Herederos por Contrato

Capítulo VII

“Evitad las decisiones desesperadas; pasará el día más tenebroso si tenéis valor para vivir hasta el día siguiente”

William Cowper

***

Suelto una risa molesta para evitar darle un golpe por la estupidez que acaba de decir, primeramente porque no existe una lógica en pensar ser su esposa solo porque llevo su hijo; eso sería muy absurdo cuando en sí, no nos conocemos del todo y lo siguiente, no estamos enamorados para decir que todo saldrá bien. No sé qué tontería tiene Thiago en la cabeza pero ahora comienzo a entender porque su comportamiento no era desenfrenado al haber descubierto que estoy embarazada, más bien, rápido se las ingenió para que su propósito tuviera un buen camino al creer que escogerme como esposa sería haberse ganado la lotería una vez que le comente que estoy esperando un bebé de su sangre.

—No seré tu esposa. —Le digo de forma lenta para que comprenda.

—No me sorprende esa respuesta —al menos es realista.

—Me alegro de ello, porque tu propuesta ha sido absurda. —Hace un gesto de indiferencia.

—Pero eso no quiere decir que mi propuesta no siga de pie. —Pongo los ojos en blanco.

Tendría que estar drogada para aceptar su proposición, pero como no lo estoy, soy consciente de que esto será un gravísimo error. Además, ser su esposa no es lo que está en mis planes para comienzos del año, eso sin decir que, no estoy preparada para hablar de matrimonio cuando en sí, nunca he querido casarme luego de las experiencias que he llegado a tener en mi vida, de las cuales no son las que han ocasionado de que le tenga miedo al comprometerme legal o religiosamente con otra persona, más bien, el temor proviene en no descubrir quién realmente es la persona con quien me case.

 No, esto no es lo que quiero. Cualquier cosa estoy a la disposición menos ser la esposa de alguien, de todas formas si quiere ser padre de este bebé pues acepto que desee compartir ciertos momentos con él, pero tener que estar unidos y fingir ser una familia, pues no lo creo, más porque no recuerdo haber tomado clases de actuación en el “Casa de la Cultura” de mi pueblo, por lo que no se me daría bien tener que mentirles a otras personas que creerán todo lo contrario a la realidad.

—No entiendo por qué quieres que sea tu esposa… —Veo como está a punto de darme una respuesta inmediata —Y no pongas al bebé de por medio, que esa no es una justificación para que quieras que los tres seamos una familia y él nazca dentro de una. —Se reclinó un poco al ver que empezaba a sentenciarlo.

—Dije que no daría detalles y explicaciones —aprieto mis labios.

—Entonces mi respuesta no cambia. Así que, es un no. —Me levanto rápido de la arena.

Empiezo a sacudirme el vestido para quitar la arena que se me ha llegado a pegar, por lo que agarrando mis zapatos empiezo a caminar en dirección a la calle en donde ahora debo de ubicar una parada de autobús para regresar a mi casa; pero mi plan no ha funcionado en su totalidad cuando alguien agarra mi brazo para detenerme y ser así, que tenga que rodar los ojos al saber de quien se trata.

—Bien, si te cuento, ¿tu respuesta cambiaría? —Me doy media vuelta al escucharlo.

—No. —Le respondo. —Sabes bien que sería una tontería que dijera lo contrario al no conocernos y comprometernos como si todo fuese fácil. —Me suelta el brazo al ver que me muevo para quedar frente a frente de él.

—Sé que no será fácil —hago un gesto de no comprender entonces sus palabras —, créeme que soy el primero que no quisiera casarme con una desconocida —menciona.

—Entonces, no es necesario hacerlo, solo quiero escuchar si quieres o no estar en la vida del bebé y eso es todo —veo como realmente esos no son los planes que quiere.

—Por supuesto que quiero estar en la vida de ese bebé, al menos me alegra que no quieras deshacerte de él —pongo mis manos en mis caderas.

— ¿Qué te hace pensar que habría llegado a esa decisión sin antes hablar contigo? —Hace una mueca.

—Eres joven, no nos conocemos y por supuesto, querrás seguir con tu vida sin que un motivo poco influyente estorbe tus sueños, ¿no? —Descubro sus propias conclusiones.

No lo juzgo en haber pensado de esa manera, hay mujeres que no desean tener hijos y eso no es malo, como también, que a veces consideren que una criatura no deseada puede cambiar de una forma grande tu vida donde si no te sientes preparada económica y emocionalmente es mejor no traerla al mundo. De por sí, quizás no esté muy feliz y orgullosa de cómo se dio el embarazo porque al menos pensaba que podría ser de otra forma, pero en sí, estoy motivada en querer tener a este bebé.

—Pues… Eso no es así. —Él asiente al escucharme. —Quiero saber la razón por la que quieres comprometerte conmigo. —Vuelvo a repetir la duda que tengo en la cabeza.

No está muy decidido en querer revelar sus propios motivos por los que quiere que me comprometa con él y aparentar que seremos una familia feliz junto con el bebé cuando sé que eso no será así. No niego que Thiago es una buena persona pero eso no demuestra que sus decisiones son las más lógicas y maduras para no acertar si todo funcionará o no, además si con anterioridad he experimentado tener noviazgos que creí que serían más fuertes que un pilar, bueno, eso no fue tan verdadero cuando una fuerte bola lo derrumbó y me hizo entender que no todos los hombres están preparados para tener una relación seria con una mujer.




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