Herederos, Origenes (lgbt) (editando)

CAPITULO 19

“LA VOLUNTAD DE LA NATURALEZA”

🌊❄❄🌊

Liam

Centro toda mi atención en terminar de comprender las imágenes en los banderines que encontramos en Blackmoon, mientras trato de ignorar a toda costa los murmullos que provienen del otro lado de la oficina de Tristán. Amirah y Zephyr recuperaron ya sus rostros y tratan de poner al corriente a mi tío sobre todo lo que paso hace algunas horas en ese horrible sitio.

A mi mente viene la imagen de Lady Anne gritando como loca, mientras era consumida por sus propias emociones. Según Amirah quien la asistió después de recuperar el aliento, la mujer tenía una especie de bloqueo en su cuerpo, alguien había desconectado sus emociones y por eso había ganado su fama de antipática, la rubia menciono que es uno de los hechizos más peligrosos del mundo, pues libera a cualquiera de sus emociones, sean buenas o malas, lo cual hace que pierdan de vista la delgada línea entre el bien y el mal. Y yo con este estúpido don, creé alguna especie de interferencia llevando a la pobre mujer al borde del colapso.

—No se encuentra bien. —Murmura Amirah por lo bajo. —Tu no lo viste Tristán, estaba consternado, culpándose por lo que paso.

—Aun no termino por comprender su don, pero tal parece que es una perfecta fusión entre telepatía, empatía y alguna especie de control mental. —Agrega el adulto por lo bajo.

—Sea lo que sea, se salió de control. —Se une Zephyr. —Lady Anne actuaba como si fuera una psicópata, gritaba como una completa loca.

—Esa no es culpa de Liam. —Amirah interrumpe al albino. —La vieja ya estaba trastornada, Liam lo único que hizo fue agrietar el sello que había en ella.

—Si saben que, aunque no tenga un espíritu mágico en mi interior que agudice mis sentidos, aun puedo escucharlos, ¿No? —Digo sin dejar de ver mi marco. —Y siendo sincero, está comenzando a hartarme. —Levanto mi rostro y les doy una mirada cruda, que los hace acercarse.

—Lo siento. —Murmura Zephyr

—No lo estés. —Contesto volviendo a la pantalla. —Hay cosas más importantes de la cuales preocuparse. —Me levanto de mi asiento y vinculo mi portal al pilar de Tristán para proyectar las imágenes que obtuvimos.

—Liam, creo que antes deberíamos tener una charla en privado. —Sugiere Tristán, cierro mis ojos al saber con exactitud de que quiere hablar.

—No es necesario. —Contesto dándome la vuelta para poder verlo. —Le conté la verdad a Zephyr, sobre quienes somos realmente, y como nuestra familia fue brutalmente asesinada el día de mi nacimiento. —El rostro de Tristán se descoloca por completo, y su molestia llega a mi como un aura penetrante, Amirah y Zephyr me observan sorprendidos por mi falta de filtro.

—¡¿Qué hiciste qué?! —Cuestiona sin dejar de mirarme. Los otros dos se remueven incomodos en sus lugares mientras ven la tormenta acercarse.

—Confío en él tanto como tu confías en Amirah. —Respondo sin retractarme. —Es tan secreto mío como lo es tuyo, así que, por favor, confía en mí y en lo que hago. —Concluyo.

—Le aseguro que no hay nada de qué preocuparse profesor. —Zephyr habla desde atrás. —Cuidare su secreto como si fuera mío. —Tristán borra toda sonrisa de su rostro y se acerca peligrosamente al albino.

—Sera mejor que así sea, porque si se lo dices a alguien y mi sobrino sale herido, te aseguro que me importara muy poco que seas un heredero, te buscare y acabare contigo. —Sentencia con voz profunda. Mis ojos se abren de par en par, al igual que los otros dos presentes, en especial los de Zephyr, quien por primera vez lo veo asustado. Me causa controversia la actitud de Tristán. Es molesto que no confíe en mí, confiando en Zephyr, pero al mismo tiempo mi pecho se infla al ver como alguien aparte de mi mamá cuida de mí.

—Lo juro. —Murmura el pobre en voz baja. Tristán asiente y se aparta de él.

—Si ya acabamos con el espectáculo, me encantaría que pudieran prestarme atención. —Los llamo desde el otro extremo del lugar. Cuando me aseguro de que los tres me prestan atención, proyecto las imágenes por todo el lugar. —Comparé estas imágenes con muchos otros escritos de Erintha, y no encontré nada, a simple vista parecen simples banderines contando una triste y perturbadora historia. —Comento con mis ojos sobre Zeph.

—¿Por qué tomarse la molestia de ocultarlos entonces? —Cuestiona Amirah con sus brazos cruzados.

—Exacto, ese fue mi primer pensamiento, así que busque más profundo. Si Erintha los había ocultado a simple vista con un camuflaje, ¿por qué no hacerlo también de una forma que no se descubra con magia? —Los tres me miran como si estuviera loco.

—Dices que una de las hechiceras más poderosas de la historia, oculto uno de los hechizos más complicados, en un método que no incluye magia. —Tristán me observa con duda.

—Anticipe el hecho que me verían como un completo loco. —Comento rodando mis ojos. —Así que decidí probar mi teoría antes. Con la ayuda de los antiguos libros de glifos arcaicos y perdidos, pude crear un filtro lector, tal como lo hicimos con Sebas para el enorme libro de botánica.

—¿De qué hablas? —Pregunta Amirah con confusión. Sonrió ante su duda, debo admitir que se siente bien estar un paso adelante de la esfinge.




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