Herejía: La Ciudad del Profeta

1. El Inicio de Todo.

El sol sale, las nubes se aglutinan sobre el cielo en la ciudad de Zubamel, alguna vez sobre las simples casas y algunos edificios que se encuentran en el centro, existió una gran ciudad, en el antiguo mundo le llamaban París, fue la capital de un país conocido con el nombre de Francia, hasta que sucedió la Gran Guerra Nuclear.

Eran mediados del siglo veintiuno en aquellos días, Europa era dominada por grupos terroristas extremistas árabes, China se encontraba en una nueva guerra con Rusia y una nueva guerra civil atacaba a Corea del Sur mientras que Corea del Norte mantenía una guerra con Estados Unidos. América no se salvaba, sufría las consecuencias de haber tenido un presidente extremista que provocó una nueva guerra, Corea del Norte había mandado un misil hacia una ciudad conocida como Los Ángeles, varios refugiados tuvieron que migrar hacia el sur, fuera de su país, una crisis económica estancó el estilo de vida de los norteamericanos y alteró el del continente, una famosa isla se alió con Rusia y llegó ese desgarrador momento en que los hombres, los humanos se creyeron dios y declararon la primera gran guerra nuclear de la historia.

Países completos se atacaban entre sí, bombas caían sobre ciudades enteras, mataban a niños y ancianos, las mujeres y hombres jóvenes debían de servir al ejército, el mundo se fue destruyendo poco a poco hasta el punto en que ya no pudo aguantar más. Al ver tanta destrucción y muerte, los altos mandatarios decidieron dar paz al fin, pero las enfermedades se propagaron con mucha velocidad y un nuevo enemigo apareció.

Atacaba al sistema inmune y se infectaba con facilidad, las personas morían en cuestión de horas y se transformaban en seres mutantes, seres que parecía deseaban carne humana para comer y así fue como una nueva amenaza quiso desaparecer a los humanos.

El virus fue tan devastador que en cuestión de semanas, solo quedaban unos pocos cientos de humanos, una cura nueva fue creada, se le fue administrada a todos los últimos humanos que quedaban en la tierra, las ciudades antiguas fueron abandonadas y dejadas a su suerte, se crearon nuevos refugios, colonias de humanos, las cuáles iban a ofrecer una buena vida a los restantes seres que quedaban en una tierra destruida.

Antes, hace años, existían dos polos en el planeta pero debido a la contaminación que producían las grandes potencias, uno de ellos desapareció e inundó grandes extensiones de tierras, inclusive países enteros quedaron sepultados bajo el mar, grandes selvas que alguna vez albergaron una diversidad inimaginable de animales quedaron destruidas por los incendios que creaban los ejércitos en la guerra y las personas que querían escapar de la muerte.

Para el año 2220, los ejércitos pudieron contrarrestar la tasa de lo que decidieron nombrar Ghouls, seres que se habían hecho caníbales y deseaban comer carne humana luego de ser infectados por el virus que se dejo liberado en la gran guerra nuclear. Se crearon grandes murallas para detenerlos y alejarlos de las nuevas ciudades que poco a poco iban naciendo, la humanidad parecía tener una nueva oportunidad.

Un profeta se alzó entonces en el poder, dijo ser elegido del único dios existente, las personas, acabadas por la guerra le decidieron seguir, él juraba que una nueva vida nos esperaba, fueron cientas las personas que lo siguieron y entronaron como gobernador de lo último que quedaba de la humanidad, decidieron dejarle todo el poder a dios y su elegido en la tierra. Poco a poco su poder fue aumentando, nuevas ciudades se sometían a su poder y aceptaban la nueva religión que les prometía un nuevo mundo.

Así fue como nació un nuevo imperio religioso, los reyes de esta nueva era, fueron los sucesores del primer profeta, grandes templos se levantaron en honor de la nueva religión, se erigieron leyes escritas de los libros sagrados, la ciencia fue dejada de lado, los castigos y la pena de muerte renacieron en un sistema que oprimía la libertad de culto y expresión. Nuevas ciudades yacían sobre las viejas ruinas de una civilización destruida de la que poco o nada se conocía entonces.

Nacieron los diecisiete santos distritos del imperio del profeta, nacidos bajo la muralla que nos protegía de los últimos ghouls que vivían a las afueras, en lo que quedaba de lo que alguna vez fue nuestro hogar. Muchas personas se han llegado a preguntar si quedan aún ciudades fuera de las murallas, pero lo han prohibido, expediciones del ejército santo han salido a merodear las lejanías y no encuentran nada más que muerte.

La ciudad más al norte que posee nuestro santo imperio del profeta es Saint Forseti, ubicado en lo que alguna vez fue London, luego se encuentran las ciudades de Saint Ander, Barcelia y Mantao ubicadas en el distrito de Hispania, fuente comercial del imperio. Zubamel, ubicada en la antigua París, seguida de Bindivia, ubicada en la antigua roma, las únicas grandes ciudades que se tenían fuera del gran complejo de profeta, zona de las tierras sagradas, donde se cree habitó el dios del que tanto hablan.

Grandes ciudades se erigen ahí, de altos edificios y complejos donde cuentan que viven los pecadores, jóvenes y viejos que se dejan cegar por la tentación de los comercios, lugares en los que varias de nuestras leyes que nos han ayudado a sobrevivir tanto tiempo en paz no existen.

El Dagba, el libro sagrado, en el cual está escrito todos los mandamientos del primer profeta y las imposiciones del dios. Las ruidosas calles de Zubamel siguen como siempre, abarrotadas de vendedores y comerciantes que se trasladan desde Hispania o Ucrantia, los lugares más lejanos del imperio, hoy es día de culto, a las siete de la noche todos debemos de asistir al templo más cercano a escuchar las palabras de los predicadores, enviados y bendecidos por el profeta desde Molonqai, la ciudad sagrada.



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En el texto hay: utopia, futuro postapocaltpico

Editado: 17.01.2019

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