En los días posteriores a la conversación, Eliana recibió una extraña carta donde decía que tenía que presentarse a solucionar unos problemas judiciales en su antigua ciudad, los herederos no querían dejarla ir sola puesto tenían miedo que le pueda pasar algo grave, ya que no tenían ni idea cuanto sabían sus enemigos sobre el poder de la sangre de la joven, Michael y Jeyson habían decidido acompañarla, cuando esa misma noche que recibieron la noticia y la noche que se suponían que viajarían, la ciudad no solo donde se encontraban los humanos sino también la ciudad de los lobos y vampiros fueron atacada por vampiros y lobos que no fueron percibidos por los guardias de la ciudad, así que mandaron a la joven con dos de sus guardias de confianza al viaje, mientras ellos se quedaban a pelear con los suyos.
Después de tener todo bajo control los herederos se reunieron con sus padres en el área común a discutir las bajas y posibles repercusiones que les iba a traer, aparte de maquinar nuevas estrategias de ataque y defensa para una nueva posible guerra, cuando sonó la puerta.
Esa noche después de tener todo en orden los herederos y sus padres fueron a descansar a sus respectivos hogares para estar más cerca de los suyos o al menos eso pretendían hasta que un nuevo ataque se suscite.
Jeyson se encontraba acostado en su cama sin hallar el sueño, pensando en nuevas estrategias y en su mate cuando llaman a su puerta.
La joven estaba vestida con una bata de seda color rosa totalmente ceñida a su cuerpo el cual reflejaba que no traía nada debajo, el cabello suelto, sus senos mostraban sus pezones completamente excitados y sus labios con un brillo que lo hacían ver totalmente besables.
Ella enrolla sus piernas en su cintura, sin dejar de besarlo mientras el lobo se deja llevar por sus instintos besándola apasionadamente, queriendo destrozarle piel en ese beso, la lleva hasta su cama depositándola en ella, la mira cuidadosamente creyendo que era un sueño, mientras ella le sonríe, el lobo vuelve a besarle los labios, el cuello, pasando suavemente su manos por debajo de su bata rozando sus piernas blancas y largas mientras la joven gime en cada sentir, sube su mano temerosamente y siente el húmedo de su amada poniéndolo cada vez más duro, se separa de ella para quitarle delicadamente la bata mirando el cuerpo desnudo de la joven, ese cuerpo blanco de figura celestial, ese cuerpo de la mujer que se mordía los labios mientras él la miraba se acercó nuevamente a besarla y dispuesto a hacerla completamente suya, empieza nuevamente a besarle los labios sin dejar caer su cuerpo en ella, baja por su cuello hasta llegar a sus pezones los que estaba duros y esperando a ser mordidos y mamados por el lobo cosa que él hizo lamió, mamó y mordió cada uno de sus pezones tomándose su tiempo mientras sus dedos bajaban hasta el sexo de su amada volviendo a sentir su humedad dos de ellos abrieron su pliegues mientras ella gemía diciendo…