Hermandad: Ciudad Oscura (vol.5)

Solo quiero una vida pacífica.

Ave no recuerda mucho de su infancia, más allá de que su mamá era una humana y su papá un Bloguma del tipo Ave que a diferencia de él, tenía muchas más características de animal.

Su concepción fue una violación a lo natural, claramente pero la mujer, de alguna forma, amaba a Ave, quizá porque de verdad lo reconocía como su hijo o quizá estaba el hecho de que antaño no había logrado concebir un hijo humano pero ahora, con un Bloguma, lo había logrado.

—Estaremos bien, seremos una familia— La voz de su mamá resonaba de vez en vez en su cabeza pero solo recordaba eso.

¿Murió? ¿Fue asesinada? Ave no lo recuerda.

Su infancia fue correr de un lado a otro, tratando de sobrevivir, robando comida y evitando a la SDO.

Pero a Ave nunca le molesto, él sabía que era un monstruo, una aberración incluso entre los Blogumas así que buscar un lugar donde ser aceptado era estúpido, una pérdida de tiempo total.

De todos modos, no pedía mucho, solo el poder volar de vez en vez y comer lo suficiente para no desmayarse.

No quería mucho ni poco. Era conformista.

Hasta que los encontró.

— ¿Esto es todo lo que pudieron encontrar?— Dijo un bloguma humano cargando lo que parecía una lanza de madera de punta afilada con la que apuntaba a un par de niños— ¡No es suficiente para su pago semanal!

Uno de los niños no hablaba pero tenía características de oso, unas manos con garras y unas orejas de oso muy grandes. Su hocico también era de oso pero sus ojos y su cuerpo eran humanoides.

El otro niño era mucho más humano aunque no tenía un brazo.

—N-no pudimos conseguir más…

— ¡Estúpidos mocosos!— El hombre estaba por atravesar al niño oso pero Ave lo pateo, apartándolo de los niños.

— ¡¿Qué mierda?!— El tipo termino con una herida en la cara que ya había comenzado a cerrarse, aunque muy lento. Lo normal en un Bloguma— ¡¿Y tú quién mierda te crees que eres?!

—Lo siento, solo… No podía dejar que les hicieras nada— Ave se disculpó, se elevó tomando a ambos niños como si nada, elevándose a gran velocidad. Ambos eran lo bastante delgados como para que esto fuera fácil.

— ¡No te llevaras a mi esclavos!— Grito el tipo, lanzado su arma y rasgando el costado de Ave.

Ave solo hizo una mueca y comenzó a alejarse de ahí con más rapidez.

Cuando determino que no había más riesgo, comenzó a bajar lentamente hasta llegar al suelo, ahí, logro poner a los chicos seguros y verifico el estado de su herida. También comenzó a cerrarse.

— ¿Q-qué quieres de nosotros?— Dijo el niño que podía hablar haciendo retroceder al niño oso.

—Nada, no se preocupen— Ave logro ponerse en pie y los contemplo con atención— Solo no podía dejar que los lastimaran más… Ahora tendrán la oportunidad de ser libres ¿No es genial?

— ¿Libres? Cuando regresemos nos matara…— Dijo el chico.

— ¿Por qué habrían de regresar?

—Porque no podremos vivir solos, somos niños, ese tipo es consiente pero muchos no, nos mataran para comernos y si no son ellos, son las patrullas de los humanos y a ellos no podremos pararlos ¿Qué vamos a hacer? ¡¿Qué vamos a hacer?! ¡Mierda, mierda!

El otro se quejó.

—Tranquilo, estaremos bien— Dijo el niño tratando de tranquilizarlo pero Ave noto que estaba temblando.

Ave miro al cielo y luego a ellos— Entonces les enseñare a sobrevivir ¿Qué les parece? Así no tendrán que recurrir a alguien más fuerte que ustedes y podrán ser tan libres como ustedes quieran…

Los dos niños lo contemplaron.

— ¿Cuánto…?

—No necesitan pagarme— Ave negó con la cabeza.

La verdad es que no pudo evitar sentirse culpable así que los ayudaría a ponerse en el camino y entonces los dejaría ir. No tendrían que regresar a ser castigados ni tendrían que morir en manos de otros monstruos.

—Tu brazo…— Ave pregunto al niño cuando estaban construyendo el refugio para los tres.

Ave se sorprendido no solo por su capacidad de comunicarse entre ellos si no de la gran destreza que tenían.

—Ah, nací sin el— Dijo el chico tocando su hombro— No todos los blogumas somos tan perfectos como se dice que somos…

Una ideología compartida por la mayoría de Blogumas era que eran seres perfectos. Ave solo había escuchado de ello.

—No somos perfectos, somos monstruos— Le dijo Ave.

—Sí, siempre nos lo decían— El chico asintió, haciendo una mueca— Pero me hubiera gustado ir al espacio ¿Sabías que la gente iba al espacio todo el tiempo antes? ¡Es increíble!

— ¿De verdad? ¿El espacio? Bueno, sería un espacio más grande para volar…

—No seas tonto, no podrías ir al espacio sin traje ¡Mira!— El chico saco un libro que llevaba en una bolsa desgastada. El mismo libro tenía moho y estaba despintado, casi deshaciéndose pero lo trataba con mucho cuidado.




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