Herederos: El PrÍncipe De Hielo

XXII

Josabet

Escucho voces, las reconozco, es mi hermano y... Hale, pero al mismo tiempo escucho gritos y disparos, es imposible entenderlos y no importa lo que haga no puedo comunicarme con ellos, es tan frustrante, no entiendo dónde estoy, ni tampoco que es lo que hago aquí, en momentos siento calor, y al segundo tengo frio, todo esto es muy extraño.

Puedo sentir el olor de pan recién horneado llegar hasta a mí, se me hace agua la boca, como si hubiera pasado una eternidad desde que comí, quizá un par de horas cuando lo hice con Lyris, o no. Como fotografías se aparecen ante mí, imágenes de mi hermano y Hale, también Seth cargando su fusil, nada de esto tiene coherencia, hago intento de abrir los ojos pero no puedo, intento mover mi mano, pero tampoco responde, comienzo a asustarme, esto debe ser una pesadilla, eso es todo, en unas horas despertaré como si nada y todo estará normal...

Siento que alguien levanta mi mano, su tacto es algo áspero por lo que no estoy segura quien es, las acaricia con delicadeza, y lo escucho suspirar en repetidas ocasiones, la curiosidad puede conmigo, pero mis ojos no se abren, comienzo a sospechar que esto es una broma de mal gusto.

―Josabet, ya has dormido suficiente ¿no crees? ― dice y me quedo helada, reconozco esa voz, podría hacerlo incluso en un lugar lleno de gente, aunque ahora es mucho más ronca y grave es la voz de mi Bob, cada vez entiendo menos que es lo que está sucediendo aquí.

―Por aquí ― dice Seth, luego que el intercambio de balas nos haya dejado cortos de municiones, aun no entiendo cómo es que todo esto termino así, sé que Hale y Bob vienen detrás de nosotros, las balas pasan muy cerca de nosotros en cualquier momento nos darán, tenemos que encontrar un escondite, pronto. Siento mis piernas quemar, la nieve hace aún más difícil poder correr, estamos perdidos.

El bosque es espeso en este lado, los arboles algunos de ellos han permanecido aquí, durante cientos de años, sus troncos son gruesos y fácilmente nos cubren, el sonido de los disparos nos persiguen, escucho un grito ahogado a mis espaldas, me vuelvo y veo a Bob caer en la nieve, rápidamente esta se vuelve roja, no lo puedo evitar corro hacia él cuando un grito desesperado de Hale, me toma por sorpresa, estoy en medio de ambos, Bob aún se mueve, pero temo lo peor por Hale que yace inerte en la nieve.

― ¡Cuidado!― escucho a Seth gritarme, pero es muy tarde, siento unas manos rodeando mi cuello, el aire comienza a faltarme, siento el miedo recorrer cada centímetro de mi cuerpo, no tengo oportunidad de verle la cara, pero su voz, me dice que este es el fin, nuestro fin.

―Pensaste que poniéndome tras las rejas, ¿podrías librarte de mí? ― dice con desprecio ese hombre que durante años se hacía llamar mi padre, ríe despiadadamente ― No importa lo que hagas, siempre tendrás en tus venas la sangre Barrier, siempre serás una de nosotros, mocosa estúpida.

Siento que me quema la garganta y el pecho, el dolor es insoportable, siento como si la cabeza me fuera a explorar en cualquier momento, veo de reojo como Bob se lanza sobre haciéndolo que me suelte, a partir de este momento todo pasa en cámara lenta, me suelta enviándome lejos, el aire entra de golpe pero antes que lo pueda asimilar siento una punzada aguda detrás de la cabeza, no entiendo que pasa o porque, todo lo se vuelve negro a continuación.

La voz de Hale se mezcla con la de Bob, hay momentos en que entiendo por qué están ambos aquí, como ahora, y otros en los que no tengo ni la menor idea que pasa, he perdido la noción del tiempo, no puedo moverme y esto se vuelve frustrante, no importa cuanta atención ponga a lo que dicen, no sé si la próxima vez que tenga conciencia lo recordare.

― Es posible que dentro de su inconsciente aun esté en el momento en que sucedió todo, en todo caso podríamos decir que su estado ha pasado de un grado tres a un grado dos, donde su cuerpo está tomando conciencia de lo que su cerebro pasa ― es una voz de hombre, no la había escuchado antes, pero imagino que debe ser un médico, me gustaría decirle que tiene razón, tengo conciencia, pero mi cerebro no conecta con lo demás de mi cuerpo, mierda, no sé por cuánto tiempo más ― Es posible que episodios como hoy se vuelvan a repetir, pero esto no significa que despertara pronto.

¡Maldito sea! Lo estoy escuchando sabe.

― ¿Vieron eso? ― pregunta Bob, noto emoción en su voz, pero no se de lo que habla ― Jodida mierda movió la maldita mano.

―Esa boca ― digo... no, lo pienso, siento una ligera picazón en la garganta, escucho exclamaciones pero no puedo abrir los ojos.

Todo se queda en silencio de repente, o soy yo la que se ha «desconectado».

―Señorita Josabet puede usted escucharme ― pregunta la voz masculina, es bastante bonita, y si puedo escucharlo fuerte y claro.

―Ha escuchado muy claramente cuando maldije, debe escucharnos en este momento ― comenta Bob lo escucho más fuerte por lo que creo que debió acercarse más.

―Puede ser que haya sido un lapso, puede que siga ahí como no ― comenta el hombre, estoy perdiendo la paciencia con todo esto ― pero claramente es una señal de mejoría, debemos tenerla en observación los siguientes días.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.