Miss Paladín apretó su lanza y con un rápido movimiento fue hasta Ave quien se apartó a gran velocidad, entonces con un aleteo soltó un montón de plumas que cubrieron la visión del caballero.
—Muy artístico, si— El Tejedor se quedó fascinado al ver la lluvia de plumas.
Viper fue directo a la cabeza de ese tipo para devorarla de un mordisco pero Miss Paladín impidió su avance con su lanza, apartándolo de su compañero con la fuerza suficiente como para hacerlo deslizarse por el techo del edificio.
—Gracias, se nota que me aprecias…—El Tejedor se mostró conmovido.
—Solo no estorbes…— La mujer contemplo al lagarto— Y tú, monstruo, deberías comenzar al instante con la otra forma con la que me derrotaste ¡No dejare que te contengas mientras te mato!
Viper siseo, sonriendo un poco— Me encantaría pero no he podido usarla desde entonces.
Y era verdad, pues pese a que había estado practicando, aquella forma nunca regreso lo que lo preocupaba, pues era su carta de triunfo en caso de que las cosas salieran mal. Por otro lado, Ave…
Ave cayó en picada rumbo al Tejedor que extendió su piel dura como una capa, impidiendo los rasguños del chico pájaro.
—Que uñas tan peligrosas, casi podrían atravesarme el cuerpo— Dijo el hombre fascinado pues incluso su piel dura tenía algunos visibles rasguños, claro, no lo suficiente como para romperla pero si como para dejarle marcas.
Ave se paró en un poste de luz para mirar a su enemigo.
El Tejedor era consciente de que su poder era mayor estando en lugares cerrados, por lo que pelear en un techo era terriblemente desventajoso para él pero se muchacho pájaro no parecía la gran cosa.
Hasta el lagarto parecía mucho más divertido.
Miss Paladín tuvo que saltar a otro techo pues los ataques de Viper por poco la hacen caer hacia el suelo aunque ahora que lo pensaba, quizá era lo mejor si quería acorralarlos a los dos y aprovechar a su maldito compañero loco.
Miss Paladín trato de dejarse caer pero Viper la sujeto con su cola invisible, en el último momento y la hizo regresar hacia uno de los techos con fuerza, aunque esto en realidad no la derribo, pues cayo con gracilidad.
—Por su bien, quédense aquí— Dijo Viper relamiéndose los labios mientras observaba a la mujer.
— ¿Por nuestro bien? No juegues conmigo, villano— Miss Paladín hizo una mueca y se preparó para embestirlo con su lanza. Viper recibió el impacto en su hombro, y acto seguido tomo el arma con sus brazos para aplastar su mano expuesta— ¡Mierda!
La cola de Viper se movió rápidamente para tratar de hacerle una herida a Miss Paladín pero esta se potencio de nuevo, logrando liberarse y desviar su cola, con lo cual saltaron chispas.
—Ya veo… Armas— Miss Paladín contemplo que su cola tenía una navaja atada en un soporte de piel.
—La otra forma me dio la idea— Aseguro el reptil esbozando una tenebrosa sonrisa— Puede que no pueda activarla pero no creas que no siento la misma emoción que en ese momento.
Su lanza se volvió dos— Entonces basta de juegos.
El Tejedor seguía esquivando o recibiendo con su capa de piel los embiste de Ave quien caía en picada con sus filosas garras de frente, mientras también lanzaba picotazos sin ningún efecto.
—Eres increíble, muchacho, tus uñas, tus plumas, tus movimientos ¡Eres un Bloguma increíble!— Acepto el Tejedor sonriéndole a Ave quien flotaba sobre él moviendo sus alas y soltando todavía más plumas.
—Gracias, supongo— Ave hizo una mueca.
—De nada, chico pero esto se tiene que terminar— El Tejedor esbozo una gran sonrisa y entonces levantando sus manos hacia atrás, jalo los hilos que había logrado amarrar en Ave con cada impacto que le daba.
Ave cayó ruidosamente contra el suelo.
—No soy mucho de jugar al aire libre pero me gustan los retos— Acepto el Tejedor esbozando una confiada sonrisa.
— ¿Ahora lo ves?— Miss Paladín había logrado empalar contra el suelo a Viper con sus dos armas enterradas en sus hombros mientras aplastaba con sus pies sus piernas, inmóviles. La cola también estaba inmóvil contra una de las espadas— No son más que presas fáciles para nosotros.
—Ese era el plan— Viper sonrió un poco.
Miss Paladín enterró más sus armas— No juegues conmigo, monstruo…
—Me pregunto si podré vender tu pico y ponerte uno de metal cuando te vuelva mi marioneta— Dijo El Tejedor contemplando a Ave— Aunque volverte una marioneta podría ser problemático, al fin y al cabo, sustituir tus plumas será complicado ¡A menos que use plumas metálicas!
Ave se mantuvo en silencio.
— ¿Sabes? Hoy sí que hace calor…
Ave se prendió en llamas, por lo que el Tejedor se apartó rápidamente cubriéndose con su piel.
—No quería volverte pollo frito— Dijo el tipo contemplando como Ave se ponía de pie mientras los hilos se quemaban rápidamente— Ya veo, que poder de fuego, casi parece más letal que el de Renne.
Las llamas se apagaron denotando que Ave estaba bien, entonces comenzó a sobar sus manos de pájaro, dejando ver como las plumas de su cuerpo comenzaban a arder— ¿Por qué no vemos quien termina frito al final?