Un torneo de hace años…

— ¡Todo estará bien!— Mariana sonaba bastante confiada mientras movía sus piernas constantemente y mientras pasaba sus manos por sus cabellos una y otra vez— ¡Hemos entrenado mucho para esto!

En aquellos momentos sus cabellos castaños eran mucho más cortos y portaba el uniforme de la Academia Torre Blanca que consistía en una falda short negra con saco negro con un moño rojo en el cuello, además de un par de líneas doradas que recorrían cada pliegue del uniforme, incluyendo en la falda.

—Es verdad pero hay mucha gente fuerte a la que estoy seguro que mi poder no le afectará tan fácil— Santiago dejo caer sus hombros en señal de rendición— Incluso con poderes como los nuestros, estamos en desventaja por falta de potencia de fuego.

Santiago portaba el mismo uniforme solo que en lugar de falda, llevaba un pantalón negro con los mismos bordes dorados.

Santiago era ahora más alto que ella, mucho más delgado y musculado, además de tener los cabellos morenos bastante cortos.

Su apariencia tranquila y aquellos detalles le hacían muy popular entre las chicas del curso, algo que no gustaba a Mariana pese a que todo él estaba monopolizado por ella.    

— ¡Yo soy quien debería estar más preocupada!— Le regaño Mariana, poniendo sus brazos en jarra— Tu al menos podrías defenderte de los ataques sin que te afecten mucho y sabes pelear más que yo.

—Lo siento, tienes razón— Santiago se restregó el rostro para luego mostrar unos ojos brillantes— Ambos llegamos por algo y podremos hacerlo… Además tú también tienes una ventaja y es que eres más lista que yo.

—No trates de ganarme con cumplidos— Ella estaba satisfecha.

Antes de que pudiera reaccionar, Santiago la abrazo con fuerza, provocando que por poco esta se desmayara. Lo había hecho antes pero el aroma de sus cabellos y su calor siempre podían con ella.

— ¡Vamos a ganar!— Dijo este, separándose para mirarla a los ojos.

—S-si…

Mariana, sin poder evitarlo y antes de que el chico la soltara, le dio un corto beso en los labios que agarro por sorpresa a Santiago— Haremos el resto cuando regreses…

—Yo también vi esa serie—Dijo este, sonriendo con confianza.

—Demonios, creí que sería demasiado vieja para ti— Dijo esta, apartándose con el rostro sonrojado— Supongo que tendré que seguir buscando y quizá algo de un género que no te guste.

— ¿Comenzaras a ver series policiacas y de criminales?— Santiago le miro con una ceja levantada.

Mariana volteo el rostro con los labios fruncidos, dejando en claro que tampoco le gustaban.

—Bueno, bueno, probando, bueno, ya gano ese chico ¿No? Que genial, felicidades por él, es muy fuerte y eso—Dijo el narrador con una voz bastante apagada— Con eso, pasamos al siguiente combate de la primera ronda.

—Su falta de motivación es tan…—Comenzó Mariana.

—Es su primera vez, según escuche— Santiago se encogió de hombros. Nunca le gustaron los presentadores gritones así que se sentía muy cómodo con ese.

—Las siguientes participantes serán…—Se interrumpió, pues parecía estar leyendo un papel. El sonido en el micrófono fue inconfundible— Una estudiante de la Academia Torre Blanca de Segundo año llamada Mariana Kim y su contrincante, venida desde la isla de Japón y la Academia Asahi, Hotaru Kinomoto.

Pese a que las escuelas más llamativas siempre eran cinco, algunos años como ese, se presentaban algunos miembros de otras escuelas que comenzaban a ganar reconocimiento.

La Academia Asahi ya era reconocida como la Sexta Mayor.

—Tu puedes— Santiago detuvo a Mariana antes de que saliera al cuadrilátero.

—Tenemos un promesa, no lo olvides— Le dijo Mariana guiñándole un ojo con mucha confianza mientras caminaba hacía la luz.

Santiago no entendió a qué se refería pero esperaba que ella ganara.

El torneo de ese año fue en el mismo cuadrilátero de siempre, aquel edificio grande, circular, solo que en ese tiempo las gradas eran más pequeñas, por lo que parecía un estadio más que un coliseo aunque como todos los años, estaba repleto de gente que estaba emocionada por los combates.   

Ambas chicas llegaron al cuadrilátero, solo para mirarse con mucha seriedad.

Hotaru tenía el cabello mucho más corto y sus puntas estaban pintadas en azul en lugar de rojo. Llevaba el uniforme de su academia, el cual era una camisola blanca con un cuello en v azul marino con una pañoleta de color ojo, una falda short negra junto con unas calcetas negras altas.

La gente en la gradas vitoreaba a la chica, cosa que incomodo un poco a Mariana.

—Lamento eso— La chica bajo un poco la cabeza en señal de disculpa— No es mi intensión ser tan llamativa pero supongo que es inevitable tomando en cuenta que soy la primera de mi academia que participa en esta clase de evento. 

Mariana trono los labios— Claro, tiene sentido.

—Aunque de todos modos soy increíblemente llamativa ¿No crees? El uniforme me queda muy sexy y tengo una figura que lo exhibe de manera tan increíble— La chica levanto un poco su falda con un rápido movimiento, provocando algunos vítores más.