Hermosa Irreverente

《Mau》


Cap 21

Emperador

Luego de dejar a Renata y a Roberta en su casa, manejo hasta mi departamento, llego en menos tiempo del que esperaba.

Decido ir a la cocina y prepararme algo para cenar, está noche va a ser un poco larga, tengo que revisar un par de cosas relacionadas con la universidad.

Se me pasan las horas rápidamente y cuando me doy cuenta ya es media noche.

Bebo un poco de agua y comienzo a caminar para irme a la cama, pero me detengo al escuchar mi celular sonar, regreso al comedor y lo busco entre los tantos papeles que tengo en la mesa. Sonrío al darme cuenta de quien me está llamando.

—Hola, Princesa —contesto con una sonrisa —¿Cómo estás?

—¡Muy bien! —dice emocionada —¿Ya te dijo Thomas?  —sonrío.

—Si, me lo comentó hace unas semanas.

Como olvidarlo, fue el día que Renata y yo estuvimos juntos, él me llamó por el teléfono de la sala y por eso ella tuvo que ir a mi habitación para hablarle a su mamá.

—Vas a ir, ¿verdad?

Me quedo callado al escuchar su pregunta, a decir verdad no me interesa asistir, mis padres también me lo comentaron, pero ese tipo de eventos no son paramí, sé que ayudan a las personas que lo necesitan, pero lo que no es de mi agrado es el tipo de personas que asisten.

Estaba pensando en mandar un cheque para ayudar y no asistir, pero...

—Maury…

—Sí, princesa, si voy a ir  —respondo finalmente —¿Crees que voy a perder la oportunidad de verte? —estoy seguro que una sonrisa se dibujó en sus labios.

—¿Y vas a llevar a Renata? —cuestiona curiosa.

Sí, mi princesa sabe toda  la historia de Renata de princio a fin, sabe como nos conocimos, porque me tuve que ir y porque regresé.  

—¿Y te va acompañar tu vecino? —se queda callada, también conozco su hostoria, lleva casi toda su vida enamorada de su vecino de enfrente y por lo que me ha contado ya han interacutuado — Puedo asegurar que te sonrojarse.

—¡Maury! —sonrío —sí, a su familia también la invitaron, vamos a ir juntos —eso debería tenerla feliz pero por el tono que me lo dice me doy cuenta que algo está mal.

—¿Cuál es el problema? —pregunto al escucharla desanimada, al no recibir respuesta de su parte, comienzo a deducirlo —Thomas, ¿no es así?

—Maury, sé que a veces hay personas que no son de nuestro agrado, pero, ¿por qué no lo conoce antes de hacerse ideas de él? 

Sé que tiene razón, pero Thomas jamás va a confiar en los Clark, son una familia bastante peculiar y estoy seguro que ya los investigó y encontró algo que no le gustó, por eso no le termina de encajar la idea de que ella salga con uno de sus hijos.

—No lo sé.

—No quiero que haya problemas y me asusta que algo pueda pasar.

—Conozco a Thomas, sé  que jamás haría algo para lastimarte.

—Sí, pero...

—Princesa, no te preocupes, deja que yo me encargue y mejor cuéntame otra cosa.

Hablamos por más de una hora de todo lo que nos ha pasado en este tiempo que nos hemos visto y vaya que nos han pasado muchas cosas, a ella con su vecino y a mí con Renata.

Me encanta que este experimentando su primer amor, aquella situación me emociona tanto como ella.

Pero, ¿quienes son ellos? 

Quizá conozcan a Thomas Pritzker, actor conocido por series y peliculas, ha trabajado en distintos países, pero de los que más resaltan sus proyectos son de México, Hollywood y Francia, dominando esos tres idiomas y otros más.

Thomas, mi princesa y yo creamos nuestra propia familia desde pequeños, éramos amigos y ahora somos hermanos. Muchos no lo entienden, pero considero que es fácil de comprender,  creamos lo que nunca tuvimos, al menos ella y yo.

Aunque la idea principal era sólo de dos, Thomas nos llegó a sumar y logró tener una conexión especial con ella.

Aunque a veces por la diferencia de edad de los tres, chocamos un poco.

Me meto a la cama con una sonrisa, mañana tengo que ir a la preparatoria, es tan extraño tener que regresar después de tanto tiempo, la verdad estoy loco, no tengo la necesidad de asistir a las clases, pero con tal de pasar tiempo con Renata voy todos los días.


💌


Estoy en el descanso, Renata está con Lucía hablando de algo relacionado con ¿huesos? La verdad no entiendo bien, aquella chica habla muy rápido, ver a la Ranita intentando entender todo lo que dice es bastante gracioso.

 Mientras ellas están en lo suyo, aprovecho para mandarle un mensaje a Thomas.

Yo: Necesito hablar contigo.

Thomas: ¿Qué pasa?

Yo: Es sobre mi princesa.

En ese momento entra una llamada de Thomas. 

—¿Qué pasa? —pregunta preocupado.

—Cálmate, no es nada grave —deja salir el aire que había guardado —¿Estás ocupado?

—Estoy con un productor, pero dime —niego.

Es realmente increíble como Thomas deja de hacer lo que este haciendo por mi Princesa.

—Si me hubieras dicho, no te hubiera interrumpido.

—No importa, dime, sabes que si se trata de ella no estoy ocupado.

Estoy por hablar, pero una voz lo llama del otro lado de la línea, supongo que es el productor, él le dice que le de un momento.

—Thomas, estás ocupado —aseguro —hablamos cuando te desocupes.

—No, está todo bien, dime —insiste, pero esta vez escucho la voz de su novia.

—Llámame cuando te desocupes, no es nada grave, pero es importante.

Se despide de mí y cuelga la llamada.

Termina el descanso y voy  al salón, tomo asiento a lado de Renata. Las clases transcurren rápidamente, estamos en la última clase, cálculo, hoy toca examen.

El profesor reparte nuestras respectivas hojas, son cuatro y de ambos lados tienen ejercicios.

Reviso los ejercicios y me doy cuenta que no son complicados, bueno, tal vez  lo digo, porque ya pasé por eso.

Miro a Renata, ve los ejercicios y  hace a un lado el examen.

—Ranita, inténtalo, no es tan difícil como parece —susurro cerca de su oído.

—¿Y si mejor lo haces tú?

—No, por eso has tomado asesorías conmigo, créeme, no es difícil, solo recuerda lo que hemos visto.

—Haré el mejor intento por no dejarlo en blanco —sonrío.

La veo poner sus datos, nombre, fecha, grupo y luego me concentro en contestar mi examen.

No es por presumir pero soy el primero en terminar, todos me ven sorprendidos menos Renata, ella está concentrada en el examen.

El profesor dice que ya me puedo retirar, empiezo a guardar mis cosas, tengo  la esperanza de que mi Ranita me diga que la espere, pero eso no pasa, al verme me regala una sonrisa cansada y vuelve a lo suyo.

Luego de una hora la veo salir, está distraída pensando en no sé que, ni siquiera me ve cuando pasa a lado mío, la sigo y la cargo.

—¡Carajo, Mau! — añade molesta —me asustaste, ¡bájame ya! —ordena y así lo hago.

Sonrío al escucharla decirme así, pero no digo nada para no arruinar el momento.

—¿Por qué sonríes?

—Por ti, eres el motivo de mis sonrisas —digo acercándome más a ella.

—Pensé que ya te habías ido —comenta para cambiar de tema.

—Te estaba esperando.

—No te pedí que lo hicieras.

—No tienes que pedírmelo, leo tus pensamientos —suelta  una carcajada al igual que yo, no sé lo que estoy diciendo.  



#15998 en Novela romántica

En el texto hay: humor, romace, amor

Editado: 28.08.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.