Herederos, Origenes (lgbt) (editando)

CAPITULO 13

“BLACKMOON”

🌊❄❄🌊

Liam

Trate de seguirle el paso a Amirah, cuando trato de explicarme a donde rayos se había ido, pero no entendí nada de lo que dijo, pero siendo justos, ella hablaba quinientas palabras por minuto, corría como una loca por los pasillos, tiró todo lo que pudo a su bolso y no trajo de nuevo a la academia, todo con su pijama y su bata aun puesta y cubierta de arena de los pies a la cabeza, así que decidió usar un hechizo de conexión para mostrarme todo lo que vio, escucho y sintió en ese lugar. Debo admitir que la jaqueca que me produce procesar toda esa información es horrible, ni si quiera termino de concebir la idea, de que la mujer con la que compartí mesa pudo hacer algo tan horrible.

Pero igual tengo mis problemas, algo pasa conmigo, por alguna razón mi conducta esta fuera de control, casi lloro como un niño cuando no podía encontrar a mi amiga, pero el sentimiento se esfumo en segundos, se lo comente a la rubia, así que decidimos ir con Tristán en busca de ayuda.

Al llegar a nuestro edificio todos se encuentran desayunando, y no se molestan en disimular sus caras de gracia al vernos, las risas llenan la habitación, y no los culpo, yo aun llevo puesto el traje que Amirah me prestó, mostrando más piel de la que debería y Amirah parece que fue arrastrada con su pijama por medio desierto, todos nos miran de pies a cabezas, con grandes sonrisas, excepto por Zephyr, quien me mira desconcertado.

—¿Hay una fiesta de disfraces y no nos enteramos? —Pregunta Kenna con una sonrisa de oreja a oreja.

—Y yo que creí que no podían ser más patéticos. —La secunda Nil. Mi mirada recae en la rubia, esperando una reacción, pero solo les dedica una mirada de odio.

—Ve a cambiarte, te espero aquí dentro de cinco. —Murmura por lo bajo, luego entra a su habitación, ignoro a todos los demás y entro a mi habitación.

Trato de prepararme lo más rápido que puedo, tomo el primer uniforme que encuentro y entro en el baño, no pude dormir nada, y mi cuerpo comienza a resentirlo, en definitiva, hoy será un mal día.

Luego de limpiar cada parte de mi cuerpo, y vestirme apropiadamente salgo lo más rápido que puedo, para mi sorpresa todos siguen en la mesa, sin poder evitarlo me acerco para comer lo primero que encuentro.

—Te vez terrible. —Comenta Demian con una pequeña sonrisa.

—Ni lo menciones, peque. —Ruedo mis ojos. —Ayer fue un día intenso. —Lleno mi boca con una extraña pasta rosa, no tengo ni idea de lo que sea, pero no me importa.

—¿Y nos contaras que aventura tuvieron tú y la gatita? —Cuando estoy a punto de negarme, las puertas de la habitación de Amirah se abren de par en par, dejando ver a una versión de mi amiga totalmente renovada. Estoy seguro de que se arregló tanto apropósito.

—En definitiva, no es tu asunto, Kenna. —Contesta tomando una manzana de la mesa. —Ocúpate de tu vida, es lo suficientemente desastrosa, no hay necesidad de meter tu nariz en las nuestras. —Concluye la rubia, dando una mordida a su fruta. Todos la observan con atención, incluyéndome.

—Al parecer alguien afilo sus garras. —Contesta Kenna sin mortificarse por las palabras de mi amiga. —Dime querida, ¿Qué tal están tus padres?, ya sabes, por su perdida. —Todos los ojos se clavan en la pelirroja, todos advirtiendo que no pise ese terreno, pero a ella no parece importarle menos.

Amirah deja la manzana a medio comer sobre la mesa, y luego coloca sus manos sobre la superficie, deteniendo el peso de su cuerpo. Ambas chicas parecen tener una batalla de miradas, pero mientras Amirah parece querer aniquilarla, Kenna solo sonríe socarronamente mientras juega con un mechón de cabello.

—Vamos, Amirah. —Se une Nil a la conversación. —No es gran cosa. —Dice con una extendida sonrisa.

—Y aquí vamos de nuevo. —Agrega Aiken tirando su servilleta sobre la mesa. —¿No pueden dejar el drama fuera del desayuno? —Pregunta con disgusto.

—Chicos, paren. —Susurra Ashanti, sin apartar sus ojos sobre Amirah, al parecer la morena ve algo que nosotros no.

—¡Estoy harta de ustedes! —Exclama la rubia alejándose de la mesa.

—No es nuestra culpa que aún no sepas manejar los problemas de llevar una corona. —Finaliza la pelirroja observando con delicadeza su perfecta manicura.

Sin una palabra más Amirah vuelve a caminar directo a la mesa, pero esta vez azota el mueble con una de sus manos y pronuncia con enojo.

Quaestui—La comida en los platos de los guerreros (exceptuando a Zephyr) explota en sus rostros, cubriéndolos por completo de los que sea que estuvieran devorando.

Lo único que se escucha es un grito demasiado agudo por parte de Kenna y unas cuantas maldiciones por parte de los otros dos.

—¡Maldita perra! —Exclama la pelirroja levantándose de su asiento con todo su rostro y cabello cubierto con una mezcla de fruta y huevos, preparándose para abalanzarse sobre mi amiga, pero ella es más rápida y exclama una cosa más.

Obriguerunt. —Desliza su palma frente a los tres y quedan completamente inmóviles.

Demian, Zeph, Ashanti, y yo miramos atónitos a la rubia, que parece disfrutar la escena.




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