Herencia

Capítulo 4

Valentín se levantó abruptamente de su asiento.

- Uno de los vigilantes la encontró flotando en el lago Señor...-, continuo el hombre frente a él. Consuelo permanecía impávida, sosteniendo un libro contable entre sus manos-  tenía las manos atadas y los pies...-, comento alterado el hombre mayor -, llamamos a la policía Señor?-. preguntó con nerviosimo.

-No deben...-. interrumpió Consuelo. Valentín la miró con el ceño fruncido.

- Háganlo...-. ordenó Valentín.

- Sí Señor...-. afirmó el sirviente para después salir de la habitación.

Valentín salió poco después de la oficina. Consuelo se quedó clavada en su lugar, las manos le temblaban; le había dicho que no llamara a su madre, pues no debia ser molestados por su salud; mantendría todo de la manera más moderada posible.


Eran las 10 de la noche, el reloj cucú del gran salón sonó anunciando la hora. La policía se encontraba realizando el interrogatorio. A la única que no molestaron esa noche fue a Tere, quién dormía plácidamente en su habitación, ausente a todo lo que sucedía en la casa.

Consuelo observaba almotro lado del salón a su esposo. Valentín se encontraba conversando con una de las criadas, incluso palmeo su hombro, mientras la joven sollozaba.

Todo el personal de la casa fue interrogado exahustivamente, incluidos los miembros de la familia que se encontraban en la casa. La única ausente era la señora Emma, quién regresaría al día siguiente de su viaje. La policía volvería cuado ésta retornara para también interrogala.

Habian dado casi las cuatro de la mañana,  el ambiente dentro de la casa era tenso, muchos ya habían comenzado su actividades del día, no habiendo dormido esa noche.

Incluso cuando Tere se despertó, notó lo que ocurría, pero nadie le dijo nada a ella. Busco a su madre, pero ésta estaba encerrada en su habitación había informado que tenía dolor de cabeza y que no deseaba ser molestados. Valentín, su padre permanecía en su estudio, fué extraño que no se hubiera ya regresado a la ciudad y permaneciera en la casa.

Incluso había un policía que parecía estarlos vigilando; lo evitó todo lo posible, pero parecía estar en todos lados.

La señora Emma llegó a la casa a media mañana. Se veía angustiada; yendo junto con su doncella se fué directo a una de las habitaciones en compañía del policía. Tere quiso ir hacia ella pero se lo habían impedido, así que optó por irse a jugar con su gatito al jardín.

Después de unos minutos los tres salieron del salón. El policías permanecería unos días más investigando. Por su parte la señora Emma cansada por el viaje de regreso, y los acontecimientos en la casa  decidió irse a descansar un poco. La doncella se adelanto para tenerle su baño listo y el cambio de ropa.


Después de hablar con la servidumbre dela casa, saludar a su nieta y a su hijo,se dispuso a ir a descansar. Pasó por la habitación de Consuelo antes de ir a la suya - Lilián? - vio con extrañeza a la joven frente a la puerta de su nuera. La mujer vestía una prenda sencilla, sus medias estaban rasgadas, como sus piernas llenas de tierra. Estaba quieta, sin moverse, mirando hacia la puerta de Consuelo - Lilián...- volvió a llamarla. La mujer entonces giro su rostro hacia ella. Emma la miró con horror, podía distinguir las marcas de dedos impresas en su cuello, y los restos de cuerda atadas a sus muñecas y tobillos. Entonces la joven camino hacia la puerta que estaba cerrada, y la atravesó.

Pensativa, Emma pasa frente a la habitación, la observa por unos instantes antes de irse hacia su recámara.


Los días subsiguientes, el detective a cargo del inscidente, seguía realizando sus investigaciones. El lago donde había sido encontrada la joven había sido cerrado temporalmente mientras  se realizaba la búsqueda de nuevas pistas.

Fué el miércoles cuando el ambiente cambio,interrumpido por los pasos acelerados de libros de la policía entraban con total autoridad en la propiedad.

Habían ido a arrestara a una de la jóvenes de la servidumbre. Habían encontrado pruebas incriminatorias entre sus cosas : restos de la soga con la que habían atado a la mujer encontrada en el lago, así como unas ropas y zapatos que coincidían con lo que habían encontrado en la escena.

La mujer gritaba, exclamando ser inocente. Todos en la casa estaban sorprendidos, haciéndose infinidad de preguntas respecto a los motivos de sus actos.

La señora Emma intento razonar con los oficiales, pero no hubo una respuesta favorable, llevándose con ellos a la mujer entre gritos y lágrimas.

Consuelo veía la escena desde su habitación, se había asomado a la ventana cuando escuchó el escándalo que se suscitaba en la propiedad. Podía ver parte de su reflejo contra el vidrio de la ventana. El cristal le devolvía su media sonrisa mientras miraba hacia el exterior antes de volver a cerrar las cortinas.

Llevo su mano a su mejilla,aún ardía con la bofetada que le había dado su esposo antes de irse nuevamente a la ciudad la noche anterior. Las lágrimas comenzaron a rodar y empapar sus mejillas.

Se quedó helada. Su llanto fue ahogado por los lamentos de alguien más en la otra habitación. La piel se le erizó , acelerando su corazón con miedo. Camino hacia el muro de dónde provenían los sollozos. La voz de una mujer atravesó la pared. Se quejaba con mucho dolor, tanto que pareció que ella misma lo estaba sintiendo. El dolor la atravesó con fuerza, una potente punzada en su cabeza la hizo jadear, sus piernas se doblaron haciéndola caer al suelo antes de que todo se volviera negro, llevándose a su inconcienza, un desgarrador gritó que salió de ella.



#2418 en Paranormal

En el texto hay: misterio, familia, conflictos

Editado: 25.11.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.