Mis padres no eran los únicos en la sala, más personas los acompañaban vestidos con lo que aparentaban ser gruesos trajes de combate, ellos también visten de la misma manera.
Todos son unos completos extraños, pero de alguna manera siento que los conozco desde hacía mucho tiempo.
Me quedo viendo de derecha a izquierda y viceversa, toda esa gente que está en el cuarto prohibido —como le llamaba de pequeña— tiene un gran parecido como si fueran... familia. Al pensar esto entro en un estado de pánico o asombro que es causante de mi bloqueo.
Esas personas me ven de pies a cabeza con un sonrisa de aparente alegría, es lo que percibo. Mi padre me toma del brazo invitandome a entrar, acto seguido cierra la puerta.
La habitación no es solo eso, sino que es más grande de lo que aparenta ser desde afuera. Es de un color totalmente blanco, las luces led le dan un tono azulado. En las paredes hay innumerables percheras de armas de todo tipo: desde cuchillos hasta pistolas y otras más que no logro reconocer.
—Llegó la hora de que sepas quién eres realmente.
Fue mi madre la que habló. Mi padre se contuvo a sonreír con satisfacción, había un brillo peculiar en su miradad. El ambiente era tenso, me costaba respirar era como si el aire fuera pesado. Las personas de la estancia se limitaban a susurrar y a sonreírme como si de algun lado yo les conociera.
—¿Quiénes son estas personas? —pregunté demandante a mi padre volviendo a ponerme de pie par observarlos a todos mejor,
—Tessa estas personas son tu familia.
Sentí un balde de agua fría en la espalda porque no podía ser. Toda mi familia la puedo contar con los dedos de las manos, uno: papá, dos: mamá. Y esta gente es demasiada, casi como para hacer dos equipos de fútbol.
Me quedé anonada, hasta que papá habló de nuevo.
—Tus abuelos: Gérard y Louisa... —Así continuó hasta que nombró a todos los miembros de la sala— Todos ellos conforman La Casa de Londres.
—¡Cuál se supone que es el propósito de las personas de La Casa de Londres! —era más afirmación que pregunta de mi parte.
La verdad es que no sabía si estaba haciendo las preguntas correctas o actuando de la manera correcta, porque todas esas personas en la sala eran unos completos desconocidos. Un día soy una chica que la única familia que tiene son sus padres y su mejor amiga y al siguiente le dicen que tiene familia suficiente para jugar en el mundial. Todo esto es una pasada. No sé si es verdad o estoy soñando. Porque estoy soñando, ¿verdad?
—Todas las historias son ciertas, Tessa. —habló Gérard.
—Esto, esto es una broma, ¿cierto? Está bien, caí. Dejen de hacerme ver como la tonta. —estaba exasperada.
—Nada es broma aquí —se adelantó Louisa con la mirada calando mis huesos y el ceño fruncido.
—Por favor —dije ironizando— ¿El lema de los Shadowhunters? Bueno que el lema de verdad era Somos polvo y sombras —dije esto último para mis adentros.
Todos me vieron bastante raro, como si ahora sí estuviera haciendo el ridículo.
—¿Los qué? —el chico rubio del montón dijo.
—Los Shadowhunters, tú —lo señalé— rubio teñido, eres Jace, la chica de allá Clary y el niño de los anteojos Simon. Se me olvidaba: el de los ojos azules es Alec y el exótico Magnus.
—James, tu hija está delirando —El supuesto Alec Lightwood (que si mal no recuerdo se llama William, pero le dicen Will, excelente como los parabatai Will Herondale y James Carstairs)— Será mi sobrina, pero no pienso aguantar estas niñedades.
El chico al que había nombrado como Magnus lo tomó del brazo y le dijo:
—Cariño, tranquilo. ¿No ves que la chica aun está acoplándose a la nueva verdad?
¿Cariño? esto ya es mucho para mí. Malec, ajá.
—Hice una pregunta y parece que todos me ignoran.
—Carol es tu turno. —Mi padre le cedió la palabra.
—Los miembros de La Casa de Londres somos nosotros como familia, claro que hay más miembros que luchan por la causa, pero tus abuelos Gérard y Louisa dirigen la organización. Se llama así, pues todo comenzó en el país de ese nombre. Hace muchos siglos se nos encargó la tarea de eliminar a nuestros principales enemigos: Los Urus. Los conocemos actualmente como vampiros según la litertura gótica. Todo comenzó, según los archivos, debido a que de noche demonios atacaban en la oscuridad, claro está que no sabían qué era lo que mataba a los borrachos que andaban por ahí y jamás retornaban a sus hogares. Según Elijah Trabém —ancestro de tu padre— las autoridades de dicho lugar creyeron que era brujería ¿y por qué no atacar fuego con fuego? hombres. —rodó los ojos— recurrieron a mover cielo, mar y tierra para encontrar a una hechicera llamada Khaterina Calixto que supuestamente provenía de Salem, pero nadie le creía dado a la cacería de brujas y se pensaba que estaban extintas. Elijah como parte del alto rango juró destuir a dichas criaturas, así nacieron los Clilies, todos nosotros, tú. Al principio eran diez, pero los Urus los cazaron, afortunadamente Elijah logró salvar a su linaje, gracias a él estamos hoy aquí. Pero hay más, sólo el primer hijo hereda la sangre Clilie, los demás son humanos, pero debido a que cuando esto sucede no pueden enterarse de nada de lo que hacemos y somos, por eso evitamos tener más de un hijo. Siempre te preguntaste porqué no tenías hermanos, esa es la razón. Pero como toda guerra tiene sus reglas, ninguno de los bandos puede ser exterminado por otro ente sobrenatural que no sea Urus o Clilie o ambos morirán, para eso cada cierto tiempo hay una persona que asciende, aquí es donde entras tú, esta vez te toca a ti ascender, parece que el tiempo se nos acabó y debemos darnos prisa pues tenemos que encontrar el Corazón de los Clilies, los vampiros lo tienen, según una fuente confiable...