Hermosa Luz [vampire Knigth]

Prólogo

Ya olvide cuanto fue que estuve dormido, y aunque lo intentará de nada me serviría, mi pasado esta borrado y olvidado, no se si era una buena o mala persona, incluso no recuerdo mi nombre con exactitud, lo primero que vi al abrir mis ojos fue una brillante y hermosa luz, además de un pequeño ser que se posó sobre mi dedo índice, me gustaría saber el nombre de ese ser vivo tan hermoso.

Caminaba por las calles de invierno, no sabia donde ir, o a que lugar regresar, pero cada invierno siempre volvía a la misma ciudad ¿cuántos años pasaron ya? Se que no fueron muchos porque este es mi segundo invierno aquí, entonces tal vez sean tres, no lo sé, no lo recuerdo con exactitud.

Mire el ventanal de un local, mi cabello castaño estaba desarreglado y algo largo, además de que en poco tiempo me había crecido la barba y el bigote, parecía una persona de la calle al ver mis ropas desgastadas, les doy la razón los que se alejan de mí con temor, se que soy joven, pero mi apariencia actual me hacia parecer de más edad de lo que era, me apoye a la pared y comencé a caer hasta llegar al suelo, me sentía cansado.

-¡Señorita! ¡No debe de bajar del auto así! -escuche gritar, un auto de color negro estaba estacionado un poco lejos de mi posición actual, el sonido de unos tacones chocar contra el cemento me llamo la atención-. ¡Señorita! -mi vista se enfoco en la chica de cabello blanco como la nieve, la cual estaba agachada frente a mi y acariciaba mi mejilla.

-Vas a pescar un resfriado si te quedas aquí -susurro levemente con una sonrisa, sus ojos azules me llamaron la atención-. ¿Te sientes mal? ¿Te gustaría venir a mi casa? -me propuso, quería responderle, pero mi voz no salia, tanto tiempo sin hablar con alguien en especial me hizo olvidar como eran las palabras.

-Señorita, no debería...

-Arthur, ayuda a este joven a entrar al auto, vendrá con nosotros a casa -le ordenó al hombre vestido de traje, el cual me miro con desconfianza.

-Señorita, no puedo hacer eso, sus padres...

-¿Ellos que? Nunca están en casa y esa mansión es muy grande para mi sola, además, yo quiero ayudar a este hombre -había rabia y decisión en su voz a la vez que se ponía de pie-. Si no le ayudas, entonces lo haré yo -el hombre de cabello negro soltó un suspiro a la vez que me ayudaba a ponerme de pie, la chica de cabello blanco me tomó del brazo y ambos me llevaron al auto de color negro-. No te preocupes, yo cuidare de ti, este... ¿cuál es tu nombre? -me miro con detenimiento, negué levemente ante su pregunta, ella me miro un poco confusa-. ¿No recuerdas tu nombre? -volví a negar, el automóvil se detuvo frente a una mansión a las afueras de la ciudad-. ¿Recuerdas algo de tu pasado? -volví a negar, sus ojos zafiro comenzaron a detonar preocupación-. Arthur, este joven no recuerda nada -llamo al hombre que recién había abierto la puerta, sus oscuros ojos me volvieron a ver-. Sin duda debemos ayudarlo -le miro suplicante, el hombre suspiro para después ayudarme a salir del auto-. No te preocupes, yo cuidare de ti -las puertas fueron abiertas, siendo recibidos por varias personas con uniformes-. Preparen un baño para él y una de las antiguas ropas de mi padre que aun guarda, también llamen al barbero de papá y haganle venir -las personas hicieron una ligera reverencia para después comenzar a guiarme a una de las habitaciones de la segunda planta-. Esta sera tu habitación, la mía esta al lado, así que no te preocupes -sonrió nuevamente, sonreía con facilidad.

-Señorita, ya esta el baño que nos pidió, y el señor Loan esta aquí -llamo a la puerta una de las mujeres de antes.

-Gracias Amanda -agradeció, la mujer cerro la puerta nuevamente-. Arthur, ayudale a bañarse y llevale al comedor después -acaricio mi mejilla nuevamente para después salir de la habitación, el hombre llamado Arthur comenzó a llevarme hacia lo que era un cuarto de baño, en donde me comenzaron a asear, al terminar me vistieron con un pantalón negro y una camisa de vestir del mismo color, además de unos zapatos negros.

-Debes por lo menos agradecerle, la señorita tiene un gran corazón, por eso te ayuda -dijo Arthur al momento que término de abrochar los botones de mi camisa y me guiaba a lo que decía llamarse comedor.

-¡Este! -escuche gritar detrás de las puertas-. Este es el peinado que quiero.

-Pero señorita, ese es un peinado de hombre -escuche una voz masculina al otro lado, Arthur toco un par de veces la puerta para después abrirla.

-No es para mi, Loan, es para él -me señalo al momento que entraba en la habitación, la chica estaba sentada sobre la mesa con un libro en sus manos-. Te pagare lo necesario.

-Si es lo que la señorita desea, no tengo porque oponerme -dijo el hombre mayor para después darme una señal de que me sentara en la silla, comenzaron al recortar los cabellos de más que había en mi rostro, quitandome la barba que antes me estorbaba y haciendo mas cortos los cabellos de mi cabeza-. Esta listo, señorita.

-¡Espera! -grito antes de que me volteara en la silla, la vi cubrir sus ojos para después caminar hacia mí-. Ponte de pie -me pidió para después quitar las manos de sus ojos-. ¡Lo sabia! Ese era el corte especial para ti -sonrió de manera amplia, el señor me dio un espejo para poder mirar mi reflejo, no existía bello facial en mi rostro, mi cabello antes largo y enredado estaba corto, a un poco mas arriba de mis hombros con un fleco ligeramente largo cayendo por mi rostro, era el mismo corte con el que había despertado hace dos inviernos, e incluso esa chica lo había escogido para mí-. Dile a Arthur que te de el dinero -el hombre asintió para después salir del lugar-. Lo sabia, no eres un hombre mayor, a puesto a que tienes mi misma edad -le miré un poco confuso, la chica pareció notarlo-. Tengo dieciséis años, tú debes de tener los mismos, tal vez diecisiete -sonrió, nuevamente esa sonrisa, una sonrisa parecida al primer rayo de luz que mire cuando mi mundo dejo de ser oscuridad-. Es cierto, no me he presentado -llevó sus manos detrás de si, dejando ver el vestido largo de color negro con detalles en azul-. Mi nombre es Hikari, significa Luz en Japón -sonrio ampliamente para después mirarme algo pensativa-. ¿Te importa si te pongo un nombre? Es que se hace extraño el no poder llamarte con normalidad -moví mi cabeza en afirmación, Hikari se llevo un dedo a sus labios en señal de estar pensando, para después tomar el libro que antes estaba en sus manos-. Ka... Ka... ¿Kaname? Sí, Kaname ¿te gusta? -volvió a verme con ilusión-. Fue un vampiro de hace mil años, me gustan las historias de esta ciudad, por eso escogí tu peinado y el nombre, se dice que Kaname desapareció después de una pelea, él nos protegió a costa de su propia vida -había ilusión en su mirada, me gustaría ser ese antiguo vampiro para que me mirase de esa manera-. ¿Kaname? -me había acercado a ella para después acariciar su mejilla con suavidad.



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En el texto hay: fanfic, romance, original character

Editado: 26.04.2019

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