Capítulo 8

MEGAN

El nerviosismo corría por mis venas y sentía el pulso latir frenéticamente, mientras intentaba detener a Dominic. Pero era demasiado tarde. Jay trató de hacerlo retroceder una vez que llegó al ring, pero él lo empujó bruscamente y subió, encarando a Josh. 

Los gritos de los demás cesaron y me estremecí. Por la manera en la que Josh había dejado a Derek, me preocupó. Había sido descalificado y no se quedó tranquilo con ello, continuó golpeándolo mientras estaba indefenso. Entendía el disgusto de Dominic por ver cómo atacaban a su amigo, pero unirse a la violencia no era un salida viable.

No me dio tiempo de considerarlo. Dominic ya estaba intercambiando palabras con Josh, y por la expresión de su rostro, supuse que no era nada buenas. Josh, sonreía y lo juzgaba como siempre lo hacía en la universidad. Se creía invencible, como si nadie a su alrededor era lo suficiente bueno para estar a su altura. Lamentablemente, la mayoría lo idolatraba con el propósito de quedar bien con él.

―¡Dominic! ―intenté llamar su atención, pero mi voz se perdía entre los chiflidos y reclamos de los que me rodeaban.

El desenlace comenzó cuando Dominic lanzó su puño desnudo, directamente al rostro de Josh. El presentador quiso intervenir, pero Josh lo hizo a un lado luego de incorporarse. Se quitó los guantes, arrojándolos fuera del ring y le hizo una seña para que se acercara. La respiración agitada de Dominic era visible, sus hombros bajaban y subían con pesadez. 

Tenía mucho miedo, me temblaban las manos y el ambiente era sofocante a mi alrededor. Derek se levantó con dificultad y Jay llegó hasta a él, bajándolo de la lona. Cecy rápidamente se alejó de la mesa y  lo ayudó a levantarse, mientras se dirigían a uno de los almacenes.

Sentí que alguien tiraba de mi brazo. Me volví, mirando a Sophie y me decía algo que no podía comprender debido al alboroto que había. Se percató de mi confusión y se inclinó hacia a mí.

―¿Qué esperas? Vamos por Cecy ―la escuché decir, llevándome con ella a los almacenes, pero me detuve a medio camino y me miró, frunciendo el ceño―. ¿Por qué te detienes?

No sabía qué responder. Miré hacia el ring por un momento, viendo como Dominic golpeaba a Josh y viceversa. No podía dejarlo solo. No podía permitir que lo dejara peor que Derek. Sabía que no tenía qué importarme, después de todo, no lo conocía a fondo pero algo dentro de mí, me decía que fuera con él.

―Las alcanzaré después ―no esperé a que me respondiera. Me giré y esquivé a unos cuantos hombres que me impedían el paso al ring.

Cuando llegué al frente, noté que el rostro de Dominic ya tenía algunas heridas al igual que Josh. Se podría decir que los dos eran realmente buenos con los golpes. Sería casi imposible bajar a Dominic de ahí, con el bullicio y los empujones de los demás. 

―¡Dominic! ―grité una vez más, esperando a que quitara la atención a su contrincante, pero no obtuve éxito.

Mi cuerpo se tensó cuando Josh lanzó su puño al estómago de Dominic. Se dobló y cayó de rodillas, haciendo una mueca de dolor. Las personas que se encontraban observando, parecían estar satisfechos con lo que estaba sucediendo, mientras yo trataba de calmar mi miedo. Volvió a levantarse y continuaron recibiendo y evadiendo diferentes ataques.

Fue entonces, cuando logré ver a un anciano acercándose a ellos. Debía ser alguien importante o quizás el dueño, porque al momento en que subió al ring, los aclamos fueron dismuyendo y el dolor en mis oídos ya no era tan punzantes.

Sin temer en que Dominic o Josh lo golpeara, se interpuso entre los dos e hizo ademanes para que dejaran de golpearse como bestias. Otros dos hombres, que supuse que eran los de seguridad, los separaron y los bajaron sin su consentimiento.

Suspirando aliviada por dejar de ver lo que estaba presenciando, caminé velozmente, atravezando los cuerpos sudorosos hasta llegar a Dominic, quien estaba zafándose del hombre que lo sujetaba del brazo.

―¡Sueltáme, idiota! ―decía, retirando su brazo con brusquedad. 

La misma persona mayor le dijo algo al hombre moreno, que parecía querer golpear a Dominic por su actitud, y éste se fue, accediendo a las palabras que el anciano le había dicho. Dominic me miró, desconcertado y limpió la sangre que salía de su nariz con el dorso de la mano. 

―¿Estás bien? ―logré preguntar, una vez que estuve frente a él. Asintió y frunció levemente el ceño cuando el anciano se acercó.

―Siempre es lo mismo contigo, Dominic. No puedes pelear sólo porque se te pegó la gana ―la voz del hombre era tranquila, pero con un toque de firmeza y autoridad.

―¡El maldito golpeó a Derek cuando ya había terminado, eso no es una de las reglas dentro del ring! ―se quejó, sobando sus nudillos lastimados.

―Estoy consciente de eso, y como dueño de éste lugar debo hacerme cargo yo mismo. Qué sea la última vez que interrumpes una pelea ―dicho esto, se marchó y Dominic gruñó, absteniéndose a decir algo.

En ese momento, Jay apareció y nos llevó al fondo del gimansio, hasta llegar a un cuarto que era similar a una enfermería. Derek estaba acostado en una pequeña cama, quejándose discretamente cada vez que el médico ponía presión en su estómago, checando que sus costillas estuvieran en perfectas condiciones. Cecy estaba a su lado con su mano en la de él, intentando distraerlo del dolor.

Miré a Sophie y me senté a su lado, ignorando el mal estado de las sillas. Dominic se recargó el la pared, limpiando los rastros de sangre que había en su rostro. Luego de dar indicaciones, el médico salió, dejando un silencio entre nosotros. Derek suspiró e intentó sentarse pero inmediatamente torció de dolor.

―Diablos, juro que mataré a Josh ―dijo, dejando caer la cabeza contra la almohada.

―Ese idiota la va a pagar ―advirtió Dominic, desechando el pañuelo sangriento a la basura. Jay se unió y comenzaron a decir las maneras en las que lo golpearían.