― ¿Ana? ― Adolph pregunta confundido luego de acabar el beso
― ¿Qué te ocurre, desde cuándo eres tan zorra? ― llega diciendo Daniel rojo de la ira
― Ana ¿Estas bien? ― llega diciendo Pablo con cara de preocupación, mientras levanta una mano para colocarla gentilmente en mi mejilla
Siento su calor y tomo su mano entre la mía presionándola contra mi rostro. Lo miro fijamente a los ojos y empiezo a llorar. Él me abraza y acaricia mi cabello para tranquilizarme y al mismo tiempo forma círculos con su pulgar en el dorso de mi mano.
― Lo siento… lo siento Adolph ― empecé apenas el llanto se vuelve más controlable
― No te preocupes, igual ya tengo algo que borrar de mi lista de cosas por hacer antes de morir ― contesta Adolph regalándome una sonrisa dulce
No lo puedo evitar y sonrío.
― Creo que es mejor ir a un lugar a que te tranquilices por completo, vamos preciosa ― Dice Pablo guiándome hacia el ascensor, tomados de la mano caminamos despacio.
― A donde crees que te la llevas ― Habla Daniel cogiendo mi muñeca
¿En serio? Este en definitiva salió de una novela. Me suelto al instante y Adolph entiende el ambiente y se asegura de colocarse en el medio para impedir que nos siga. Le damos una mirada llena de agradecimiento.
Y antes de que cierre el ascensor le suelto las últimas noticias: “Daniel, María está embarazada”
Se cierra las puertas del ascensor y nos lleva al último piso, donde Pablo me dirige a las escaleras para poder subir a la azotea del edificio. Encuentro a Orejas y lo abrazo.
― …―
― … ―-
― ¿Ya me vas a decir, o necesitas más tiempo? ― Comienza Pablo
Mientras acaricio a Orejas que se encuentra recostado en mis muslos; le suelto todo de una ― María vino y me dijo que estaba embarazada de Daniel y me afectó ya que conversé con él hace unos días y hasta donde comprendí nos abandonó por una situación familiar y de herencias muy estúpidas. Pero le creí, aún le creo, pero tal parece que es obvio que no puedes vivir cuatro años con una mujer sin tener relaciones sexuales con protección aún si afirmas que nunca dejaste de amar a tu anterior pareja. Y luego de eso vino la idiota de Carol a decirme que los abuelos de Priscila van a pelear por su custodia y que tenias que estar con ella para conservar a tu hija; fue cuando me sentí devastada porque entiendo que hagas todo por tu hija, digo hasta yo vendería mi alma al diablo si es por esas princesas del demonio. Así que mi cerebro explotó y me sentí sola, completamente sola y abandonada. ― Tomo una bocanada de aire para seguir.
― Luego vi a Adolph y recordé cuando me coqueteaba cuando llego a la empresa y bueno, es un gran amigo, sin contar que él no está envuelto en problemas familiares como todos nosotros. Menos en problemas de herencias o responsabilidades cruzadas. Lo vi como un salvavidas en medio del océano ¿Sabes? Alguien sin hijos, sin familia, sin problemas familiares, soltero, joven, sin tener un enamoramiento profundo, sin enemigos. ― Le termino de contar y culmino mi confesión ― Te extrañaré Pablo, eres mi mejor amigo. Extrañare a Priscila aún mas creo.
― … ―
― ¿No vas a decir nada? ― Pregunto dejando de acariciar a Orejas
― … ―
― ¿Pablo? ― volteo a verlo y me encuentro lo que menos esperaba. Lágrimas, lágrimas contenidas. Pero no lloraba, el perro se estaba aguantando las lágrimas de la risa que quería soltar ― ¿En serio vas a reírte?
― Jajajajajajajaajajajajajaajajajajajaajjaajajajaja. Perdón, perdón. ¿Y cómo pensaste en los veintiséis segundos de lapso que tuviste antes de lanzarte contra Adolph? ― Pregunta ― Y Ana, todo lo que paso por tu cabeza es muy obvio. Mira, conversemos punto por punto
― Okey, pero no te rías. Me siento idiota― le digo y me apoyo en él
― Okey, lo de Daniel. Era algo que se pude esperar, digo… Ni tu ni yo detuvimos nuestra vida sexual y toma en consideración que yo la sigo amando como el primer día y tú sigues enamorada de algún modo. Si tú no te apegaste a un juramento/voto de celibato. ¿Esperas que él respete algo así por cuatro años viviendo con una mujer sexy a su lado? ― Termina y lo miro mal
― Pues nosotros los perdimos y no tuvimos elección. A diferencia de él que bueno, apenas termino su contrato regresó ― Digo y defiendo mi posición talvez indefendible y bueno, una quimera en sí.
― Sí claro preciosa ― dice volteando los ojos ― Lo único que rescato es que fue tan imbécil como para embarazar a alguien sin haberlo planeado.
― Gracias ― Digo sarcásticamente volteando los ojos
― Lo segundo. En qué juzgado le darían la patria potestad a los abuelos cuando aún sigue vivo uno de los padres biológicos que tiene la custodia. Piensa Ana, no tienen casi nada, por no decir que nada para quitarme a mi hija. Soy padre biológico, su madre murió, tengo buen trabajo, su condición física y mental está en perfectas condiciones, yo tengo su custodia hasta su mayoría de edad sin problemas. ¿Qué podrían usar como para quitarme a Priscila? ― Me dice resuelto. Aunque veo una milésima de duda en sus ojos
― ¿Y si compran al juez y los abogados? ― pregunto, ya que la familia de Paula era adinerada
― Pues en ese caso me conviene más ser tu juguete sexual que el de Carol ― Dice sonriendo ― Se supone que para ese caso necesitaría dinero y puedo explotarte a ti ¿no? No sé donde pinta Carol aquí― contesta mi amigo ya con una sonrisa gigantesca y sin duda
― ¿Y quién dice que te aceptaría? ¿Tengo ciertos estándares sabes? ― Pregunto ya calmada y de manera divertida. Siendo sinceros él abarca todo lo que una vez quise.
― ¿No? Sí cómo no. Bueno, entonces va el plan B ― sonríe aún más si es posible ― Obviamente explotaría a los niños de la casa para hacer dinero. Son muy monos, así que pagarían bien.
― Ja, ja, ja qué gracioso ― digo volteando los ojos ― Por nuestras hijas puedes disponer de mis fondos ― Concedo la jugada