Hermandad: Cazadores (vol. 1)

Tormenta.

Jian había estado luchando contra sí mismo desde hace tiempo, más o menos desde que decidió a escapar de aquel horrendo laboratorio.

En algún punto, las pruebas lo cambiaron y poco a poco lo transformaron en un monstruo que se dejaba llevar por sus instintos más primitivos mientras su propia conciencia solo podía verlo desde lo más profundo de su ser.

Pero aun así, la mayoría del tiempo seguía siendo él lo que lo aliviaba y quizá con el tiempo, pudiera controlarlo y usarlo para sí, al fin y al cabo, era el punto de los experimentos, obtener poderes.

—Parece que ya lo tenemos claro— Jian miro a su compañera, Lian quien asintió— Escaparemos aunque nos cueste la vida y si nos cuesta la vida, al menos ya no estaremos aquí.

Su plan avanzo con tranquilidad y la adición de las fuerzas de Gao y de Lixue solo lo llenaban de confianza.

Pero sus instintos empeoraban y lo que era peor es que ningún científico encontraba nada raro en sus pruebas.

La aparición de Lixue solo lo hizo empeorar pues él sentía algo por ella pero bien podría ser solo sus instintos pero estos no despertaban con Lian, lo que le hacía pensar que de verdad le gustaba.   

Sus instintos de a poco le decían que debía tomarla por la fuerza, hacerla suya y reproducirse.

Con el tiempo, lo único que pudo hacer la conciencia real fue observar.

—Yo sé de alguien que está planeando algo ¿Quieres saber?— Jian no quería hacerlo pero sentía el ímpetu de detener a Gao, la persona más cercana a Lixue y ¿Qué mejor manera que esa?

Así que incluso ahora, parte de él no quería seguir peleando, quería huir, ser libre pero otra parte de él quería poseer a Lixue y reproducirse, hacerle tantas cosas para que nunca vuelva a escapar y que se quede a su lado.         

Por lo que Jian no podía evitar clavar su mirada en aquella expresión cargada de fiereza, aquella postura impecable, su ropa sucia, rasgada y su rostro hermoso, manchado con su propia sangre pues era excitante.

— ¡Mi querida Lixue!— Los ojos de Jian se iluminaron mientras se relamía los labios con excitación.

Esta trato de no mostrarse tan asustada como se sentía.

Jian trato de acercarse pro Chandler pateo su cabeza, apartando de ella y empujándolo hasta la pared.

— ¿Estás bien?— Chandler le miro por encima de su hombro.

—S-si— Lixue levanto la vista.

—No te sobre esfuerces…

—Lo siento…

— ¡No te disculpes! ¡Si estas lista, pateémosle el trasero!— Dijo esté, levantando su pulgar.

No estaba lista pero debía ayudarlo, debía actuar y no acobardarse.

Jian soltó un largo suspiro— Eres un gusano muy molesto ¿No ves que estoy ocupado con Lixue? ¡No interfieras!— Grito antes de que su brazo se deformara y se estirara para tratar de atraparlo pero este desapareció.

— ¡Ven por mí!— Gritó Chandler, quien apareció sobre él.

El monstruo estiro sus manos hasta él pero este se transportó lejos, justo por aquel pasillo por el que planeaba correr en principio— Lixue, ven conmigo ¡Divirtámonos juntos mientras el monstruo no está!

Lixue no entendió del todo su comentario pero entendió que debía seguirlo, así corrió a su lado sin pensarlo mucho.

Eso claro que no hizo feliz a Jian quien mordió tan fuerte sus labios que sus dientes filosos atravesaron su piel hacia abajo y hacia arriba. Sangre comenzó a gotear desde sus heridas pero al instante se cerraron, incluso alrededor de sus dientes.

El monstruo los persiguió con rapidez, haciendo temblar todo el subterráneo.   

— ¿Q-qué planeas?— Preguntó Lixue alcanzando muy fácil a Chandler.

Lixue sabía que no podía matarlo con sus técnicas, pero puede que el chico tenga algo pensado.

—Lo tenemos que llevar a dónde va la luciérnaga metálica, entonces ahí, derribaremos el techo sobre él— Dijo este de forma rápida y muy resumida, lo que claro que extraño a Lixue pero asintió.

—Aun así, eso no lo matara…

—Ese es solo nuestra parte, no te preocupes, no sobrevivirá, ninguna parte de él...

Eso hizo que Lixue se estremecería.

— ¡Deja de hablar con ella, maldito mocoso!— Grito Jian con desesperación mientras golpeaba las paredes por las que pasaba, haciendo temblar y derribar algunos de los pilares del lugar— ¡Déjala en paz! ¡Ella es mía! ¡Yo estaré con ella cuando te mate!

Lixue apretó los labios.

—Terminaremos con él— Dijo Chandler a su lado, como una forma de tranquilizarla.

Tras deslizarse por debajo de un pilar, el insecto metálico se detuvo lo que indicaba que habían llegado a su objetivo por lo que ambos se giraron, solo para ver al monstruo quien también se detuvo, algo confundido.

— ¡Estaba comenzando a divertirme! ¿Ya se rinden? ¿O prefieren que juguemos a otra cosa?— Dijo Jian evidentemente molesto.

—Ese no es el rostro de alguien que se está divirtiendo— Chandler señalo hacia arriba hacia Lixue quien entendió.



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En el texto hay: misterio, heroes, asesinosenserie

Editado: 18.03.2024

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