― Oh my Good ― suelta Pablo, recobra su compostura yv se tira sobre Daniel tapándole la boca para que no interrumpa.
― ¿Ese es el anillo de tu abuela? ― suelto cubriéndome con ambas manos la boca que está tan abierta que corro el riesgo de que se me meta hasta una manzana entera.
― ¿Mmmm? Pues claro, con qué sino te lo propondría. Sabía que este anillo solo iba en tu dedo anular, en quien más sino ― dice todavía arrastrando las palabras como el borracho tierno que es.
― Fran, qué llevas en la cadenita de plata en tu cuello. Oh solo es la cadena tipo rapero ― digo burlándome
― Es… es el anillo de mi abuela. Se supone que se lo de a mi pareja; pero será difícil entregárselo a alguien. Para mi ya tiene dueña, pero dudo que lo acepte. Así que mejor me lo quedo yo ― dice mirándome fijamente a los ojos.
― Pues es muy bonito, que afortunada será tu esposa. La que lleve tan precioso recuerdo de tu abuela ― digo sonriendo y apreciando el anillo. Es delgado y termina en dos puntas diferentes, no como un aro cerrado, y en diferente dirección, ambos lados sosteniendo un pequeño diamante que si lo miras más de cerca puedes ver como una escarcha de un rosa-rojizo. No sé cómo explicarlo, pero es precioso. ― ¿Puedo?
― Claro, igual nadie más lo iba a usar ― dice y lo saca de la cadena; y aumenta susurrando ― sólo tú, así debe ser
― ¿Eh? ― digo mientras encajo el anillo en mi anular, queda un poco flojo. Es lógico, todavía tengo los dedos de una niña. Pero supongo que en unos años me quedaría perfecto.
― ¿Sabes? Es un anillo que mi tatarabuelo compró con un préstamo… y adivina quién lo terminó de pagar ― pregunta sonriendo
― Espera ¿Qué? Quieres decir que tu tatarabuela mando a la bancarrota a su esposo por este anillo ― digo levantando las cejas
― Algo así, fue un trato con el joyero, algo así como recibir un sueldo mensual de por vida por si algo pasaba. ― Dice levantando los hombros
― ¿Un seguro? ― pregunto riéndome, fue grande su tatarabuelo
― Exacto, para su familia ya que eran puras mujeres y bueno, la época no era muy amable con las mujeres. El punto es que la última mensualidad la pago mi abuelo. Justo antes de su boda. Así que es una reliquia familiar. ― Dice sonriendo
― Que románticos e impulsivos en tu familia ― digo sorprendida por el hecho de endeudarse por más de 3 generaciones por un pequeño diamante que asumo tiene un mayor valor del que le estaba dando; pero al fin y al cabo haciéndolo por su pareja. Digo, yo no lo aceptaría, ¿que mis hijos nazcan con deuda? No gracias.
― Me gustaría ser como ellos. Arriesgarme y ganarme el cariño de mi amada ― dice pensativo mirando el anillo en mi dedo ― Pero no pasará ― responde melancólico
Lo miro extrañada levantando una ceja. ― ¿De qué hablas?
― ¡Oh! Digo, que no tengo una amada, por eso no puedo y no podré. Porque si no tienes por quien para qué. ¿No? Digo, la vida es así. Triste pero solo queda superarlo. ― Dice nervioso
― Talvez ahora no, pero en el futuro encontraras a alguien a quien amar ― digo sonriéndole
― Talvez no, pero tendré fe ― die con una media sonrisa
―Y sino, siempre me puedes regalar esta preciosidad ― digo sonriendo y riendo.
― Si eso pasara sería simplemente genial ― dice mirando melancólico cómo me saco el anillo y se lo devuelvo.
― ¿Hablas en serio? ¿Después de tantos años? ― Digo con las mejillas mojadas por unas cuantas lágrimas al recordar nuestra juventud de colegio.
Me mira y ríe ― ¿Fue por eso que me obligaste a leer toda la saga de Harry Potter? ― Me mira y sonríe como un niño. Se peina con la mano un poco y me mira a los ojos. Responde ― Always
― Si tu no aceptas con eso, yo me caso con él y te dejamos a ti ― mata el momento Pablo
No puedo creerlo, es la proposición más hermosa, tierna y divertida de la historia. Sé que no estoy emocionalmente estable con todo mi drama, pero cuando lo miro a los ojos; puedo ver un futuro en el que soy feliz. ¿Lo amo? Sí ¿De forma romántica? Nunca lo consideré, pero por qué no empezar. ¿Quiero casarme de nuevo? Pensaba que no, pero con él, justamente él proponiéndomelo me parece una idiotez no haberlo considerado. ¿qué debo hacer? Tengo una hija, él tiene uno. ¿Y si arruino nuestra amistad? ¿Y si rompo su corazón y me odia? ¿Y si me enamoro de él y es tarde? ¿Y si su amor no es para siempre, y si regresa la bruja de Aisha? ¿ Y si se equivocó y de verdad la ama? Tengo tantas cosas en la mente, pero cuando veo el anillo, cualquier duda se disipa. Es hipnotizante, es una piedrita que simboliza el amor, la devoción, la locura, la impulsividad, la idiotez… simboliza un amor sincero.
― Acepto ― sale de mi boca
― ¿Eh? ― Escucho detrás de mí
― ¿Qué? ― Suelta Franco con una expresión de total confusión y veo como se recupera del alcohol. Está sobrio, o eso parece con lacara de asombro que se maneja.
― ¡Ya sabía! ― Dice Pablo limpiándose una lagrima inexistente
― ¿En serio? ¿No es una alucinación? ― Dice Franco y con su mano libre la levanta y toca mis muslos; cierra los ojos. Tal vez ya me volví loco, ¿seré alcohólico en fase terminal? Estas alucinaciones no son normales.