Bajo del coche de mi mejor amiga observando la casa del equipo de fútbol de la universidad, no sé qué hago aquí y ahora mismo al ver tantas personas como locas vomitando y bailando en la acera de la casa me arrepiento profundamente de haber venido
—Creo que mejor regreso a casa Emi, no es buena idea—Bufa bajándose del coche y dando la vuelta para estar a mi lado
—Deja la bobda y camina, hoy vamos a pasar la mejor noche de nuestras vidas y no pienso permitir que me digas que no—suspiro negando mientras caminamos hasta la puerta de la casa pasando por el lado de todos esos cuerpos pegajosos y borrachos
—No entiendo como te puede gustar este tipo de cosas, es asqueroso.
Mi mejor amiga es la chica más popular de la universidad, aún no entiendo como sigue siendo mi amiga cuando soy la rara de la universidad, digamos que tengo un problema con el contacto cuerpo a cuerpo, no puedo tolerar ver como las personas comparten gérmenes y demás, es tan asqueroso.
—Esto es algo normal entre las personas que vienen a una fiesta, cuando bailas sudas nena, no es algo inusual—suspiro intentando no tocar a ninguna de las personas de mi alrededor
—Empiezo a sentir como un ataque de pánico se apodera de mi cuerpo Emi, necesito salir de aquí—me toma por los hombros para que la mira directo a los ojos.
—Vas a dejar la bobada y por primera vez en tu vida dejarás de ver gérmenes donde no los hay, tienes diecinueve años Ángela, vive y disfruta por una vez en tu vida—aprieto los labios con mucha fuerza y luego asiento, esto no va a terminar nada bien, pero no quiero seguir discutiendo con ella, es como mi hermana, así que no pienso hacerle pasar una mala noche por mi culpa.
Caminamos entre las personas hasta llegar a una pequeña barra improvisada, nunca había tomado nada en mi vida, así que creo que empezar con algo leve será la mejor decisión. Observo a mi mejor amiga que me regala una gran sonrisa y me alarga un vaso rojo que no puedo dejar de mirar con una ceja alzada.
—Es ponche Angie, deja de mirarlo así y solo tómalo—cuento hasta tres y lo tomo para llevarlo a mi boca, sonrío cuando el sabor recorre toda mi boca y siento un sabor para nada desagradable —.¿Está bueno?—asiento sonriéndole.
—Sí, la verdad está mejor de lo que pensaba, nunca imagine que esto fuera tan bueno, ¿Qué rayos tiene?—se queda en silencio unos minutos y ahora mismo empiezo arrepentirme de haber tomado lo que me dio.
—Vodka, pero no es mucho, no pasará nada si tomas un par—asiento y creo que entendí mal cuando digo que podía tomar unos, ahora mismo veo borroso y no sé cuantos vasos de ponche llevo.
Emi desapareció hace un tiempo con un chico rubio que es parte del equipo de fútbol, yo sigo en el mismo lugar, tengo unas ganas grandes de vomitar y también me duele la cabeza, necesito urgente buscar un baño.
Como puedo me alejo de la barra para caminar por el lugar buscando un baño, no sé cuanto tiempo llevo dando vueltas por el lugar con las ganas de vomitar aún en mí. Observo las escaleras y con torpeza subo por ellas para llegar a un pasillo y abrir puerta por puerta escuchando maldiciones y demás cosas de las parejas que comparten fluidos entre ellos. Al final veo una puerta y camino con rapidez para abrirla y entrar sin mirar a nadie, no puedo aguantar más y vacío mi estómago en lo que creo es el inodoro
—¡¿Qué rayos? ¡, ¡carajos mi camisa favorita!—siento como todo me da vueltas y luego de terminar de vomitar levanto la mirada encontrándome con unos hermosos ojos azules como el mar—Acabas de cometer el peor error de tu vida nena—Dios, reconozco esa voz y ahora mismo quisiera que el mundo se abriera y me tragara por completo.
Pobre de nuestra Ángela, acaba de cometer el peor error de su vida, ¿qe creen que haga el chico?, gracias por leerme no olviden dejar suu estrellita y voto no sean malos no demoran mucho. Nos leemos pronto Dios los bendiga.