comia un poco picando una pequeña cantidad de todo, cuando terminarón de comer Vivviane se macho con los platos ya vacios, El entro al baño con su ropa de dormir, ella estaba muy nerviosa, ¿seria esa la noche en que considiera un bebé?, minutos despúes El salia del baño con su traje de dormir, su cabello todavia mojado, un paño en su cuello, el seco su cabello, gota tras gota que desaparecia, ella estaba cada vez mas nerviosa, ¿esa noche su sangre virginal mancharia las sabanas diseñadas para su noche de bodas?, aunque la verdad no le importaba, amaba a El, un anillo no cambiaria eso, sabia que El era muy correcto por eso disfrutaba siendo picara, ahora esta roja, pero si El queria hacerla suya, ella no lo detendria, con gusto pasaria toda su vida en sus brazos, El podria hacerle el amor cuando quiera ella nunca lo detendria seria suya siempre, El era el unico al que se lo permitiria, cuando se acerco a la cama se relamio los labios nerviosa, El se acosto a su lado, la abrazo, y ¿cerro los ojos?, su paciencia terminó.
-Se puede saber ¿Que haces con los ojos cerrados?
-Dormir, desde ahora dormire aqui, siempre a tu lado querida, ¿algun problema? ¿te incomoda?.-preguntó no le paso por la mente que ella no estubiera de acuerdo, pero si no lo estaba dormiria en su puerta, no la dejaria nunca sola de nuevo, pero nunca tampoco la incomodaria.
-¿problema?, no, no me encanta la idea, pero ¿no me haras tuya?, pensé que esta noche me harias tu mujer, que pasariamos toda la noche haciendo el amor, que comensariamos a hacer bebés, depues de todo me has hecho todas esas cosas, pensé que me estabas preparando para tomarme.-inquirió sonrojada.
-querida mia, recuerda que tu misma estableciste mi castigo, tu cuerpo desde ahora es mi responsabilidad, pero no me pertenece, todavia, lo tratare con adoración, querre tomarlo entre mis manos, besarlo poco a poco, pero no podre, ¿no era ese mi castigo?.
-¡No!, es decir si, atenderme era tu castigo, contenerte no, ese seria un castigo muy duro, además toda esta preparación pensé que estariamos juntos esta noche.
-esta y todas las noches estaremos juntos, querida.
-no me refiero a eso, me refiero a que empezariamos a hacer bebés, a hacer el amor.
-Artie querida, sabes bien que todavia no estamos casados, ya tendremos muchos bebés, lo prometó, tendremos dos meses de luna de miel, cuando volvamos estaras embaraza, no te levantaras de la cama durante dos meses, luego de nuestra luna de miel, huiras de mi, pasaremos horas haciendo el amor, si querida, no te disgustes, tienes ojeras ven abrazame, dormiremos abrazados, solo sera menos de un par de años.
-bien, pero sabes que tratare de tentarte hasta nuestra boda ¿cierto?.
-lo imaginaba pero sera un justo castigo, has pasado muchas cosas por mi culpa, mi deber era protegerte, ahora recibire de ti mi mas dulce y cruel tormento, me parece justo, lo aceptare gustoso.
-¿me haras lo mismo todos los dias, baño, aplicarme cremas, aceites, lociones, peinarme, dormir conmigo?
-si, es mi placer y mi castigo, atenderte.
-sera mejor que duerma un rato pero ¿y Vivviane, Theos y Lotus?.-preguntó por sus escoltas.
-estan ocupados, les ordene agunas cosas, cuando despiertes Flora, Robín Y Theos, estaran a tu servicio.
-Vivviane y el caballero de barro, digo Robín, ¿cuanto tiempo llevan contigo?
-Vivviane poco mas de un año, Robín solo unos meses pronto cumplira cuatro meses a mi servicio, ¿pero por que le llamas el caballero de barro?
-mientras trabaja en la posada se quedo una noche, llego cubierto de barro, muy enojado por cierto, tiene una boca, no le gusto que un capitan, lo revolcara en el barro, fue fastidioso limpiar todo ese barro.
-Lo siento Artie, sin saberlo te di mas trabajo, Robín es muy fuerte pero es casi tan sadico como Flora, estuvo apalendo a soldados recien acendidos, ya sabes antiguos escuderos, le di una lección sumergiendolo en barro tres veces, para que tubiera conocimiento de como se siente, no me estraña que estubiera enojado, no queria que ensunciara las alfombras, se lo que te encantan las doradas del Hall, asi que para que no ensuciara el palacio y te molestaras si te enterabas, lo mande a la posada, ironicamente solo te carge de mas trabajo sin saberlo, lo siento, ahora que te tengo aqui, considerame tu esclavo, castigame como quieras.
-que tonteria, siempre fuiste mi esclavo, tu castigo, ya lo impuse, solo que ahora sera por siempre tu deber mi cuerpo, no piendo aplicarme yo misma una crema nunca mas, ni desnunarme o bañarme tampoco.
-como desees.-obedeció sin chistar.
-Vamos a dormir, tienes razón he dormido poco, abrazame y dame mi beso de buenas noche.
-dulces sueños preciosa.-susurro a su lado suavemente
-soñare en tu cuerpo desnudo.-declaró picara, acurrucando mas cerca.
-pequeña picara.-rió el mientras la abraza suavemente, entregandose a los brazos de morfeo, era de dia todavia, pero ambos durmierón como nunca antes, tan en paz, tan en armonia, que parecia que estaban en su propio mundo.