Cap 45
Renata
Abro un documento nuevo de Word, título.
Amor
Subtitulo.
¿Qué es el amor?
Luego de escribir aquello suelto un suspiro, el trabajo es para el lunes y a pesar de tener una idea clara no lo he escrito, bueno solo el título y el Subtitulo y es que el hecho de unir información y hacer que tenga coherencia me resulta complicado.
No sé cómo meter la información de los entrevistados y que suene bien, porque el trabajo no solo es buscar la información y ya, tengo que acomodarlas de manera que al leerla se entienda, y yo que pensé que pegar información de Internet iba a ser fácil, de hecho es más complicado, porque no hay una sola página que tenga toda la información que necesito y tener que buscar de un sitio y luego de otro hace que la información no cuadre completamente.
Empiezo a tener un dolor de cabeza, esto es demasida tedioso y por si fuera poco no es el unico proyecto que tengo que entregar el Lunes 04 de Abril, suelto un suspiro y cierro la laptop, creo que he avanzado lo suficiente por el día de hoy.
Me tiro de espaldas en mi cama con los brazos extendidos, tomo una almohada, la pongo en mi cara y suelto un grito de frustración.
La escuela es algo que me genera demasido estrés, en especial los proyectos y sí, probablemente es mi culpa por dejar todo a último momento, pero de verdad no es sano que los profesores dejen proyectos, debería de a ver una ley que me apoye.
Sí, una ley sería lo mejor.
Al escuchar que tocan la puerta me estreso todavía más.
—¡No quiero ver a nadie! —grito aún con la almohada en mi cara —¡Quién sea que esté ahí, váyase!
Puede que suene grosera, pero la verdad es que no estoy en condiciones de ver a nadie, necesito relajarme un poco y luego ya continuar en lo que estaba y eso no lo puedo hacer si alguien no para de tocar la puerta, de mala manera me levanto de mi cama, antes de que pueda abrir un trozo de hoja blanca mal cortada pasa por debajo de la puerta.
¿Qué demonios?
Me acerco y lo levanto.
"Sé que no quieres ver a nadie, lo respeto, solo te dejo las actividades de cálculo que son para mañana"
Mi día si puede empeorar.
¿Cálculo en serio?
De inmediato abro la puerta y lo veo sentado en el piso.
—Ranita —levanta la mirada.
—Emperador.
—Mi intención no es molestar.
—Es lo que estás provocando al poner en el papel las palabras "Actividades" y "Cálculo"
—Solo te traje el proyecto.
—No te lo pedí.
—Pero es importante que lo hagas —se levanta del piso que es donde estaba sentado —¿Quieres que te deje sola?
—Pasa —me entrega las hojas y con solo tocarlas me doy cuenta que no son dos o cuatro, mínimo ha de a ver como diez —me estresa la escuela —comento azotando la puerta para cerrarla.
—Llegué en mal momento.
—En el peor —hojeo un poco para ver de que se trata y niego, no entiendo un solo ejercicio —¡Estoy que me lleva el Diablo!
—Sí quieres te puedo ayudar.
—¿En serio?
—Sí, te puedo explicar y... —niego, no tengo cabeza para que me explique nada, porque sé que si lo hace, no voy a comprender una sola palabra, mi cerebro está en los cuatro trabajos que tengo que entregar.
—Mau, me ayudarías mucho si lo haces tú, tengo muchas cosas encima, por favor.
—Los ejercicios no son para mañana, te puedo explicar después.
—Mejor dime que me odias.
—Sí lo hago no vas a aprender.
—Yo no quiero aprender, solo que se resuelvan.
—Renata...
—Ya dime que sí —me acerco a él y niega —o me voy a desmayar —me tiro hacia atrás y antes de que me pegue contra el piso me sostiene con sus brazos.
—¿Qué voy a hacer contigo?
—¿Eso es un sí?
—Tengo una condición —de inmediato lo miro —hago tus ejercicios a cambio de que cuando te sientas mejor te explique hasta que lo entiendas —asiento —promételo.
—Lo prometo.
—Bien, entonces ahora relájate un poco —me carga y me acuesta en la cama y él se acomoda a mi lado —¿Qué es lo que te tiene así?
—Tengo que entregar cuatro trabajos para el próximo lunes y no tengo nada.
—¿Cuatro? ¿Hace cuanto tiempo los dejaron? —pregunta mientras acaricia mi cabello.
—Bueno, sí, es mi culpa por querer hacerlos al momento.
—¿Quieres que te ayude en algo? —niego, con que haga lo de cálculo me quita un gran peso de encima —¿Con tus papás todo está bien?
—Sí, todo está mejorando poco a poco.
—Me alegro.
—Mau...
—Dime.
—Quiero dormir.
—¿Y que te lo impide?
—Estás aquí y no sé si aparte de venir a dejar las actividades, tenías algo en mente.
—Tenía en mente que saliendo de la escuela, vinieras a mi departamento.
—¿Cuándo?
—El jueves.
—Acepto, Mau, nuestra cita es lo único que voy a tener presente.
—Con que no lo olvides todo bien, para mí es importante.
💌
Por fin es jueves, último día de la semana, porque el viernes suspendieron clases, así que hoy es como viernes.
Estos días se me han hecho eternos, me presiono mucho por el estúpido trabajo del amor, porque sé que quien no lo hace viene en vacaciones a tomar clases extras y si así me quiero morir, ahora imagínense si en el tiempo que se supone es para descansar vengo a la escuela... no, no y no.
Mau entrega las hojas con los ejercicios de cálculo, y realmente agradezco que los haya hecho.
Estos días no la he pasado nada bien, me la paso todo el día estresada y eso provoca que a veces grite demás,
Cuando estoy por entrar a la clase de francés, nos avisan que de nuevo la maestra tuvo que cancelar, asuntos personales.
Mejor para mí.
Coloco mi mochila en mi hombro y cuando estoy por salir de la escuela, alguien me toma del brazo, aquel tacto no me gusta para nada, así que al ver quien lo ha hecho, le pongo mala cara.