“ISSA”
🌊❄❄🌊
Liam
Luego de abandonar las catacumbas, los reyes dieron por finalizada la ceremonia y todos los invitados salieron de la fortaleza, nadie dijo nada, ni siquiera Amirah o yo, solo nos quedamos en silencio, esperando el momento oportuno para hablar. No tardamos mucho en llegar a su habitación, y es allí, donde todo se va al carajo.
—¡¿Que rayos fue eso?! —Grito sin moderación. —Amirah, ese era el cuerpo de tu hermana, la que se supone murió hace “tres” años. —La rubia camina con lentitud hasta el mueble de su habitación, quita el enorme collar de su cuello y se sienta, cerrando sus ojos en una expresión de cansancio.
—Mi madre no pudo lidiar con el dolor de perder a su primogénita, así que en vez de colocar su cuerpo en un sarcófago y realizar el ritual para que su alma pudiera trascender…—Hace una pausa, mirando a la nada. —Ella decidió poner el cuerpo de Cleo en un sarcófago de cristal y usar un hechizo de preservación, uno que dura exactamente un año, es por eso que anualmente lo hemos renovado, se necesita de mucho poder para realizarlo, y aunque las familias auxiliares se desconcertaron mucho cunado mi madre les ordeno participar, no tuvieron otra alternativa más que hacerlo. —Su mirada sigue perdida en la nada. —Yo tampoco quería esto para mi hermana, ni siquiera mi padre estaba de acuerdo, pero la autoridad de mi madre, más el sufrimiento de haber perdido a su niña, lo orillaron a aceptar. —Me siento sobre la cama, procesando todo.
—Amirah, algo pasó en las catacumbas, luego de que finalizaran el hechizo. No sé explicarlo, pero fue como si pudiera sentir la agonía de tu hermana. —Hablo con cautela, no quiero presionar un botón que haga explotar a mi amiga.
—¡¿Que?! —Cuestiona con sus ojos sobre los míos. —Liam, eso es imposible, lo que hay en esas catacumbas no es mi hermana, solo su cuerpo… ¡Sin vida!, ¡Sin emociones! —Termina de decir un tanto alterada.
—Tienes… Tienes razón, debieron ser los nervios combinados con la sorpresa. —Me corrijo, definitivamente no es momento para esta charla.
—Sabes, cambiemos de tema, suficientes lagrimas por un día. —Se limpia su rostro y camina hacia su vestidor para poder quitarse su vestido.
—Como digas. ¿De qué quieres hablar? —Le sigo el juego a mi amiga, es mejor así.
— Qué te parece… ¿Por qué no me constaste que te gustan los chicos? —Contesta desde el interior de su vestidor con un tono socarrón. Ruedo mis ojos y me dejo caer sobre su cama.
—Ya te lo dije, nunca preguntaste, sin mencionar que no me parece que sea algo que deba ir diciendo por el mundo, digo, si es parte de mí, pero hay cosas mucho más importantes que saber sobre Liam Amnis. —Concluyo, usando mi verdadero nombre por primera vez desde hace mucho tiempo.
—Lo sé, y no me malinterpretes, solo lo digo porque me emociona saber que ahora podemos hablar sobre chicos, —Continúa hablando con voz cantarina. Mis ojos vuelven a rodar.
—¡Oh vamos!, eso es un cliché, ¿Quién te dijo que quiero hablar de chicos contigo? —Bromeo.
—¿Entonces no quieres? —Pregunta asomando su cabeza por las puertas del vestidor.
—Claro que quiero, solo digo que ese no debería ser el primer pensamiento que venga a tu mente cuando descubres que a tu amigo le gustan los chicos. —Defiendo mi filosofía. —Pensé que eran una raza más evolucionada. —Culmino con una sonrisa.
—Sabes, analizas todo demasiado Liam. —Dice saliendo con un vestido de pijama. —Dime, ¿Te has fijado en alguien de la academia? —Pregunta subiendo sobre la cama.
—Sigue siendo cliché. —Repito. —Y puede que sí, pero creo que ya acepté el hecho de que es algo que no sucederá. —Por primera vez lo digo en voz alta, y al doble, ya que prácticamente estoy admitiendo que me gusta Zephyr, y también que nada pasara entre nosotros.
—¿Qué?, ¿Quién es? —Pregunta con una sonrisa.
—No te lo diré. —Cubro mis ojos con mi brazo.
—Vamos, con el único chico que interactúas es Sebás, y todos sabemos que él se muere por Ashanti, la única que no lo ve es ella, sin importar cuan feo se escuche. —Admite con gracia en su voz. —Luego de él solo quedan los otros chicos del edificio…
—Amirah…—Trato de detenerla.
—Y podemos descartar a Nil porque lo odias, a Demian porque no eres un asaltacunas, apenas soportas a Aiken y pues Zephyr… pues no. —Dice ella con una risita, pero no contesto nada, solo me quedo sobre su cama con mis ojos cubiertos, pero soy capaz de sentir su mirada sobre mí. —Porque no es Zephyr, ¿Cierto? —Vuelve a preguntar, pero sigo sin responder. —¿Liam? —Pregunta de nuevo pero esta vez su tono es serio.
—¿Y que si fuera él? —Respondo levantándome de la cama. Ella me mira sorprendida.
—Pues nada, pero me alegro de que te hayas dado cuenta por ti mismo que nada podía ocurrir entre ustedes. —Peina su cabello como si nada.
—¿A qué te refieres con eso? —Cuestiono con mis brazos cruzados, es obvio que me pongo a la defensiva.
—Pues él es un heredero. —Dice sin apartar sus ojos de los míos.
—¿Y yo soy un don nadie? —Respondo con mis cejas enarcadas.