Herederos por Contrato

Capítulo XIX

“Todo hombre sabio ama a la esposa que ha elegido”

Homero

***

Se supone que el matrimonio civil es más corto de lo que a veces se pretende imaginar, porque con lo que nos había explicado ayer el abogado acerca de cuáles serían lo pasos y el tiempo en que nos llevaríamos en ello, me dejo sorprendida al proyectar que entre quince minutos a media hora es lo que tarda una ceremonia nupcial civil en llevarse a cabo, ahora entiendo porque muchas parejas no se toman en serio los matrimonios cuando parece ser que esos quince minutos aproximadamente solo te sirven para decir promesas de las que se pueden llegar a romper y eso que, las leyes siempre se corrompen, por lo que no se diga cuando el abogado lee el código civil.

Los primeros minutos simplemente el abogado se dio la tarea de dar una breve introducción de la ceremonia, dando palabras acerca de la filosofía del amor y el matrimonio de las cuales se escucharon tan existenciales que no sé de dónde provino tanto concepto aunque era de esperarse cuando es un señor ya de cuarenta y cinco años que no sabemos a cuantas parejas ha casado en todo el trayecto de su vida; luego de ello, prosiguió la presentación de los futuros esposos que a pesar que haya sido algo innecesario porque es como tener que presentar a tus compañeros de clase quienes han estado desde la primaria contigo, al final, creo que no se podía omitir por motivos del protocolo de la ceremonia. Y al final, dio una explicación sobre el motivo por la que todos estamos reunidos, en donde nuevamente a Thiago y a mí, nos preguntaron sobre si hemos asistido a la boda libre y voluntariamente a fin de conllevar la ceremonia a través de las leyes del país.

A pesar de que tuve que poner mucha atención en las palabras del abogado para saber si no me estaba metiendo en algo que no forma parte del plan de la boda, puedo decir que, me resulto un tanto tedioso más porque tuve que poner cara de felicidad cuando empecé a tener náuseas de los que no tengo idea porque me surgieron en una mala hora de la que no podía retirarme al baño por si me daban ganas de vomitar; a pesar de ello, las pude controlar más cuando tanto mi madre como la señora Alia se dedicaron a decir unas palabras que fueron integradas como el momento de la lectura opcional de la ceremonia; de por sí, no supe también como controle las lágrimas ya que las palabras de ambas mujeres fueron tan maduras y ciertas que no puedo creer que como ambas a pesar de tener sus dudas sobre esté matrimonio, estén aquí, apoyando a sus hijos en vez de hacer una locura de esas que aparecen en las películas para interrumpir el momento.

Después de ese emotivo momento que nos hizo reír un instante la señora Alia con una anécdota de Thiago quien termino por avergonzarse por la historia que su madre había dispuesto a contar en aquel instante, nuevamente nos recompusimos para ponernos serios ante la siguiente fase que estuvo conformada por el abogado quien se dedicó a leernos los artículos del código civil con respecto al contrato de matrimonio, lo cual me sonó a algo muy conocido donde hasta fue impactante ver como Thiago y yo coincidíamos en ese momento con la mirada como si no hubiera sospechas de que hay algo fuera de lo normal en este matrimonio.

Es ahí, cuando supe que una vez que el abogado termino por leer la parte importante del Código Civil, llego el intercambio de votos y de una sola vez, el de anillos, en donde en esta ocasión Betriz fue la que se acercó hacía nosotros para poder tomar las alianzas de las que pronto serían puestas en nuestros dedos anulares.

—Recuerdo muy bien cuando me llamaste que soy el hombre de las promesas —algunos de nuestros invitados se rieron con aquel apodo —, porque sabías bien que te empecé a llenar de ellas mediante nos conocíamos, pero no eran solo por hablar, más bien, te las hice porque quiero asegurarte una vida llena de felicidad, sorpresas, fidelidad y amor —creo que eso último puede que sea invisible —. No sé cuánto tiempo nos prepare la vida para que estemos juntos, pero quiero que sepas que, desde ahora, tendrás todo de mí… Mi alma, mi corazón y mi cuerpo… —giro su cabeza y enarco su ceja al escuchar como alguien de su familia hacía un ruidito de picardía. —Te amo y creo que no cambiaría nada por seguir a tu lado.

¿Debería creerle sus palabras? No, es imposible cuando él no está enamorado de mí y eso sin decir que, la dice porque sabe que tenemos que hacer una buena actuación para que todos nuestros invitados se crean la mentira del año que es convencer de que nosotros somos una feliz pareja de enamorados que desearon casarse lo más pronto porque no sabían vivir uno sin lo otro. Que terrible, esto es peor que los episodios de la Rosa de Guadalupe, al rato creo que me voy a hacer un casting para participar y hacerla de esposa mentirosa.

Doy un respiro para poder verlo a los ojos y decir las primeras palabras que salen de mi mente, porque para mi mala suerte, no traje conmigo los votos y por más que quise elaborarlos aunque sea en una página de papel, no salieron fácil de mí. Ni siquiera tengo idea como a Thiago le pudo salir tan natural sus palabras cuando él no se limitó a hacer sus votos por la noche, a no ser que, se haya preparado mil veces para decirlos porque le salieron perfectos.

— ¿Qué te puedo decir? —Encogí los hombros. —Apareciste en mi vida como un torbellino que se lleva todo —lo miré a los ojos —, te llevaste mis sonrisas, mis palabras y mi amor. —Acaricié sus manos con mis pulgares. —Solo quiero que sepas que si te caes estaré a tu lado para levantaré, si lloras estaré ahí para confortarte, si sonríes estaré ahí para compartir tus alegrías… —Trague hondo. —Así que hoy, quiero que sepas que no sólo puedes considerarme como tu esposa, sino que también, como tu amiga, amante y confidente. Te amo y tampoco te cambiaría por nada en este mundo, porque tú eres mi torbellino y yo, siempre seré tu flor salvaje. —Veo como sonríe a punto de que su pecho se hincha de aire.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.