— ¡¿Estás bromeando?!— Konrad miro a Miss Paladín con una mueca frustrada, pues le acaban de decir que Pulso fue atrapado por la SDO— No, en realidad casi podría esperarlo de Pulso, a veces se dejaba llevar con facilidad y estar en una ciudad llena de gente idiota, seguro alguien termino provocándolo.
— ¿De verdad no te molesta?— La mujer le miro sobre su hombro pues estaba mirando por la ventana de aquella pequeña habitación en la que se escondían— Lo que me molesta es que no utilizo la pastilla.
La regla en el grupo era que si alguien era atrapado, debían comer la pastilla en su mejilla, aquella cargada de cianuro.
—Qué más da, a nadie le gusta morir…
—Eso es traición y significa que cuando lo liberemos, cuando todo termine en esta ciudad, lo matarte ¿Esta claro?— Aseguro la mujer con aquella mirada cargada de odio, girando todo su cuerpo hacia el hombre.
—Puedes hacerlo— Konrad lo entendió.
— ¿Por qué diablos hacen tanto ruido tan temprano?— Rose estaba a un lado de Konrad, desnuda, como el mismo Konrad lo estaba. La mujer bostezo— Pulso era un idiota, si, ya lo sabíamos ¿Qué sigue? Además ¿Por qué ella está aquí? ¿Planeas que nos divirtamos los tres? Admito que siempre he querido probar a Miss Paladín.
—No me involucres en tus cochinadas, por favor— Miss Paladín ni se inmuto, de hecho, ni se mostró molesta por el comentario.
—De lo que te pierdes, querida, mis dedos son increíbles ¿Verdad, Konrad?— Dijo la mujer esbozando una sonrisa provocativa— Aunque también mi boca, ven acá para que te lo muestre…
— ¿Cómo llevan la búsqueda del muchacho?— Interrumpió Konrad.
—Tenemos dos posibles localizaciones pero no es seguro que estén ahí— Miss Paladín parecía lista para pelear— Iré yo misma a ambos lugares para verlo por mí misma. No quiero más fallos innecesarios.
— ¡Ah, ya veo! No seas celoso, tengo suficiente amor para ambos… Como sea, de momento yo iré tras la niña— Dijo Rose estirándose en la cama mientras las cobijas caían, dejando ver su esbelta espalda— Se ve que es muy importante para él ¿No es verdad? Si la encuentro a ella, también los encontraremos a ellos.
—No deberías arriesgarte tanto— Dijo Konrad.
—Claro pero no debes preocuparte por mí, sino por la niña— Dijo Rose esbozando una peligrosa sonrisa.
—No sabemos dónde está…— Señalo Miss Paladín sin mirarla.
—Quizá este en uno de esos lugares que encontraste ¡Trabajo en equipo, querida!— La mujer levanto sus manos con emoción, estirándose.
Por otro lado, la ciudad ya no podía permitirse dejar a los Oscuros campar a sus anchas pues tras ese último ataque la gente comenzó a preguntar. Los recientes ataques a zonas habitadas y no habitadas, había levantado algunas cejas hacia la SDO y hasta un posible grupo de villanos que la gente no conocía.
Todo eso llego a odios de Iris y Esmeralda quienes estaban dando apoyo desde las pantallas ese día.
—No podrían mantenerlo en secreto toda la vida— Susurro Iris.
—Y se les está saliendo de las manos ¿De verdad estaban tan poco preparados para esta clase de ataques?— Esmeralda hizo una mueca, mirando hacia la nada.
—Por eso debemos estar listos para pelear, no estando aquí, viendo cámaras…
—Las cámaras también son importantes— Le dijo Esmeralda.
—Lo sé…— Dijo Iris, recargándose en su mano.
Mariana no pudo evitar hacer una mueca al escucharlas. Que las estudiantes menores digan cosas medianamente realistas solo dejaba en claro el estado de la SDO. Debían tomar acción de una vez por todas y anunciarlo a la gente.
—Parece que me equivoque— Miss Paladín llevaba su uniforme de soldado mientras observaba a los hombres que la esperaban en aquella base, una zona de los túneles que en teoría podría albergar maquinas pero que ahora guardaba provisiones. No era una zona importante, en teoría pero los movimientos habían sido sospechosos últimamente en esa zona.
—Vaya que lo hiciste— Jocelyn Mónaco estaba frente a ella, mientras creaba varios cristales en sus manos.
—Cristales rosas ¿Así que estas implicada en la creación de los cristales potenciadores?— Preguntó Miss Paladín quien retrocedió con habilidad antes de que una esfera de luz le reventara la cabeza.
Otra bastarda que podía verlo, eso enojo a Viper. Desde la niña de los cuchillos hace días que comenzaba a pensar que su poder era inútil.
—Hubiera sito tan estético que tu cabeza volara, lástima que no habría podido cristalizarla en el acto— Dijo Jocelyn haciendo una mueca y mirando con atención a la mujer— La verdad es que casi esperaba que llegaran a la otra base primero.
— ¿Una trampa? Ya veo, mantuvieron estas dos zonas vigiladas especialmente, o más bien con un tránsito limitado de cosas para desviar nuestra atención, sin mencionar las compras que se realizaban cerca. Nuestros espías tampoco esperaban esto. Parece que hay un poder entre los suyos que desconocemos— Dijo Miss Paladín haciendo una mueca— Eso me molesta, no es de alguien con honor esconder sus cartas.
El poder de dormir de Monserrat era clave pero tampoco lo dirían.