Hermandad: Ciudad Oscura (vol.2)

Una princesa y su gato.

— ¿Un gato cachorro Bloguma enfermo?— Preguntó Johan, sorprendido por lo que estaba viendo dentro de la caja de cartón, moviéndose y maullando— ¿Eso que trae ahí es tu suéter?

—Espero que se recupere pronto— Aylin asintió.

Pese a lo segura que se veía, estaba nerviosa, sobre todo porque era la primera vez que hablaba a solas con él desde que le explico su situación. De todos modos trato de ser natural de cómo lo encontró, de cómo lo trajo a casa y de cómo lo llevo con un médico en la mañana con ayuda de Santiago.

Johan, pese a que estaba sorprendido se preguntó porque fue primero con su hermano mayor y no con él...

— ¿E-estas molesto? ¿Vas a matarlo?— Preguntó Aylin mientras bajaba el rostro. Sus manos estaban sudando.

—N-no, claro que no, es un cachorro, creo que si podemos… puedes educarlo, podría ser solo un gato normal— Johan se encogió de hombros y trato de acariciarlo pero no pudo pues el gato le gruño.

—Creo que no le agradas.

—Solo está enfermo…

—Bueno, Alexander y Santiago lo tocaron sin problemas— Señalo Aylin.

Genial, hasta el gato quería más a su hermano mayor y ¿Quién era Alexander? ¿El médico?

— ¡Que alivio!— Aylin soltó un suspiro que reflejaba sus palabras, tanto que incluso algunas lágrimas llenaron sus ojos.

— ¿Por qué?­— Johan alzo una ceja en su dirección.

—Yo sé que odias a los Blogumas— Aylin solo pudo acariciar al gato que se dejó sin problemas— P-pensé que me odiarías por cuidar a uno…

— ¿Así que eso te ha estado preocupando?— Johan le miro con interés— Yo no te odio y tampoco odio al gato, digo, es pequeño y no ha matado a nadie así que es diferente de los otros… Puede no ser tan malo.

—Yo también soy diferente ¿No? ¿Por eso te has apartado de mí?

— ¡No!— Johan levanto un poco la voz y se sonrojo pensando que debía ser bastante obvio si esta se había dado cuenta— ­Me mantenía apartado pero por otras razones ¡No porque te odie!

— ¿Entonces por qué?

—Dame algo de tiempo y te digo— Dijo Johan apartando la vista y rascando su mejilla.

—Aun así, gracias— Dijo Aylin, sintiendo que acaban de quitarle un enorme peso de encima— Yo quería ir a preguntarte primero que hacer con el gato pero como te dije, no sabía cómo reaccionarias y me dio algo de miedo.

Johan no pudo sentirse más feliz por esa declaración.

—N-no soy un monstruo asesino de Blogumas— Dijo Johan tratando de mostrarse neutral y no tan feliz como se sentía— En realidad solo odio a aquellos que lastiman a la gente. Ellos no merecen perdón.

—Y-ya veo— Aylin asintió y entonces miro el reloj— ¿Me ayudas con su medicina?

—Seguro.

Pero como esperaba, el gato no coopero, no dejaba que Johan se le acercará, algo raro ya que Aylin se le acercaba como si nada pero era difícil darle el medicamento en la boca porque parecía saber que era medicamento y lo rechazaba.

Aylin recordó que para dársela, Santiago tuvo que sostenerlo también.

—Tú le das el medicamento y yo lo sostengo, es mejor— Dijo Aylin al ver que el gato no se acercaba a Johan y que le lanzaba sus garras nada más trataba de estirar su mano.

—Nunca he sido bueno con los animales— Admitió Johan.

—Yo tampoco, es la primera mascota que tengo uno.

Al final pudieron darle la medicina pero el gato ahora miraba con odio a Johan y este no pudo evitar regresarle la mirada pues había ensuciado su ropa con el medicamento cuando lo escupió la primera vez.

Por otro lado, ver a Aylin con ese gatito le hizo sonreír, se llevaban muy bien y muy para sus adentros, pensaba que eran adorables juntos, como si hubiesen nacido el uno para el otro.

—Muchas gracias, espero que esto le ayude— Le agradeció Aylin acariciando el gato sobre su regazo— Por cierto ¿Quieres comer algo? Yo… No puedo levantarme pero si quieres agua puedes tomarla.

—No te preocupes por mí, gracias— Dijo, tomándole la palabra— ¿Quieres que te prepare algo?

—Agua está bien.

Tras un minuto, Johan salió con dos vasos de agua para entregarle uno a Aylin quien lo acepto con una gran sonrisa.

—Por cierto, ahora que estamos aquí creo que podemos hablar— Johan tomo un sorbo de su agua y Aylin solo pudo presentir la pregunta que se venía— ¿Por qué te buscaba ese Bloguma? Te llamo… Princesa ¿No?

Aylin se quedó en silencio y el gato se removió como sintiendo la incomodidad de la chica.

—Si no quieres que lo hablemos, no lo hablamos, claro— Le dijo Johan avergonzado y negando con las manos para que lo ignorara.

—Y-yo… No soy de por aquí— Aylin se sonrojo al darse cuenta de que acaba de decir lo obvio— ¿Sabes que ocurre en Oceanía? Pues yo soy de ahí, junto a mi familia. Me escape sin permiso.

—Así que tu hogar es Oceanía…




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