Herencia de Sombras

Capítulo 12: El Silencio del Amanecer

El silencio pesaba como una lápida en la mansión. Kael se había quedado despierto toda la noche, sentado al borde de la cama, con los codos sobre las rodillas y la cabeza entre las manos. Aún podía sentir sus labios en los suyos, el calor de su cuerpo y la mirada firme con la que ella se había despedido.
No había podido decirle que la amaba. Quizá porque no lo había admitido ni para sí mismo… hasta ahora.
El amanecer filtraba una luz pálida a través de las cortinas, pero a él todo le parecía gris. Se acercó a la ventana por enésima vez. Nada. Ni una señal de ella. Solo el murmullo lejano de la ciudad despertando.
—¿Qué estás haciendo, Naira? —susurró, golpeando suavemente el marco de la ventana con los nudillos.
No estaba acostumbrado a sentirse tan inútil. En el pasado, sus deseos eran órdenes, y todo lo que quería le era servido. Pero esto era diferente. Era real. Ella era real. Fuerte, decidida, valiente… y completamente fuera de su control.
Se paseó por la habitación como una fiera enjaulada, con el corazón acelerado, imaginando mil escenarios posibles. ¿Y si la capturaban? ¿Y si era herida? ¿Y si no regresaba?
Una voz interna lo empujaba a hacer algo, a seguirla, a intervenir, pero ¿cómo? No era un soldado. Apenas sabía defenderse. Y si su padre se enteraba de esto…
Se detuvo frente al espejo. Sus ojos, enrojecidos por la falta de sueño, le devolvieron una mirada decidida.
—Si algo le pasa, no me lo perdonaré jamás.
Y entonces, una idea cruzó su mente. Tal vez no podía salir a pelear, pero había otras formas de ayudar. Empezaría por investigar. Sobre la prisión. Sobre las mineras. Sobre lo que realmente estaba ocurriendo en los niveles bajos de la sociedad. Si quería estar a la altura de Naira… tenía que entender el mundo que ella veía.
Por primera vez en su vida, Kael sintió que quería luchar por algo. O más bien, por alguien. Y si eso significaba enfrentarse a los secretos de su propia familia… estaba dispuesto.
Apretó los puños. Se giró, tomó su abrigo, y salió de la habitación.
El hijo del Primer Ministro tenía una nueva misión.



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En el texto hay: amor fantasía acción

Editado: 18.04.2025

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