Hermandad: Ciudad Oscura (vol.4)

Aunque duela.

Hotaru no tuvo más opción que seguir a Mariana quien caminaba entre la gente para después esconderse constantemente detrás de algún poste o en alguna esquina mientras regresaba la vista al frente con nerviosismo.

—Solo llamas más la atención así— Le susurró Hotaru mientras se inclinaba un poco hacía ella— Créeme que lo he intentado antes y pese a que es divertido, lo único que provocas son chismes por ahí y por allá si te descubren.

—Lo siento pero es necesario— Mariana arrastro a Hotaru— Ese de ahí, es mi novio y va acompañado de dos chicas ¿Sabes lo que significa?

— ¿Qué tiene muchas amigas?

—No, que podría estarme engañando porque a esas dos no las conozco de nada— Señalo con seriedad.

—Eso no es muy…—Hotaru se detuvo a pensar en la palabra— ¡Ya se! Tóxico.

— ¡Claro que no!— Mariana negó con la cabeza— Mira, yo no suelo meterme en la vida de mis parejas más de lo necesario pero esto es sospechoso, veas por donde lo veas porque me dijo que haría de comer en casa para esta noche…

—Y pudo encontrarse a sus amigas ¿No?— Hotaru se encogió de hombros— Veo que trae cosas cargando.

—Sí, pero eso es una mochila de deporte ¿Por qué necesita alguien una mochila de deporte para ir a buscar víveres en una tienda? Además él no vive por aquí ¿Por qué viajar tanto?— Preguntó Mariana como si tuviera sentido— Además, no parece que vaya a ninguna tienda.

Ambas siguieron caminando, guardando distancia.

— ¿Me pregunto de que hablaran? A esta distancia mis lentes no podrán aislar la conversación— Dijo Mariana mientras revisaba las especificaciones de sus gafas— Necesitaremos acércanos más…

—Esas gafas son de un modelo, no, dos anterior a las que nosotros tenemos— Dijo Hotaru sacando sus gafas oficiales que eran mucho más delgadas que las que tenía ella— Veamos que puede hacer esta. No las he probado, en realidad.

—Claro, el rico siempre humillando al pobre…— Mariana dejo caer sus hombros.

— ¡Me las dan en el trabajo!

—Ya se, ya se, es una broma, solo inténtalo— Se disculpó Mariana, levantando ambas manos.

Hotaru comenzó a manipular sus lentes, como casi todas, con movimientos de las manos, incluso con los dedos. De hecho, otras tantas estaban configuradas para activarse con la voz, pero eso llamaba mucho la atención en ese tipo de misiones.

—Parece que se puede pero si necesitamos cerrar un poco más la distancia— Dijo Hotaru, entonces se acercó solo un poco más, manteniendo el ritmo de su caminata para nada sospechosa.

Al final Hotaru le tendió un audífono bastante compacto a Mariana que acepto y se puso sin más.

—Sabía que no podía contar con ustedes para algo tan sencillo— Dijo Bruno, pero el tono que estaba usando era muy diferente al que escuchaba Mariana con regularidad, de hecho, estaba enojado.

No podía ver sus rostros pero sabía que era Bruno, un chico de cabellos cortos morenos, ojos morenos, tez clara, era alto, delgado y musculado, además de tener una quemadura en la mejilla. Su rostro era delgado, de nariz fina y labios delgados.

— ¿De qué mierda estás hablando? Hemos realizado un trabajo excelente a diferencia de ti— Dijo la chica que caminaba a su derecha con un tono molesto— Con toda la gente reunida allá, ni cuenta ¿Sabes? ¡Trabajo fácil!

No podía ver el rostro de las chicas que la acompañaban, aunque una era rubia y la otra era de cabellos morenos cortos.

—Y aun así, tuve que venir…

—La ciudad es confusa, eso es todo…— La que hablaba era la rubia.

La otra chica se mantuvo en silencio.

— ¿Cuánto tiempo has estado aquí ya? No debería ya ser tiempo suficiente como para al menos ubicar los edificios importantes o al menos, los que serían nuestros objetivos— Volvió a insistir Bruno, de mala gana.

—No me gusta la gente ¿Sabes? Si fuera por mí, los mataría a todos pero con nuestras fuerzas ocupadas en otra cosa, no tengo opción— La rubia se encogió de hombros— De todos modos no eres tu quien siempre dice que ya no quiere ser un infiltrado.

— ¿Infiltrado?— Se preguntó Mariana a sí misma.

—Sí, pero aún es necesario que me quede donde estoy— Bruno dejo escapar un leve suspiro— Nuestros objetivos son claros y son inalcanzables así que no podemos solo ir a matarlos, menos entre tanta gente así que demos ser pacientes. El jefe estaría listo pronto y con los experimentos del niño, crearemos un ejército que nos ayudará.

— ¿Entonces para qué son estas bombas?— Preguntó la otra chica, inclinando su rostro.

—Desviar atenciones, deben creer que somos solo terroristas— Le explico Bruno— La gente común y feliz no nos importa para nada.  

Hotaru ya comenzaba a pensar que no era una pérdida de tiempo seguirlo.

Por otro lado, Mariana estaba en shock, tratando de entender lo que estaba diciendo su novio como si nada ¿Objetivos claros? ¿Experimentos? ¿Bombas para desviar la atención? ¿Era una especie de broma o palabras clave para hacer hincapié en que la están engañando? Esperaba que solo fuera eso, de alguna forma.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.