Iris estaba recostada en el sillón de la sala, abrazando un cojín mientras llevaba su pijama compuesta de un short corto de color amarillo con una playera afelpada del mismo color con un pollo estampado en el pecho y en la pierna izquierda.
— ¿Quieres papas?— Preguntó Johan sentando en uno de los sillones individuales mientras cargaba un bol de papas fritas. Este llevaba un pijama con un pantalón de cuadros y una playera blanca.
Iris se quejó.
—Supongo que más para mi…— Johan tomo otra para comerla pero Iris ya había estirado sus manos.
Johan suspiro y le paso el bol.
—Dime ¿Por qué estas molesta? No creo que sea solo porque esa chica forma parte de los Oscuros— Dijo Johan. Ya habían escuchado la historia de Rubí, la chica que conocieron en las vacaciones.
—No pude detenerla— Dijo Iris, tomando un gran puño de papas.
—Supongo que te falta entrenar…
— ¡No es eso!— Iris mastico unas papas, manchando su mejilla con restos de estas— Dude ¿Sabes? Claro, me impacto que formara parte de los Oscuros pero no pude detenerla, pese a que tuve la oportunidad y ni siquiera somos tan cercanas…
Johan se estiro para tomar algunas papas— Eso si…
— ¿Y si más de nuestros amigos terminan traicionándonos como ella? Digo, reitero que no éramos muy cercanas pero si con ella no pude…— Pregunto Iris haciendo una mueca— No sé si podría detener a otros como ustedes.
— ¿Y si te matan?— Preguntó su hermano menor.
— ¡Somos amigos, no me matarían!— Exclamo Iris, alarmada.
— ¿Cómo puedes estar tan segura? Así como con esa chica ¿Cómo no sabes que harán todo para detenerte cuando los juzgues?— Preguntó Johan con frialdad— La SDO ya está manchada, todos podrían ser enemigos.
Iris hizo una mueca— ¿Tu podrías hacerlo?
—Confió en que mis amigos cercanos, mi familia no son malos así que… Supongo que no— Johan masco otra papita— Pero si ellos deciden amenazarlos a ustedes, entonces lo haría.
—Awww, si me quieres— Iris se sonrojo un poco pero negó con la cabeza casi al instante— Pero no lo hagas, yo… Detendré a nuestros compañeros de ser necesario. No debo dudar como con Rubí, de hecho, a ella también debo pararla, debo… Buscar una respuesta.
— ¿Una respuesta?
—Para mejorar todo pero sin recurrir a esto, a lo que sea que los Oscuros planeen— Dijo Iris haciendo una mueca abrazando más fuerte el cojín— No puedo dejar que lo destruyan todo.
—Los Oscuros están locos, no deberías justificarlos por palabras que te dijo una niña— Johan negó con la cabeza.
—Pero esa niña parecía segura de lo que decía, ella…— Iris apretó los labios— No importa, como sea, no parare, buscare una respuesta, yo… Tengo que hacerlo, entonces yo le extenderé la mano.
Johan le miro con una ceja levantada solo para ser golpeado por el cojín de su hermana.
—No importa, como sea, gracias— Iris le sonrió y tomo más papas— De verdad si me quieres.
—Claro que no, solo quería que quitaras esa cara de deprimida porque voy a ver mi programa y seria incomodo verte cuando quiero tomar papas—Johan prendió la televisión con despreocupación.
— ¡Grosero!— Iris hizo un puchero.
Santiago los estaba escuchando desde el pasillo pero parece que no fue necesario intervenir.
Aun así, no pudo dejar de pensar en las noticias de la tarde, ese desastre en calles habitadas dejo a la sociedad en shock y muchos comenzaban a quejarse sobre terroristas y el nombre de los Oscuros, incluso se filtró en los noticieros.
La gente comenzaba a sospechar y la SDO no tendría de otra que aceptar el peligro inminente de ese grupo.
Las cosas se movieran para bien o para mal en la ciudad.
Santiago se preguntó si todo esto era plan de los Oscuros. Pero no era todo pues tomando en cuenta el enfrentamiento de su hermana y el hecho de que Rubí era parte de los Oscuros, significaba que había o bien otra facción aparte de los Oscuros o bien, alguien buscaba hacerse con el poder de ese grupo desde dentro.
— ¡¿La utilización de qué?!— Mariana se levantó de su lugar. No era la única alarmada.
Ese día se tuvo una reunión estratégica pequeña entre los jefes directos de Mariana y otros tantos agentes que estaban por ahí, trabajando en los diferentes distritos. Los vigilantes típicos, vaya.
—Es una locura— Dijo otro.
— ¡Lo único que harán es que la gente con poderes nos vea como amenaza!— Se quejó Stelle, cruzándose de brazos con una mueca en el rostro.
—Lo sé, lo sé, en realidad no es algo que queramos hacer, incluso los altos mandos lo dudan— Dijo uno de los jefes con nerviosismo— La cura contra los poderes tampoco es que este lista ya…
—Por eso no podemos llevarlas “por si acaso”— Mariana se mostró muy seria— Incluso sin mis poderes puedo ver un gran desastre, la gente no se quedara callada y menos ahora con todo esto ¡Quieren seguridad! ¡No control!
—Lo sé— Dijo el jefe— Bien, tendremos que limitar su uso, pero ante cualquier encuentro con los Oscuros, avisen sin más, no generen conflicto innecesario. Los altos están buscando la manera de terminarlos de raíz.