— ¡No te preocupes!— Orlan seguía tratando de animar a Eliette quien había residió la noticia de que no producía partículas p en el cuerpo de ninguna forma, lo que significaba que no tenía ningún poder— Aún es pronto para rendirnos ¡Hay muchas clases de héroes!
— ¿C-cómo cuáles?— Eliette sollozaba.
—Muchos héroes apoyan a otros desde las oficinas de la SDO— Orlan señalo su oreja, el lugar donde solía ponerse aquel aparato que generaba los lentes holográficos— Aunque si quieres hacer algo diferente, te apoyare en lo que sea…
— ¡No!— Eliette levanto la voz— Puedo hacerlo…
Orlan le sonrió— ¿Vamos a casa? Mi mamá dijo que si quieres, puedes venir con nosotros…
— ¿Puedo ir?— Los ojos de Eliette brillaron entre sus lágrimas.
— ¡Vamos y podemos jugar!
— ¡Sí!
Cuando llegaron se encontraron con Kiana Gundersdottir, quien estaba sentada comiendo con gran tranquilidad. Al notar que abrieron la puerta, levanto la vista y al instante soltó sus cosas para levantarse.
— ¡Hermana Kiana!— Orlan corrió a abrazarla mientras esta hacia lo mismo.
— ¡Mi querido Orlan!— Kiana era una mujer de cabellos blancos atados en una trenza largas que le caía por la espalda, ese día llevaba un pantalón de mezclilla azul ajustado y una blusa negra sin estampado. No llevaba su clásica bata blanca pues no estaba trabajando. Sobre su nariz descansaban unos lentes de pasta azul— Mira cómo has crecido ¡Serás hasta más alto que yo!
—Un año o dos, quizá…
—No presumas…— Le dijo, entonces miro a la chica que lo acompañaba— ¿Eres… nueva?
—No, ella es solo una amiga— Le dijo Kaysa mientras salía de la cocina con un par de platos más— Siéntense, vamos a comer todos juntos.
Los niños obedecieron.
— ¿Y qué haces por aquí? ¿No estas ocupada?— Pregunto su mamá mientras le servía un poco más de comida, algo que la chica acepto con una gran sonrisa— Veo que no debes estarte alimentando bien.
—Si como, pero últimamente no tengo tiempo para cocinar porque sí, estoy ocupada, y tampoco tengo tiempo para ir a restaurantes así que mejor no preguntes que me cocino— Dijo la chica, esbozando una sonrisa nerviosa.
—Espero que no sean esas sopas instantáneas…
—No— Kiana aparto la vista para luego seguir comiendo— Como sea, la verdad es que me escape unos minutos del trabajo ¡Ha sido muy duro! Gano bien pero lo único que puedo comprar es comida… ¡Quiero tener citas!
— ¿Le gustas a alguien? ¡Imposible!— Preguntó Orlan, con curiosidad.
— ¿Qué tratas de decir, hermanito mío?— Kiana le miro con severidad.
—N-nada…
—Si no te gusta, pudiste estudiar otra cosa, algo que realmente quisieras, aun podemos…
—Tranquila, mamá, ya hicieron mucho por mí y si yo quiero estudio otra cosa pero no—Kiana negó con la cabeza— Estudie esto porque me gusta mucho aunque eso no quita que el trabajo sea duro y exigente…
La mujer parecía aliviada— Así es el trabajo…
—Como sea ¿Puedes servirme más?
La mujer asintió con una gran sonrisa mientras iba a la cocina.
— ¿Y ustedes son novios?— Preguntó Kiana, señalando a los amigos.
— ¡¿Eh?! ¡¿Novios?!— Eliette se sonrojo y Kiana noto eso.
—Claro que no…— Orlan negó de forma más concisa.
—Eres un poco tonto ¿No?— Señalo Kiana hacia su hermano.
— ¿Por qué?— Orlan no entendió a que vino eso.
Al final los chicos se fueron a jugar mientras Kiana se quedaba en la sala acompañada de su mamá.
—Debemos tener cuidado— Kiana miro a su mamá con severidad.
—Ibas a contarme sobre eso ¿Qué ocurre?
—La ciudad, bueno, no solo la ciudad si no también mi laboratorio y otros tantos más tienen a Orlan en la vista— Kiana dejo la taza de agua que tenía en la mano sobre la mesa— Su poder tiene potencial para muchas áreas, según lo que he escuchado así que… Debemos ir con cuidado.
—De alguna forma pensamos que esto podría pasar— Kaysa apretó los dientes— Tendremos mucho cuidado.
—No te preocupes, yo haré lo posible por protegerlo de mis colegas pero quería que lo supieran ustedes también… Ya me tome la libertad de advertir a mis otros hermanos y muchos dijeron que se pasarían por aquí cuando no estén ocupados— Kiana ya se había movilizado.
—Muchas gracias ¡Son magníficos!— Dijo Kasya.
—Solo poquito…— Kiana se sonrojo un poco.
Los niños más grandes solían visítalos a menudo para traerles regalos a los menores pero ahora parecían venir en rollo de trabajo aunque eso no quitaba que disfrutaban de la compañía de todos.
Orlan no lo sospechaba, solo era feliz de ver a sus hermanos más grandes un poco más a menudo.
—Hola, queridos alumnos mi nombre es Renaud Dubois, soy parte de Creators— Comentó aquel científico de tez olivácea, ojos verdes, y una expresión bastante amable, de labios delgados y nariz respingada— Hemos abierto un pequeño programa para los niños con potencial e incluso para aquellos que quieran ser un héroe y hemos venido a presentárselos. Les daré unos documentos y podrán leerlos en casa con sus padres ¡Seguro se unen!