Herencia Valkyrjca

CAPÍTULO 1:

 

 

 

 

PARTE 1:

"LA NEGACIÓN

 

 

 

 

 

 

“No puedo volver al pasado porque entonces era una persona diferente”

 -Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carroll

 

 

 

Las horas parecían estar congeladas casi tanto como el cuerpo de Aria, de haber respondido todos los mensajes y llamadas de James, seguramente ahora no estaría chocando con su buzón de voz mientras esta en el avión camino a Tromso. 

«Nuestros padres desaparecieron, debes regresar ya» no podía culparlo por no responder o por no enviar un texto quizá menos visceral, ella había pasado casi dos días sin siquiera abrir sus mensajes, creía que sería algún tema referido a Ignis, no estaba lista para ello, mucho menos después de haberse fugado prácticamente de casa hacía varios años. 

Sin una despedida decente para sus hermanos o padres y eso, empeoraba la situación en la que se hallaba. No podía formar parte de algo que no era su elección e ir en contra de sus principios. 

Ese mismo día más temprano, por primera vez en varias semanas, el clima en Barsov estaba inquietantemente hermoso, la lluvia había frenado su curso y como era costumbre, Aria se encontraría con su recurrente acompañante de cafetería. Una de las cosas que amaba del pueblo rumano era su manera de sobrellevar la realidad, allí las leyes eran respetadas de manera silenciosa, así como las líneas wyvern, eran sagradas pero irrelevantes a la charla. La convivencia con otros seres se había vuelto pacifica, gracias a la gran ejecución de poder que los Kuran impusieron. Los dragurs tenían esa maravillosa y extraña manera de hacer las cosas. 

Parecía ser un buen plan, para variar de la rutina gris que llevaba, aunque no pudo llevarlo a cabo, ya no importaba, ahora iba a miles de pies de altura, con el corazón estrujado y el aura turbia.

«Las 11h 25m más eternas de la maldita historia.» 

Fijo su mirada en la televisión que estaba a unos metros, intentando no pensar en las personas que había dejado en Noruega, en lo que podría haberles pasado, no se dio cuenta en el momento que comenzó a frotar sus manos sobre su regazo, la típica muestra de ansiedad que trataba de borrar. 

Mentalmente repitió su mantra personal «fortiden definerer ikke hvem du er og hvem du vil være i fremtiden» el pasado no define quién eres y quién serás en el futuro, podría ser una descarada justificación a su niñez o una salida fácil de lo que todo esto le causaba, sin embargo, le funcionaba para rever sus acciones y decisiones. 



 

Al llegar al aeropuerto no esperaba ver a nadie y así fue. Sus nervios crecieron con cada paso que daba y cada metro al acercarse a su antigua casa. Su pequeño viejo pueblo tenía ese característico aire de invierno luctuoso, cosa que en otras circunstancias habría amado. Pero no hoy, mucho menos al ver la demacrada expresión de su hermano mayor al abrir la puerta. 

— Hola James — susurro sin querer, no sabía si era más un saludo o pregunta

— Pasa — tan solo respondió haciéndose a un lado. 

 

Cautelosa entró mirando todo de manera discreta, o lo intento, Jev su hermano del medio la veía desde su asiento en la isla de la cocina, con la misma expresión consternada del mayor. 

 

— Si volviste — exclamó levantándose para recibirla en un abrazo. La estrecho tan fuerte que no supo cómo reaccionar, ciertamente no esperaba eso, no después de los años que paso fuera. — No sabes cómo te he extrañado Aria 

— Lamento que mi regreso sea por este momento…— miro a ambos, frotando sus manos sobre sus piernas sutilmente — ¿Qué sucedió?

— Bueno… salieron hace unas tres semanas por una reunión en Sitka —comenzó James — todo iba bien, hasta hace una semana, no se comunicaron y creímos que estaban ocupados pero, unos días después nos llamó el director para confirmar su… desaparición en campo 

  

La respiración de Aria fallo ante la noticia, no quería quebrarse allí mismo, necesitaba actuar firme, por ellos, por ella misma. 

— ¿Han hecho algo además de avisar? ¿Deberíamos ir no?, es decir y si, les sucedió algo y ¡nadie está haciendo su maldito trabajo!

James bajo su mirada, evadiendo cualquier tipo de contacto con ella, entendía esa desesperación, lo tenía a flor de piel y sí que había luchado con Ignis por no hacer nada, pero… como miraría a su hermana luego de tantos años y decirle, que fallo en el intento por proteger a los suyos. En su lugar solo se limitó a hacerle un gesto a Jev, de soslayo dándole el pie para continuar. 

 

— No hay nada que podamos hacer Aria, no es nuestra jurisdicción

— ¡Y eso que! —grito con furia mientras tiraba su abrigo en el sofá— que clase de personas… no, no —frenó con un ademán — ¡¿qué clase de hijos nos hace?!  

Su hermano mayor atino a responderle, su postura era rígida y al mismo tiempo parecía que podría caer allí mismo de cansancio 

— No, James, antes de decir cualquier cosa — la adrenalina corrió por sus venas, dándole esa valentía que no creyó tener antes con sus hermanos — no tienes derecho a pedir que me calme, cuando lo primero que se sobre nuestros padres es “que no se puede hacer nada”, al diablo esas estúpidas reglas, tu más que nadie debió hacer algo en el momento del aviso



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En el texto hay: fantasia, romance, youngadult

Editado: 28.09.2020

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