Hermandad: Ciudad Oscura (vol.5)

La misma moneda, dos caras.

Iris levanto su mano pero para sujetar su muñeca, lo que sorprendió a Rubí.

—Lo siento— Dijo Iris apretando sus labios pero sin apretar con mucha fuerza la muñeca de Rubí— Pero debo detenerte, y debo detenerte porque eres una amiga, quizá no te conozco mucho pero… ¡No puedo permitir que te vuelvas un villano! ¡Los Oscuros seguro han lavado tu mente!

Rubí bajo la vista.

Mariana trato de alcanzar a Nataly por la calle, esquivando los escombros pero ya los había perdido de vista. Esmeralda se quedó cerca de la villana que estaba inconsciente, sin poder ayudar a ninguna.

Como no llevaban las esposas especiales para evitar los poderes, Esmeralda no podía hacer nada, además, no sabía cuándo despertaría por lo que debía estar alerta a cualquier movimiento.

Aunque a juzgar por la sangre, estaba agotada.

Por otro lado, algunos destellos de luz por poco impactan en Iris quien tuvo que soltar a Rubí para evitarlos.

—Eres como los demás ¿No? No eres capaz de escuchar más allá de la verdad de la SDO— Dijo Rubí mirándola con una expresión que dejaba en claro decepción, lo que le dolió a Iris.

— ¡No tienes ni idea de lo que busca mi hermano!

— ¿Tu hermano?— Preguntó Iris abriendo un poco los ojos— Tu…

La chica se fue de ahí con la velocidad de un destello pero Iris fue tras ella tratando de cortar su camino pero siendo apartada por una onda de luz que por poco la hace estrellarse contra una pared, pero ella logro girar en el aire y volvió a embestir lanzando un golpe que hizo que Rubí se desestabilizara.

—Si quieres que te escuche, entonces habla conmigo­— Le grito Iris mirándola de cerca— Debes entender que no puedo dejarte ir y tomando en cuenta quien está más agotada, perderás.

— ¿De verdad lo crees?— Rubí le miro con atención.

— ¡Claro…! — Aunque ahora comenzaba a dudar. Quizá antes no estaba agotada, quizá solo no sabía qué hacer para contrarrestar el poder del magnetismo de esa mujer lo que la agotaba o quizá solo lo dijo para provocarla y meterle miedo— Por favor, hablemos.

—Haces tiempo ¿No?

— ¡Claro que no!— Iris negó con la cabeza— Podemos irnos de aquí, quiero escucharte, quiero convencerte de que estás haciendo las cosas mal, yo… Entiendo tu odio, su odio hacia la SDO pero esto…

— ¿Y qué harías tú?— Preguntó Rubí.

—Yo trataría de cambiar las cosas desde dentro— Iris levanto la voz— Trataría de cambiar las cosas, lento pero seguro, haría una SDO mucho mejor que antes, una que ustedes podrían ayudar a construir.

­—Ese es tu final, tu objetivo pero ¿Qué harías para cumplirlo?

—Esto…

—Nosotros tampoco queremos esto— Le dijo Rubí haciendo una mueca— Nosotros no podemos creer en promesas vacías, nosotros vamos a cambiar este mundo para bien o para mal pero requerimos ayuda, de gente como tú que es capaz de pararse a escucharme.

— ¿Pero crees que la guerra es el comienzo?

—No será una guerra, será la guerra, aquella que podrá fin a la oscuridad— Rubí le miro con seriedad. Iris pudo reconocer que hablaba en serio, de verdad creía en su forma de cambiar las cosas— Si de verdad no crees en la SDO, deberías entenderlo.

—Pero debe de haber otra forma.

—No digas tonterías, en este momento no existe otra forma ya que no solo es la SDO, es D.A, el gobierno, todo debe cambiar, todo debe ser quemado para poder plantar algo nuevo y honesto ¡Mi hermano quemara a todos esos imbéciles y creamos algo nuevo, algo honesto y brillante!— Dijo Rubí.

Iris no supo que responder.

—Lo ves, tengo razón— Dijo Rubí y esbozo una leve sonrisa, extendiendo de nuevo su mano— Por favor, ven con nosotros, escucha a mi hermano y lo entenderás, lo prometo ¡Mi hermano creara algo nuevo para ti!

— ¿Y si tu hermano te manipula?— Pregunto Iris negando con la cabeza.

— ¿Y qué me dices de los tuyos?

— ¡No digas tonterías, mis hermanos jamás lo harían!— Iris reprimió las ganas de golpearla.

—Entonces ahí tienes también tu respuesta de mi parte— Dijo Rubí, inclinando un poco más su rostro. También estaba molesta por tal calumnia hacia su hermano pero evito gritar por poco.

Iris retrocedió de nuevo.

—De verdad quiero ser tu amiga— Rubí le sonrió con amabilidad, manteniendo su mano arriba.

Iris hizo una mueca— Yo… También pero… No puedo… No…

Rubí trato de escapar de nuevo pero Iris lo evito tratando de darle una patada pero un ala de luz lo evito, empujándola lejos, a lo que ella giro en el aire utilizando impulso de luz trato de regresar hacia ella pero las alas de nuevo la protegieron.

Ambas eran tan rápidas como la propia luz.

Iris trato de alcanzarla pero las alas se lo impedían, entonces un por poco una le alcanza el rostro, cosa que aprovecho para usarla como soporte y tratar de acercarse pero el tiempo parecía avanzar lento cuando la tenía cerca.

Solo eran sus percepciones.




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