Herederos, Origenes (lgbt) (editando)

CAPITULO 23

“¿PODEMOS IR DE LA MANO?”

🌊❄❄🌊

Liam

Los días han pasado, y puedo decir que todo se fue a la mierda. Desde nuestro encuentro en la playa no he cruzado palabra con Zephyr, y si soy honesto, no tengo muchas ganas de hacerlo. Sabía con exactitud en que me estaba metiendo, pero nunca pensé que la situación me quedaría grande. Amirah me lo advirtió, sabía que no debía mezclar las cosas, pero como todo un iluso, termine enamorándome de un tempano de hielo. Literalmente.

Debo admitir que, en los últimos días, Xian fue una gran distracción. Todos los demás lo miran como si fuera un paria, los únicos que hablamos con él, somos Kenna y yo, Sebas algunas veces. Para mi sorpresa, Harmony casi se desmalla cuando lo vio por primera vez, su rostro palideció y desde entonces trata de estar tan lejos de Xian como sea posible.

Hoy es luna llena, el baile es mañana, y todo es una locura en la academia, a tal punto que las clases se han cancelado hasta que pase el baile. Todos quieren una pareja, todos quieren los mejores vestidos, todos quieren lucirse, y yo lo único que quiero es acabar este maldito año de una vez por todas.

Amirah envió a Issa de nuevo a su casa y prometió que después del baile, dedicaría todo su tiempo libre en la maldición de su madre, pues Kenna tenia a todos los herederos ocupados casi todo el tiempo, lo cual es una ventaja para mí, menos tiempo para ver al príncipe del norte. Escuche algo sobre un baile especial, tradición de los herederos, por lo tanto, necesitaban parejas de baile, Ashanti invito a Sebas, lo cual no fue sorpresa alguna, caso contrario a Aiken invitando a Harmony. ¿Qué carajos pasa entre esos dos? La pelinegra solo dijo que pasaba tiempo con el castaño en el laboratorio, cuando él visitaba a su tía. Todo el mundo ha tenido su plato lleno y yo no he hecho más que leer y leer, cual Rapunzel escondida en la torre.

—Dos días más encerrado aquí y te parecerás a mí. —Bromea Demian desde su cama, quien lee un libro sobre magia del pueblo Greda.

—¿Los ojos de ángel viene incluidos? —Contesto con una sonrisa. Demian se sonroja y se sumerge de nuevo en su libro.

Continúo garabateando en mi libreta, y lo único que he escrito es el nombre de “August Di Allard”. Hay instantes en los que lo único que deseo es viajar directo a Amalfi, encerrarme en mi casa con mi mamá, y no abrir las puertas hasta que me diga la verdad. Sus cartas no son suficiente, su frase de “Todo tiene su tiempo, y el tiempo te hará entender” me tiene harto. Necesito saber algo más acerca de este hombre, todo lo que he encontrado en la red de los marcos, son cosas superficiales, todos sus logros mientras fue caballero del rey Ezra, pero nada más, no hay nada sobre su familia, ni siquiera en la biblioteca, no hay nada acerca de él.

Alguien toca la puerta, y sin levantarme la abro con un gesto de mi mano. Una rubia entra a rastras por la puerta, hasta tirarse sobre mi cama.

—¿Tan mal estuvo el ensayo? —Cuestiono. Demian se ríe desde su cama.

—Si escucho a Kenna una vez más diciendo que debo ser más sensual al mover mis brazos, juro que invocare las sombras artix una vez más y lo hare tan lejos de ti para que me dejes terminar el trabajo. —Protesta viendo hacia el techo.

—No puede ser tan malo. —Comenta Demian. Amirah rueda sus ojos, saca su marco y llama al rubio con sus manos.

Segundos después, estamos los tres en mi cama viendo hacia el marco de Amirah, y cuando reproduce un video de su baile, mi cuerpo se llena de escalofríos.

Yo he visto esos pasos antes, los he bailado en algunos festivales de mi pueblo, mi mamá me los enseño cuando tenía doce, no puedo evitar sonreír y al mismo tiempo tener estos escalofríos que me dicen que de alguna manera ella siempre mantuvo todo este mundo cerca de mí. Estuvo presente en muchas de las medicinas que ella preparaba, estuvo presente en todos estos bailes que me enseño, y solo ella sabe en cuantas otras cosas más.

Lo cual complica aún más las cosas, ¿Por qué tanto misterio? ¿Por qué tanto silencio? ¿Por qué nunca usar su magia?

El tiempo corre con la mayor de las lentitudes hasta volverse tortuoso, y mis nervios crecen cada vez más, para cuando el sol comienza a ponerse, mi corazón late más rápido que el de un ratón, y mi piernas comienzan a temblar cual gelatina. Me encamino al cuarto de Amirah y tras tocar, abro las puertas.

—¿Las tienes? —Pregunto a Amirah, quien saca de su bolso una bolsa de terciopelo negro.

—Por suerte Issa pudo conseguirlas. Quien iba a decir que el ladrón termino siendo de utilidad.

Lo inspecciono y sonrío al ver las cuatro rocas dentro. Erintha uso el poder de la luna como base para su hechizo, capturo la esencia del astro en sus cuatro estaciones, con cuatro sacrificios, la vieja estaba desquiciada. Las rocas lunares servirán para extraer toda esa energía del cuerpo de Zephyr.

—¿Estás seguro de esto, Liam? —Sacudo mi cabeza.

—Ni un poco. —Murmuro. —Aun necesito saber si Zephyr quiere hacerlo, estaba todo claro en las páginas que le di, pero igual quería que escuchara los riesgos de mi propia boca. —Amirah se cruza de brazos.

—Sigo sin entender que sucedió entre ustedes dos. —Agrega. —No entiendo porque no usas tus increíbles poderes empáticos y lo averiguas por ti mismo.




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