Christopher.
En el silencio de la noche, dentro de la oscuridad en la que se encuentra sumida la habitación en la que ahora me encuentro junto a Jess y Connie... es en donde me permito meditar con mejor detenimiento todo lo que he vivido estas dos últimas semanas que he estado aquí, custodiando de esta casa y de las personas que me acompañan.
Las cosas empeoran...
Es lo que puedo decir con mayor seguridad ahora. El mundo ya no es lo que era antes. Este ahora se ha vuelto lóbrego y peligroso, de algún modo siempre lo ha sido, la oscuridad desde el principio de todo formó parte de él y de las personas, sin embargo, ahora... ahora parece haberse transformado literalmente en un infierno de locura y de tensión. Uno en donde ya nada ni nadie se siente seguro, uno en donde ya te da miedo respirar. Lo que más me preocupa de todo esto... son ellos, los humanos y la manera en la que estos siguen siendo corrompidos por su propia locura.
Ya había sido testigo antes de qué tan fuerte podría ser el poder de la sugestión. En carne propia lo había vivido. Hace veinte años exactamente. Sentí morirme ante todo lo nuevo que vivía en ese entonces. Llegué a creer... que no sería capaz de soportarlo, pero era mi realidad. Era mi verdad por ser un destello. Fue entonces que me tuve que resignar y cuando empezó todo el asunto de Amon... ya no me quedó otra opción más que el buscar fuerza, pues si me dejaba llevar por la paranoia y por mis propios demonios... lo iba a terminar perdiendo todo. No podía permitirlo, no debía... Ya había perdido demasiado, no quería arriesgarme a perder a mi familia y a mi propia vida también.
Tuve que luchar...
Tuve que superar mis temores...
Tuve que ver y aceptar cuál era la realidad.
Sin embargo con lo que pasa ahora con ellos... es muy diferente. Es grave, pues para los humanos, recibir una verdad así de golpe, ha sido abrumador, ha sido demasiado, y supongo que peor para aquellos que se consideraron siempre escépticos, cómo yo lo fuí alguna vez. Se rompieron importantes reglas frente a ellos. Se llegó a imponer algo a la fuerza. Para algunos acabaron en un segundo con sus creencias. Cambiaron todo lo que siempre habían creído y he aquí las consecuencias de eso.
El mundo no lo soportó...
Es por eso que ahora están haciendo tanto desastre, es por eso que ahora temen, pues se les ha sido mostrado que el infierno es real y que, quizá, éste está apunto de llegar para ellos. Sin embargo... es eso lo que ellos mismos están ocasionando ahora allá afuera. Ellos lo están acabando todo con su propio infierno y con sus propios demonios, pues los han liberado con su miedo, los han desatado con su propia tortura de dudas e incertidumbre.
Belia los descontroló...
No tengo idea de lo que podamos hacer para solucionar algo así, este es el peor error que se ha cometido en siglos. Me matan las ansias, pues estoy preocupado por lo que planea hacer Koran con Adela. ¿Qué es lo que estará ocurriendo ahora con ellos? ¿A qué clase de entrenamiento la someterá? ¿Ya habían encontrado una solución?
Sé que él ha dicho que necesitaría tiempo para prepararla a ella y al don que posee la chica y que, según él, servirá para arreglarlo todo. Sin embargo... sigo siendo torturado por el monstruo de la duda, pues no recibí más explicación del cómo ni del qué se trataba ese maravilloso poder que nos ayudaría a salvar al mundo.
¿Qué es eso que posee Adela en realidad? ¿De verdad será tan poderoso cómo Koran ha presumido que es? ¿Cómo se supone que este nos ayudará?
Sea lo que sea... ya estoy impaciente por saberlo, por verlo. Me da miedo el dejar pasar el tiempo sin que nosotros podamos hacer algo, me da miedo ver cómo la situación empeora con el pasar de este. Temo que los humanos sean consumidos por completo por su oscuridad y que, cuando queramos actuar, ya sea muy tarde.
<<Por favor, Koran... dense prisa.
Por favor... >>
Cada día es tan agobiante. Las personas han empezado a destruir cada vivienda que encuentran en busca de alimentos o medicinas. He sido testigo, más de una vez, del cómo los humanos pelean entre ellos hasta morir... Y sólo para conseguir un poco de comida. Hace días intentaron ingresar al edificio en el que ahora residimos, pero entre Milton y yo logramos alejarlos. Sí, tuvimos que pelear con ellos para impedir que se acercaran al departamento de Gema, tuvimos que usar un poco de nuestra fuerza para aplacarlos. Me jodió tener que haber recorrido a eso, pues, apesar de sus intenciones, en ellos no pude ver más que sólo las sombras del miedo y de la desesperación. Los sujetos sólo buscaban comida, pero no podía permitir que nos quitaran la poca que, gracias al don de Gema en encontrar las cosas que necesita, pudimos obtener.
Milton, Abby y yo podemos sobrevivir sin ella, el ser Anónimos nos da la resistencia para soportar la falta de alimento durante meses si es posible, ya que nuestros cuerpos están más evolucionandos gracias al don que nos otorgó el Guardián cuando decidimos transformarnos en sus guerreros. Sin embargo... Jess, Connie y Gema son quiénes obviamente lo necesitan de verdad, por ellas es por quiénes hemos tenido que salir a buscar. Por ellas es por lo que siento tanto miedo ahora, y más por Gema. El resplandor de la señora... cada día luce más apagado. Su destello ha perdido potencia o eso es lo que al menos Abby, Milton y yo, hemos logrado ver en estos últimos días. Ahora esa fuerza y esa hermosa luz que irradiaba, ha sido reemplazada por una sombra de preocupación y de depresión. La veo, la siento cada vez que estoy cerca de ella.
La otra noche la escuché llorar en su habitación, no pude evitar el intervenir, pues sabía que entre todos ella es la que se encuentra más afectada por esta situación de mierda que ahora cubre al mundo. Cuando entré a su cuarto, la encontré sentada en su cama, sosteniendo una fotografía enmarcada. Ella de inmediato me explicó que se trataban de sus padres y que los extrañaba. Que extrañaba estar con ellos de nuevo...