Herederos por Contrato

Capítulo XIV

“La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento”

Cesare Pavese

***

Apenas todos nos sentamos en la mesa cuando mayormente los sonidos que más circulaban durante la cena fue el tintineo de los cubiertos chocar con los platos o que los niños no dejaba de hacer alguna que otra pregunta curiosa que ocasionaba que sus padres tuvieran que susurrarles para resolver su duda; realmente el ambiente no es que se sintiera tenso más bien, creo que nadie sabía cómo iniciar cualquier tipo de conversación para aligerar la noche, además, con eso de que hay una nueva intrusa en la familia, no todo se vuelve más sencillo aunque lo único que me incomoda es tener que verle el rostro a Luzia quien no deja de asesinarme con esos ojos marrones que tiene, en donde si fuese posible le pusiera algún rotulo o un telón en frente para no verla pero es imposible ignorarla cuando puedo sentir como alguien no quita su mirada de mí.

— ¿De dónde es, señorita Méndez? —Le prestó atención a la pregunta que ha hecho Marques.

—Soy salvadoreña, pero he estado viviendo por ocho años en Portugal —respondí mientras cortaba un trozo de filete.

—Sabía que eras extranjera, tu extraño acento me lo indicaba —dijo con victoria, Anabela.

Bueno, es extraño que diga eso porque en sí, los salvadoreños no tenemos acento, sí tenemos un tipo de vocablo diferente que eso cualquier país lo suele tener, pero no creo que haya sido muy relevante cuando casi no he dicho muchas palabras durante la cena o al menos, durante la presentación en donde mayormente solo ocupe el idioma portugués.

— ¿De qué trabaja? —Siguió indagando Marques sobre mi vida.

—Bueno, trabajaba en Mobília Real.

Ni siquiera pude decir otra palabra cuando nuevamente vi varios ojos engrandecerse, bocas abiertas y como algún par de cubierto cayeron al plato ocasionando un terrible ruido; de todas formas no iba a ocultar una información de la que probablemente terminen sabiendo ellos en cualquier momento, más con eso de que sí a alguien se le ocurre investigarme, por eso prefiero mejor tener el valor de decir la verdad antes de que piensen que soy una mentirosa.

—Pero luego empecé a trabajar de mesera —preferí continuar con el detalle de mi trabajo.

—Eso significa que fue una de las personas que se quedó sin su trabajo —asiento al escuchar las palabras de la señora Alia.

—Todos nos quedamos sin trabajo, y para mala suerte de muchos, habrá personas mayores que se les dificultará encontrar trabajo y no estaban preparadas para ese despido masivo. —Di mi opinión acerca de ese despido que fue mal hecho.

No sé si tocar el tema de Mobília Real sea bueno para esta ocasión cuando es la empresa que la señora Alia perdió por la manipulación de su ex marido, además, creo que sería bueno de que me hicieran otra pregunta porque con eso de que todos los hermanos Brandão no tienen una buena relación con su padre, es mejor no meterse en un terreno ajeno y peligroso del que pueda arruinar la armonía que al menos tenemos por ahora.

— ¿De qué trabajaba ahí? —Se intereso la señora Alia.

—Era una de las encargadas de crear el diseño de los muebles para las grandes temporadas de venta —entre más abría la boca, se interesaban en conocerme.

— ¿Por cuánto tiempo estuvo trabajando ahí? —Siguió preguntándome ella.

—Exactamente ocho años estuve trabajando para la compañía, inicie lavando baños pero terminé elaborando buenos muebles —intente no presumir sobre mi trabajo.

—Los muebles de Rut fueron los que se expusieron para la feria de mobiliaria que se dio en Oporto en los últimos tres años —enarque la ceja porque ese dato no se lo había comentado a Thiago.

— ¿En serio? —Dijo la señora Alia asombrada.

—Vamos Ru, habla del orgullo de tu trabajo —Thiago me alentó a seguir hablando.

Por más que intente buscar en mi cabeza sobre en qué momento le hable a Thiago sobre el diseño de muebles que elaborada para las ferias de convenciones no se me viene ningún recuerdo, es más, la única probabilidad pudo haber sido en la noche que tuvimos nuestro desliz sexual pero por lo contrario, no se lo he nombrado. A no ser qué ya haya empezado a investigarme lo cual no será de mi agrado si termino por descubrirlo porque nos hemos prometido en conocernos en base de lo que hablemos no por medio de un investigador que estará detrás de mis espaldas todo el tiempo para recolectar información sobre mí.

Aun así, no me quedé corta en compartir una parte de mis pasiones a la familia de Thiago en donde revele más cosas de las que en sí, no me habían preguntado pero era parte de la inspiración que tomaba para crear el diseño de mis muebles. A parte de ello, es probable que haya hablado de más y por supuesto, más de lo conveniente porque veía como además de estarme observando todos para ponerme atención a lo que decía, me di cuenta que había una gran satisfacción en el rostro de la señora Alia como si le estuviera gustando lo que estoy mencionando.

—Así que su padre fue carpintero —dijo ella maravillada.

—Sí, desde pequeña me enseñó su trabajo y creo que desde ese momento inicio mi interés de querer diseñar muebles —respondí con alegría.




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