Cap 14
Renata
Por suerte las cosas con mi padre se solucionaron y me alegra mucho, porque los días que este aqui, prefiero pasarla bien y no enojados.
Al llegar a casa me doy un baño rápidamente, me cambio y me preparo para ir a la escuela.
Le pido a mi papá que no me lleve, yo puedo ir sola, además quiero que disfrute el poco tiempo que tiene con mi mamá.
Tienen siete horas para hacer lo que quieran, ya lo que decidan hacer es asunto suyo.
Llego a la escuela cuando está finalizando la tercera clase, espero a que el profesor salga y luego entro.
Sonrío al verlo ahí, sentado de espaldas, todavía no olvido lo que hizo por mí, escuché toda la conversación que tuvo con mi padre y aunque no entendí algunas cosas, me sorprendió que me ayudara.
Aunque todavía necesito averiguar de donde conoce a mi padre, ayer no me dijo nada y a mi papá no quise preguntarle, porque de quien quiero escuchar eso es de Amaury.
Camino hasta llegar a mi lugar, tomo asiento a lado de él, ya que desde hace tiempo compartimos mesa.
―Pensé que no vendrías ―comenta mientras cierra su libreta
―Necesito hablar contigo ―digo en un tono serio ―es urgente.
―Dime ―me presta toda su atención.
Por desgracia entra la profesora y no puedo preguntarle.
Las clases transcurren rápidamente y me alegra porque sinceramente estoy muy cansada, en el descanso no pude hablar con él porque estuvo ocupado con unas "Amigas" ni siquiera sabía que tenía, pero no las culpo se dejan llevar por su físico.
Al finalizar las clases no me despido de él está tan ocupado rodeado de chicas, que prefiero no interrumpir, camino hacia mi casa, al llegar dejo mi mochila en el piso, subo a mi cuarto y me recuesto en mi cama.
Viene a mi memoria las palabras que le dije ¡Ay, que lindo!
«¿Por qué le dije eso?»
No lo sé, la verdad es que las palabras salieron de mi boca sin siquiera pensarlas.
¡Reverenda estúpidez!
Mis padres no están y mi hermana tampoco, lo que significa que salieron sin mi.
Me preparo algo de comer, pongo el emparedado en un plato, sirvo agua en un vaso y subo a mi cuarto.
Coloco la mesita desplegable en mi cama, voy por mi laptop y entro a mis redes sociales, empiezo por Facebook.
Veo unos cuantos memes que me causan un poco de risa, mi sonrisa desaparece cuando veo una publicación de Galilea, publicó una foto con Ybar, en el pie de foto solo hay un corazón.
Tengo que hacerme la idea de que Gali y yo ya no somos amigas, entro al perfil de mi ex amiga y me parece raro que no me cargue, hace un momento...
Sonrío con ironía.
Me acaba de bloquear.
Cierro Facebook y abro Instagram, algo llama mi atención, tengo como doce solicitudes de seguidores, pero un perfil hace que sonría, Amaury_Atkinson solicitó seguirte.
Sin dudarlo acepto la solicitud, mi curiosidad es bastante, sin pensarlo entro a su perfil, su más reciente publicación es la de nosotros dos, dejo salir un suspiro y no sé por qué.
No le veo nada de malo y decido seguirlo, estoy revisando su perfil, tiene fotos de él y algunos de unos platillos y es lógico, estudió Gastronomía internacional.
Debo admitir que se ve muy bien en sus fotos, muerdo mi labio al ver una foto en blanco y negro, no tiene camisa.
«¡Ay, Jesús, José y todos los santos!»
En ese momento me llega un mensaje de él.
ÉL: ¿Me estas stalkeando?
«¿Cómo carajos sabe eso? ¿Será que me está espiando?»
Miro alrededor de mi cuarto, para asegurarme que no este aquí.
YO: ¿Por qué lo dices? ¿A caso me estás espiando?
Respondo el mensaje.
Él: Era solo una broma, pero con esto me lo estás confirmando.
Puedo imaginar su sonrisa de satisfacción.
YO: Solo estaba viendo la foto de nosotros.
«¿Por qué le estoy dando explicaciones?»
ÉL: Salimos bien, ¿no es así?
YO: Si, eres un buen fotógrafo.
«Alguien que me explique porque lo estoy halagando»
ÉL: Es fácil si te tengo a ti de modelo
Tomo mi vaso y bebo un poco de agua.
YO: Si, tienes suerte.
«Es lo único que se me ocurre responder»
Cierro la computadora y como mi emparedado, miro a mi alrededor y me doy cuenta de que algo falta, me levanto abruptamente, hago a un lado las almohadas de mi cama, reviso en los sillones que tengo enfrente, voy a mi closet, incluso al baño.
«¿Dónde estás?»
Cómo loca reviso todos los cuartos de la casa, no hay ni rastro de mi hijo, ¿lo perdí? No puede ser no ha salido de la casa.
¿Le avisaré a su padre?
Creo que no, voy a la sala y tiro los cojines al piso, busco en las gavetas, en los muebles, voy al mini bar que hay en la casa, tampoco está, estoy por entrar al despacho de mi mamá, cuando escucho que se abre la puerta.
Veo entrar a mis padres y hermana, vienen charlando muy amenamente, mi rostro es de confusión, ¿donde fueron? Y ¿Por qué no me llevaron? Eso no importa en este momento, ya les reclamare después, mi rostro pasa de la confusión total a la calma al ver a mi padre con mi hijo entre sus brazos.
―¿Qué haces con mi hijo? ―pregunto desconcertada.
―Lo llevé a dar un paseo, tiene que convivir con su abuelo ―lo miro sin entender ―¿Verdad, Diego? ―le pregunta a mi hijo, me mira a mí y me guiña el ojo.
«¿Qué está pasando?»
―¿Qué es este desastre? —pregunta mi madre al ver todo tirado, yo trato de subir las escaleras sigilosamente ―¡Renata! ―cierro los ojos ―¿A dónde crees que vas?
―Tengo tarea ―mi madre sonríe maliciosamente.
―¿Desde cuando te importa la tarea?
―Tienes razón, para la próxima me invento algo mejor ―respondo mientras recojo los cojines y los acomodo.
Regina, mi madre, me dice que recoja el tiradero que hice, mientras ella se encierra en su despacho para trabajar, mi padre me ayuda a acomodar mi desastre, mientras Roberta se va a su habitación.
―Está hecho ―susurra mi padre mientras acomoda unos papeles que están el piso.