Hermosa Irreverente

《¿Me usaste?》


Cap 27

Renata

¿Cómo alguien puede enamorarse? ¿Cómo alguien puede llegar a sentir eso? ¿Cómo sabes si no te estás confundiendo? 

No conozco las respuestas, es un tema bastante complicado, aquel día que lo mencionó sentí la necesidad de alejarme y cortar cualquier comunicación, por eso insistí tanto en que se estaba equivocado, porque si vuelve a mencionarlo, lo mejor va a ser tomar distancia, no quiero que nos lastimemos.

Poner sentimientos de por medio solo va a complicar lo que tenemos, aunque creo que nosotros ya lo complicamos, porque hay veces que me resulta complicado comprender ciertas cosas, por ejemplo:

No entiendo porque me gusta pasar tiempo con Amaury.

No entiendo el porque cada que él me acaricia siento todo mi cuerpo estremecerse y no hablo de cuando nos tocamos para darnos placer, me refiero a cuando acaricia mi mejilla con su pulgar o cuando besa mi frente.

No entiendo que está pasando, con él siento algo que no puedo explicar, algo bonito, pero que al mismo tiempo me causa miedo.

No sé que me pasa, siento que puedo perder el control de la situación y me molesta el simple hecho de considerarlo.

Me hubiera gustado que se quedara callado y no dijera nada, así no tendría tantas cosas en la cabeza, aunque de eso ya han pasado dos semanas.

Amaury se a portado muy lindo conmigo, de hecho hoy saliendo de la escuela me invitó a comer, aquello me pone un poco nerviosa, lo que no entiendo, porque ha henos salido varias veces.

—Mi amor —lo miro —relájate o vas terminar por romper la pulsera —mis ojos bajan hasta mis manos, con mis dedos estoy jugando con los dije que  sobresalen. Recuerdo que antes de traerme a mí casa, me tendió una cajita pequeña de regalo, al abrirla me encontré con una hermosa pulsera, desde entonces no me la he quitado.

—Estoy relajada —miento al tiempo que dejo la pulsera —¿Por qué no iba a estarlo? —toma mis manos.

—Tal vez, porque vas a a tener tu primera cita oficial con Amaury... —niego de inmediato.

—No es una cita —él sonríe —solo vamos a salir.

—Si tu lo dices... —levanta mis manos de mi regazo y las besa —relájate, todo va estar bien —asiento no muy convencida —tu mamá, tu hermana y yo vamos a salir así que vamos a regresar un poco tarde, te aviso para que no haya problema con el tiempo.

Me despido de mi papá y bajo del auto, si sigo hablando de los planes de hoy probablemente termine cancelando.

Antes de entrar a mi salón respiro profundo, tomo asiento en mi lugar y me doy cuenta que no ha llegado, lo que no entiendo 

La clase transcurre lentamente, no dejo de ver la puerta, es muy extraño que no haya llegado, siempre es muy puntual.

A la tercera hora lo veo aparecer, me sorprendo porque cuando toma asiento, no me mira, ni me saluda, hago como si aquel gesto no me importara  y trato de prestar atención a la clase.

Es la hora del descanso, compro algo de comer y cuando voy a buscar a Amaury, choco con Galilea.

—Lo estas buscando a él, ¿no? —dice cuando estoy por irme —está con Ybar —niego, eso no puede ser, debe estar mintiendo —justo por ahí —se acerca a mí y los señala a lo lejos, ahí me doy cuenta que sí es cierto que están juntos.

—No sé que es lo que estás buscando pero no lo vas a lograr —ella sonríe.

—¿Sabes que hace con ella?

—No y no me interesa saber, así que ahórrate tu saliva.

—Que bonita pulsera —frunzo el entre cejo,  ¿eso a que viene?  —Es la que le da a todas, sabías, ¿no?

Sé que solo esta tratando de que pierda la cabeza, pero no voy a caer en su juego.

—Sé que no me crees —la ignoro, no voy a seguir escuchando tonterías —solo acércate y comprueba que lo que digo es cierto, no pierdes nada.

Sin siquiera pensarlo me acerco hasta donde ellos están y veo como le pone la misma pulsera a Ybar, al ver como él le sonrie, decido darme la vuelta e irme, me conozco lo suficiente como para saber que si sigo viendo voy a actuar por impulso y terminaré dándole a Galiea la escena que quiere.

Por primera vez en mucho tiempo decido razonar, necesito hablar con Amaury cuando este solo para que me explique.

Durante el resto de las clases intento hablarle pero me ignora, como sí no existiera, así que cuando informan que se acaba de cancelar la última clase, decido ir a buscarlo, lo veo parado a unos metros de la salida.

¿Se iba a ir sin despedirse? 

—Hola —me acerco a él pero no responde a mi saludo —no sé que te pasa, pero...

—Lo siento.

No entiendo. ¿Qué es lo que siente?

—Escucha...

—Sí, quiero escuchar lo de Ybar.

—¿Ybar? 

—Te vi dándole  una pulsera muy similar a la que me regalaste —su rostro refleja confusión, pero luego cambia y asiente, como si se estuviera convenciéndo de algo.

—Estoy enamorado de Ybar —me suelta de golpe.

—No es cierto, estás mintiendo.

—No, no lo hago.

—Sí, me estás mintiendo, no puedes estar enamorado de ella.

—¿Ahora resulta que conoces mis sentimientos? 

—Mau, hace dos semanas dijiste otra cosa.

—Sí, resulta que me equivoqué.

—Te escuchabas muy convencido.

—Tengo la habilidad de hacerle creer a las personas cosas que no son.

—¿Todas las cosas que me decias eran mentira? —al pronunciar la pregunta siento un nudo en mi garganta.

—Creí que estaba claro, solo la pasábamos bien, tú misma lo dijiste.

—Sí, pero...

—Solo te quería decir eso.

—Es que no puedes estar hablando en serio.

—Escucha, te lo quería decir, pero no sé daba el momento. No sé como lo vayas a tomar, pero.. —se prepara como si fuera a decir algo bastante complicado —La quiero a ella, no a ti —esas palabras provocan que me sienta mal —hoy le pedí que fuera mi novia y por eso le regalé la pulsera —asiento un par de veces para que lo que me está diciendo me quede grabado en el cerebro.

 —Si la quieres a ella, ¿por qué me hablaste?



#15998 en Novela romántica

En el texto hay: humor, romace, amor

Editado: 28.08.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.