“DESPIERTA-PARTE 3”
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Liam
Observo el pergamino con la mayor de las atenciones, la escritura, las formas, la manera en la que el hechizo esta construido. Tiene tanta lógica, pero a la vez resulta ser absurdo. La magia hasta donde la he conocido habla sobre encontrar puertas a las maldiciones, aprender a abrirlas o construirlas a partir de grietas, cuanto mucho. Pero esto… esto habla sobre crearlas de la nada, crear nuestra propia puerta sobre una maldición.
Los argumentos se escuchan a todo volumen, todos los presentes a mi alrededor tienen algo que decir sobre la situación.
—Debemos avisarles a los reyes de inmediato —Ordena Kenna, y por el tono de su voz, no creo quiera cambiar de parecer.
—Lindo pajarito, no te ofendas, pero yo no sigo tus ordenes —Issa no duda en ponerle un alto.
—¿Me están jodiendo? Hagamos el hechizo de una buena vez y despertemos a los chicos —Sugiere Sebas para mi sorpresa.
—Bien, no tengo ni idea de quienes son ustedes —Issa levanta la voz —, pero no es tan fácil como parece, el pergamino tiene algunos símbolos que no logro descifrar, y sin ellos no podemos hacer nada.
—Tú no, pero yo si —Digo, con seguridad. Issa me observa con recelo.
—Para eso tendrías que ser un escriba.
—Bueno, sorpresa, soy un puto escriba —Finjo emoción y levanto mis manos para hacerlos callar —. Ahora ¿Cómo te enteraste de lo que sucedía aquí? y ¿De dónde has sacado esto?
Issa mira a los demás con duda. Agito el pergamino en el aire para incitarlo a responder.
—A los guardias se les va la lengua algunas veces —Se encoge de hombros —, la noticia de que la nueva heredera de las sombras enfrenta la muerte se corrió por todo el bajo mundo del desierto. No fue fácil descubrir que sucedía aquí. Las sombras hablaban de una extraña identidad que trajo a seres de la muerte, y que ni siquiera los reyes tenían idea de lo que sucedía —Se aferra al cinturón de su bolso —. Mis padres me contaron historias sobre entidades arcaicas que vieron este mundo mucho antes que los primeros reyes, y las sombras que observan desde la distancia dicen que esas entidades han vuelto —Su voz es seria, su rostro es serio, su postura es tensa. Nada de esto me hace sentir mejor.
—Por favor, dime que no estas hablando de los orígenes oscuros —Interrumpe Kenna con socarronería.
—Esos solo son cuentos para asustar a los niños —Agrega Harmony, pero aun así la tensión se mantiene en su rostro.
—¡Por supuesto que estoy hablando de los orígenes oscuros, y créanme, son tan reales como ustedes y como yo! —No quiero perder la cabeza, pero Issa habla con demasiada seguridad.
—No quiero sonar inculto, pero no tengo ni la menor idea de lo que están hablando —Digo con honestidad.
—Los orígenes oscuros son una leyenda —Responde Sebas, viendo de reojo a Issa —, o al menos esos nos han dicho. Son cuatro entidades oscuras y corruptas a las que se les atribuyen todos lo horrores y la maldad del mundo.
—¿Tu mamá nunca te habló sobre ellos? —Cuestiona Harmony con extrañeza.
—No estoy seguro, y si lo hizo, no lo recuerdo —Juego al idiota. Una vez más.
—Los orígenes oscuros nacieron el mismo día que nacieron los otros diez orígenes del planeta —Agrega Issa.
—“Se cree que nacieron” —Kenna trata de corregirlo —. El mundo los trata como una leyenda porque no existe nada que confirme su existencia, aparte de los relatos que se cuentan desde hace siglos —Hace un gesto con la mano, quitándole interés al asunto.
—¿Acaso es una coincidencia que sean cuatro espectros los que atacaron? —Les pregunto con temor a la respuesta. Kenna bufa con gracia.
—Si esto fuera, y no estoy diciendo que lo es —Especifica la pelirroja —, si esto fuera obra de los orígenes oscuros, los espectros serian la menor de nuestras preocupaciones, ellos estarían en la última línea de la jerarquía.
—¿Zahna? —Cuestiono.
—No creo que estés entendiendo, Liam —Kenna se cruza de brazos —. La estúpida leyenda los describe como fuerzas iguales a los orígenes de nuestros pueblos, con la diferencia de que su poder no viene de la naturaleza, sino de la oscuridad misma y de la nada, de todo aquello que es, fue y será olvidado.
El universo no puede odiarnos tanto como para hacer realidad semejante cosa.
—¡Por la madre luna! —Se queja Issa. Comienza a buscar en su maleta y saca otro pergamino antiguo y lo extiende frente a nosotros —. Está claro que ustedes no prestarían atención a estas amenazas, al menos no desde sus pedestales privilegiados, pero créame, cosas extrañas están pasando por todo el mundo, desde hace años, las sombras los han visto, y no es fácil asustar a una sombra, pero esto… esto las ha dejado inquietas.
Nos miramos entre nosotros, preguntándonos cuanta verdad hay en lo que él dice.
—Primero que nada, solo ella tiene corona aquí —Refuto, señalando a Kenna —, los demás somos tan plebeyos como tú —Arrebato el pergamino de sus manos y lo observo —, y segundo… esto es perturbador.