Herederos, Origenes (lgbt) (editando)

CAPITULO 18

“GRANATE IMPERIAL”

🌊❄❄🌊

Zephyr

Entramos a la habitación a paso muerto, sin saber que esperar, Anquira se quedó en la entrada vigilando. Lo primero que mis ojos logran ver son libros, en grandes cantidades, todos ordenados en libreros, en la paredes cuelgan enormes banderines, todo el lugar está decorado con cuervos y plumas negras: El símbolo de Erintha.

No sé cómo, pero Liam logro que mi rabia se esfumara, mis ojos buscan al pelinegro, quien mira con asombro el lugar. Solo mis antepasados saben cuánto le debo a este chico, envuelto en tanto misterio, apareció de la nada, y tras de él deja un rastro de paz y tranquilidad, es como si su simple presencia es un augurio de buena suerte.

Despertó una parte de mí que creí muerta, esa parte que yo mismo había enviado a lo más profundo de mi ser, sin pedir permiso la trajo de nuevo, dándome esperanza. Y aquí estamos, en un salón lleno de las pertenencias de la hechicera que me maldijo, buscando entender que carajos hizo en mí, y aunque trata de ser valiente, su rostro me dice que esta tan asustado de este lugar, que lo único que quiere hacer es correr tan lejos como pueda, pero no lo hace, y no hará, su deseo por ayudarme es más grande que su miedo. Y de nuevo, mi pecho se llena de una extraña calidez, ha estado presente desde el día que Liam me contó sobre quien es realmente, y desde entonces lo único que ha hecho es crecer, con cada gesto que Liam tiene conmigo, con cada palabra certera que dice, con cada estupidez que sale por su boca, incluso cuando son tantas que lo único que quiero es que cierre su boca.

Pase años acostumbrado al silencio, y ahora, con su invasión, con todo el ruido que genera, apenas y puedo creer que sería extraño el no escucharlo cada día.

“¿Qué carajos me pasa con este chico?”

—Este lugar esta tan atestado de magia oscura que resulta intoxicante. —Murmura Amirah sin dejar de ver cada detalle de la habitación.

—¿Magia de sombras? —Pregunta Liam sin entender el término. Amirah niega con su cabeza.

—La magia oscura es distinta a la magia de sombras, va en contra de la naturaleza y sus normas. No se trata de tu conexión con uno de los orígenes de la naturaleza, sino de poder puro que crece dentro de ti, hasta que pierdes la voluntad y terminas consumido hasta volverte un ser de locura absoluta. —Explica mientras toma uno de los libros y lo hojea con sumo cuidado. Liam rodea su cuerpo con sus brazos, y su ceño fruncido.

—¿Creen que eso fue lo que paso con Erintha? —Pregunto, tomando el primer libro que encuentro.

—Solo mira este lugar. —Contesta Liam, extendiendo sus brazos. —Esa vieja era una loca psicópata. En estos libros hay tanta magia maldita que podrías hechizar el mundo entero.

—En definitiva, los últimos días de Erintha estuvieron llenos de locura. —Murmura Amirah, sin dejar de ver el libro en sus manos. Miro la cubierta y resulta ser uno de los diarios de la maldita. —Su caligrafía es casi incomprensible, sus últimos escritos parecen más garabatos sin sentido alguno.

Continuamos buscando, Liam y yo revisamos cada libro de magia escrito por Erintha, mientras Amirah lee cada diario que encuentra. Mi ceño se frunce al leer la barbaridad de mierdas que esta vieja tenía en su cabeza, solo alguien sin sentimiento alguno sería capaz de crear magia como esta.

Torturas, maldiciones, conjuros oscuros, pena y horror. Es todo lo que contienen estos libros.

—Chicos, creo que encontré algo. —La voz de Amirah resuena en el fondo, la rubia con cara de una de las amigas de Liam está rodeada de decenas de diarios. —Erintha visito a mi madre, unos cuantos meses antes de mi nacimiento. —Dice, concentrada en el diario. —Y llevo consigo los papiros antiguos donde se describía el origen de la maldición de momificación.

—Eso no tiene sentido. —La interrumpe Liam. —Para ese entonces, Cleo seguía viva, tu mamá no tenía motivo alguno para revivir tal magia. —Los tres intercambiamos miradas, analizando los datos. —A menos que…

—A menos que ella hubiera planeado usarla desde antes—Finaliza Amirah. —Eso significaría que la idea de usar esa maldición como un castigo, no nació del odio y el rencor, como pensábamos. —Fija sus ojos a la nada, y en un último hilo de voz continua. —Trajo la maldición de nuevo porque simplemente le pareció correcto. —El silencio inunda la habitación, el único sonido que se escucha son nuestras respiraciones, hasta las paredes dejaron de crujir. Liam se agacha para estar al mismo nivel que Amirah, y toma una de sus manos.

—Las decisiones de tu mamá, no son las decisiones de tu familia. —Dice con suavidad. —Si ella inició todo este horror, entonces tú puedes acabar con él, puede que ella sea el presente del pueblo de las sombras, pero tú, Amirah, tu eres el futuro. —Amirah no aparta los ojos, los dos parecen compartir un juego de miradas que solo ellos entienden.

—A veces odio que tengas razón. —Se queja, levantándose del suelo, comienza a caminar por el lugar. —Pero es cierto, no importa que ella iniciara esto, ni siquiera importa el motivo, si fue o no por la muerte de Cleo, lo único que importa es romper esa estúpida maldición de una buena vez.

Me acerco a Liam, y con sutileza susurro.

—Ese es el efecto que tienes en los demás. —Los dos observamos mientras Amirah rebusca entre los libreros, intercalando miradas entre el diario y las cubiertas de los libros. —Y ella tiene un punto. Es molesto que casi siempre tengas razón. —Sus cejas se arquean.




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