Christopher
La incertidumbre de verdad me está volviendo loco. Llevamos horas buscando, ya casi se acaba el día y no hemos obtenido ni una pista que nos indique a dónde se ha ido ella. Ni siquiera el viento que corre ahora a mi alrededor me ayuda a sentirme reconfortado. Su suave roce sobre la piel de mi rostro pasa tan desapercibido cómo el intento que hace Emmett para simular que no se encuentra tan preocupado cómo yo. Él es el que ha decidido acompañarme a buscar, pero ni siquiera con sus increíbles dones de percepción hemos logrado encontrar algo al respecto del paradero de Connie.
Los alrededores de la zona rural y desierta por la que ahora nos desplazamos, se perciben tan silenciosos, presumiendo un ambiente tan quieto, tan ausente de vida. Me pone nervioso tanta tranquilidad, últimamente es así cómo reacciono cuando mi aquí se encuentra con este tipo de novedad, pues, aunque suene algo absurdo o deprimente... la calma dentro de un mundo que ya ha sido invadido por el caos y por la oscuridad ya no es algo que se puede esperar con normalidad. Ya no es algo... normal. Igual se sospechará del momento que no se vea plagado de algún tipo de desastre, aunque sea este el más insignificante.
Trago grueso al percatarme de cómo los rayos del sol empiezan a lucir cada vez más débiles.
El tiempo está por agotarse y aún no hemos avanzado en nada.
Oh Connie...
<<La noche esta por caer, recuerda lo que significa la noche para ella...
Tienes que darte prisa, tienes que...>>
— Nos alejamos mucho esta tarde. Buscamos en cada pueblo cercano a la granja. — la voz de Emmett me ayuda a regresar un poco desorientado al aquí. Nos hace detener en nuestro andar por el solitario camino después —. No pudo ir muy lejos, no lo creo posible, pero no hay rastro de ella por aquí.
— ¿Entonces qué es lo crees? ¿Que pudo salir de los suburbios? ¿Cómo lo haría tan rápido sin un auto?
— No lo sé. Tampoco conocía mucho de aquí, Chris. Si no está perdida... entonces pudo llegar, pero si vamos a la próxima ciudad... ellos podrían...—
— Con más razón debemos hacerlo.
— Aguarda —estaba a punto de irme, pero él logra detenerme cuando me toma del hombro con su mano. Lo miro con impaciencia, ¿qué es lo que le pasa ahora? Sabe que no tenemos tiempo para esto—. Chris, estoy tan preocupado cómo tú, pero si esos malditos se encuentran allá...—
— Yo no les temo, Emmett, pero si a ti sí te preocupan entonces puedes regresar a la granja.
— Me preocupan, pero es por ti, idiota, porque es principalmente tu cabeza la que quieren. No eches a perder esto antes de que Koran y Adela logren echar a andar lo que han planeado.
— Si se encuentra ella por esos lugares tengo que ir... No voy a perderla una vez más. No después de todo lo que hemos pasado y de lo que la han hecho pasar también— después de mis palabras el silencio se hace presente entre nosotros, uno muy tenso. No tenía intenciones de provocar esta tension, no era mi propósito hacerlo sentir mal, huelo el remordimiento que ahora también veo en su mirada púrpura, pero en estos momentos en los que me siento desesperado no soy capaz de medirne con mi tono. Suspiro, después de tallar mi rostro con mis manos—. Lo siento, pero es que aun no puedo creer lo que pasó. ¿Cómo es posible que nadie lo haya notado en el momento?
— Esto es culpa nuestra, lo acepto. No fuimos lo suficientemente atentos, ni comprensivos. Creímos que todo se encontraba bien, que ella... no era víctima de una tensión así, pero al menos trata de entender lo que ahora te digo. Nosotros no estábamos en la casa y Queen se encontraba descansando porque ella es la que se queda a custodiar los alrededores de la granja por la noche. — aclara con voz ya un poco seria. Trago grueso sin dejar de mirar al frente, ahora nos encontramos avanzando por el camino que nos guía a la carretera que nos lleva fuera de los suburbios. Mientras camino, no puedo evitar mirar a mis costados. Sé que es sólo maleza lo que se encuentra por estos lares y que es casi imposible que por aquí vaya a encontrar alguna pista, pero aún así no quiero descartar ningún rincón. No puedo...
No puedo permitir que algo malo le pase... de nuevo.
<<¿Dónde estás, bella?
Por favor... que se encuentre bien. Por favor...>>
— Ninguno de nosotros lo hubiésemos permitido, Chris.
— Ni Abby ni Queen estaban de acuerdo con esto.
— No... No creas eso. Sólo están asustadas. Temen por todos nosotros ahora.
— Temen de ella. Emmett.
— Yo les creo, pero si ellas se encuentran con miedo no significa que no crean en ustedes también. Todos sabemos, hasta Koran y tú, que ella sigue siendo buscada. Nosotros sabemos que es inocente, pero Lucifer y el Guardián están convencidos de otra cosa.
Niego, desviando mi mirada a un punto diferente, dejando mi mente divagar en lo que ha dicho y, aunque muy dentro de mí sé que eso es verdad, que la situación respecto a ella se ha puesto así de grave porque sólo hemos sido nosotros lo que hemos visto su verdad, no puedo evitar sentir cierto resentimiento aún, pues estoy seguro de que el Guardián también tiene idea de lo que pasa con ella y que realmente no hay nada que temer con Connie en realidad porque ella ya ni siquiera posee ese poder increíble del que tanto se ha especulado.
Por el que, de hecho, se desató todo este desastre.
Estoy seguro de que el Guardián es consciente de eso, y que es por ello que Lucifer y Belia también se convencieron de eso. ¿Por qué permitió todo esto entonces? ¿Por qué no intervino desde el principio para evitar todo esta mierda?
No soy tan ingenuo, no voy a creer que él también es ignorante respecto a todo esto. Sabe que Connie es sólo una humana ahora, ¡una humana! Y que si ese poder existe... no lo hace en ella. Joder...
¿A qué demonios estará jugando?