— ¡Esa heladería es muy rica! ¡Tienen paletas con rellenos de todo tipo!— Dijo Vania, señalando un pequeño local de helados. Ella le estaba mostrando las zonas y tiendas de interés de la ciudad como si fuera una guía turística.
—Probémoslos— Orlan estaba disfrutando el recorrido por Ciudad Central, casi olvidando lo que habían venido a hacer.
Vania sonrió, con un leve sonrojo en su rostro.
Ambos se acercaron a la tienda y eligieron un helado con despreocupación mientras charlaban de cosas de la escuela o del torneo aunque Orlan noto que su amiga no quería hablar mucho de ello.
—No deberías preocuparte— Orlan le miro de reojo mientras mordía su paleta— ¿No recibiste ya algunas propuestas de grupos de héroes? ¡Es increíble! Nadie podría presumir de eso habiendo calificado hasta la segunda etapa.
—La verdad es que me frustra no haber hecho más pero creo que viéndolo en perspectiva, era lo mejor, al final del día no tengo poderes así que de todas formas habría perdido en mi primer combate— La chica se encogió de hombros mientras daba una cucharada a su helado— ¡Extrañaba este sabor!
—Cierto, es tu ciudad de origen ¿Por qué no vamos a tu casa?— Comento Orlan, mirando a su amiga con interés— Me refiero a la casa donde vivían antes.
—Aun es nuestra casa así que ¿Por qué no? Creo que aquí tengo las llaves— Vania asintió y lo comenzó a guiar.
En realidad su familia vivía en una casa bastante lujosa en un barrio pudiente, lo que la avergonzaba.
Fue entonces que se dio cuenta de que lo estaba llevando a su casa y no habría nadie. Su mente imaginativa y creativa comenzó a valorar las opciones mientras poco a poco su rostro enrojecía.
— ¿Estás bien?— Orlan no pudo evitar notar esto, sobre todo en sus visibles orejas.
— ¿Eh? C-claro que si— Dijo la chica, apartando el comentario con su mano mientras cubría su rostro con sus manos y trataba de apartarse para que este no la mire más, avanzando más rápido— ¡Estamos cerca!
En ese momento se olvidaron de su misión.
—Por cierto ¿C-cómo están los otros Tops?— Preguntó Vania, tratando de apartar el sonrojo de su rostro y la mirada de interés del chico.
—Esos chicos son tan raros— Orlan se encogió de hombros con despreocupación mientras terminaba su paleta que tenia de relleno un conejo de chocolate muy rico— La verdad es que desde nuestro encuentro con Joseph no he visto a los demás. Por lo que se, han estado buscando a esos monstruos pero no han encontrado nada aunque eso casi me lo esperaba.
Esos Blogumas eran muy fuertes, tanto como para resistir los rayos de Orlan con solo sus puños y su curación estaba por encima de otros de su tipo. No importaba el daño que recibiera, se recuperaba en un parpadeo.
—Sé que no es de mi incumbencia pero parecía que conocías a esos Blogumas. Insististe en perseguirlos— Vania miro a su amigo de reojo.
—La verdad es que no pero había escuchado ciertos rumores, rumores oscuros que vienen desde Oceanía— Orlan entonces la miro con una leve sonrisa— De todos modos, tranquila, no creo que regresen en mucho tiempo.
Oceanía era el lugar donde descansaba la mayor cantidad de Blogumas del mundo, un lugar inaccesible para humanos en términos generales y de donde surgían leyendas de Blogumas poderosos y monstruos mutados inimaginables. Un lugar conocido ahora como Continente Oscuro.
Aunque eso no es lo que le preocupaba a Vania— Puedes contar conmigo para lo que sea…
—Te había contado que nuestro grupo justo nació para detener a blogumas de ese tipo solo que no esperaba que existieran— Orlan aparto con comentario con un gesto aunque su expresión parecía preocupada— Y la realidad supero mis expectativas.
Vania entendió entonces que aún estaba en shock por su enfrentamiento, pues al final alguien había luchado a la par contra él y sin usar un poder similar. Esos monstruos de verdad eran peligrosos.
La chica no pudo evitar sentir frustración de no poder hacer más por su amigo. Como quería tener un poder increíble…
— ¿Crees que Chandler ya esté muerto?— Preguntó el chico con despreocupación.
—Puede…— Vania sonrió de lado y entonces miro a Orlan— Por cierto, no me molesta ayudar en realidad pero ¿Por qué lo hacemos? Ella no quería ayuda en primer lugar. No parecía feliz de vernos la primera vez.
— ¿No es eso lo que hace un héroe?
Vania el contemplo con seriedad.
—Vale, solo quería saber si era peligrosa en principio— El chico dejo caer sus hombros— Los antihéroes son comunes en todos lados…
Vania recordó la manía de su amigo por buscar todas las respuestas y no pregunto más.
—Antihéroes… ¿Qué crees? Yo…
— ¿Pides mi opinión ahora?— Vania se sorprendió un poco y entonces se puso a pensar— Creo que al igual que los héroes quieren ayudar a la gente pero son extremistas ¿No? Creo que cada quien persigue su propia justicia así que no están equivocados tampoco.
—A veces no hay de otra más que matar…