Hermosa Irreverente

《León y su trabajo》


Cap 4

Renata

Hoy por fin es viernes, hay tres razones por las que estoy feliz, la primera, último día de la semana, la segunda, salimos temprano, la tercera, hoy es mi primera clase de cocina junto a mi suegra adorada, nada podría arruinar este día.

Estoy en la tercera clase del día, por desgracia en historia también tengo que estar con el odioso, ¿pero qué puedo hacer? así lo ordena la directora.

¡Ay, por favor!

Como si yo le hiciera caso a alguien, la verdad es que durante el miércoles y jueves, me senté con mi amiga y me salté algunas clases con tal de no estar con el Emperador, pero resultó peor.

Ahora resulta que vamos a compartir mesa en todas las clases.

Como diría mi abuela "Salió peor el remedio que la enfermedad"

No sé si tiene sentido, pero me acordé de ella.

―Vamos a formar parejas ―dice la maestra mientras anota el tema en el pizarrón ―les doy dos minutos ―mi amiga va a trabajar con su ex mejor amiga lo que me pone de malas.

―¿Trabajamos juntos? ―le pregunta Sol a mi compañero.

―Lo siento, pero voy a trabajar con Renata ―coloca su brazo en mis hombros.

¿Me acaba de abrazar? ¿Sabe mi nombre? 

Niego al ver la cara de mi compañera, está molesta con aquel contacto que él hizo conmigo.

—Sol, es todo tuyo si lo quieres —comento mientras quito su brazo de mis hombros.

Niega y  regresa a su lugar.

Bueno, lo intenté.

―¿Por qué en esta clase también? ―pregunto a la nada, tratando de encontrar una respuesta.

―No seas exagerada ―agrega mientras escribe algo en su libreta.

―Por lo que veo sabes mi nombre.

―¿De dónde crees que salió princesa rana? ―dice sin voltear a verme.

―¿Cómo te llamas? ―de inmediato me mira y emboza una media sonrisa.

―¿No lo sabes? ―pregunta incrédulo ―te mueres por saberlo, ¿verdad? ―se acerca bastante a mí.

―Solo es curiosidad ―me alejo de él.

―Tranquila, no muerdo, a no ser que me lo pidas ―añade en doble sentido y yo simplemente ignoro su comentario.

―Bien ―dice la maestra ―¿Cómo quedaron las parejas? ―todos se acercan y le dicen con quién van a trabajar, mientras yo me quedo sentada, no tengo ninguna intención de ir a decirle lo que es evidente ―Renata ―levanto la mirada ―supongo que vas a trabajar con... ―mira su lista.

―Conmigo ―la maestra asiente y lo anota.

Lorraine mi casi suegra, nos explica la actividad y el proyecto que será el examen de este parcial, anoto lo más importante, termina la clase y guardo mis cosas, salgo a respirar un poco de aire fresco ya que tenemos hora libre, pienso en ir con Gali, pero está con la pesada de Ybar su ex mejor amiga.

Tuvimos un problema hace dos años, ella era novia de Sergio, mi mejor amigo en ese momento, pasábamos tiempo juntos, pero eso no significaba que él descuidara su relacion, siempre le dio su lugar a Ybar como su novia y a mí como su mejor amiga, yo pensé que todo estaba bien pero me di cuenta que no cuando escuché que le exigía que se alejara de mí o terminarían.

Aquel día que le exigió eso, me di cuenta de dos cosas, la primera, que la novia de mi mejor amigo no era mi amiga y que no tenía mejor amigo, porque él eligió alejarse de mí, sin importarle nada, me hizo a un lado y me sacó de su vida por una relación que terminó a las dos semanas.

La tarde que me dijo "Bebu, a Ybar le molesta que pase tiempo contigo, asi que lo mejor es que me aleje de ti" me enojé mucho, quería ir a decirle la verdadera razón por la que él se le declaró tan rápido, pero me contuve para no decirle que sus "amigos" lo obligaron a declarársele, porque si no le dejarían de hablar" 

Me pareció tan estúpida la amenaza por parte de sus "amigos" y peor aún que él aceptara por no quedarse solo.

Sergio prefirió a su novia que a su "mejor amiga" ¿Y todo para que? ¿Para que terminaran engañandolo? 

En fin, ese tema debe quedarse en el pasado, donde pertenece.

―Rana, ¿qué haces tan sola? ―pregunta interrumpiendo mis pensamientos.

―Nada ―respondo cansada.

―¿Qué te pasa? ―se acerca a mí y me abraza.

―Déjame ―trato de que me suelte.

―No lo voy a hacer.

―Todos nos están viendo ―le susurro en su oído ―van a pensar que...

―Te gusto ―termina lo que supuestamente iba a decir.

—En realidad, arruinas mi reputación, no me gustan los abrazos y mucho menos dejó que me los den, así que...

Se separa de mí y me mira confundido.

—¿Qué hay de tu papá? 

—En este momento si me gustaría abrazarlo, pero porque no le he visto en meses.

—¿Y el resto de tu familia?

—No soy de dar afecto, hay veces que incluso me incómoda.

—Dato interesante sobre ti.

—Te voy a dar otro dato, este te puede salvar, si me vuelves a abrazar te juro que tu cabeza va a terminar sobre...

—¡Okey! Ya entendí.

—Yo pensé que eras de lento aprendizaje.

―Ranita... ―niego mirando hacia otro lado ―¿Por qué no me miras? 

—Porque no sé me da la gana.

—Tu boquita es lo que más me sorprende.

—¿O lo que más te gusta? —lo miro para ver la reacción ante mi pregunta, está sonriendo. Trago saliva cuando pasa su pulgar por mis labios, acariciándolos.

Al darme cuenta que estoy dejando que me toque, decido abrir los ojos y apartar su mano rápidamente.

—Me gustaría más probarla —sonrío.

—Eso no se va a poder.

—¿Y por qué no? —se acerca más a mí.

—Porque no quiero —de nuevo vuelve a pasar su dedo por mis labios ―¿No me vas a decir tu nombre? ―pregunto para cambiar de tema y él sonríe.

―Que forma la tuya para acabar con el romance —comenta mientras se aleja.

—Romance es lo último que hay entre nosotros—. Al ver la seriedad en su rostro, decido volver a hablar ―¿Qué te pasa?

―Hola ―cierro los ojos por un instante, no puede ser, volteo a verlo ―no quería interrumpir.

―En realidad...

―¿En qué te podemos ayudar? ―pregunta interrumpiendo lo que yo iba a decir.



#16033 en Novela romántica

En el texto hay: humor, romace, amor

Editado: 28.08.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.